La artista malagueña Mari Roldán siempre ha sido una amante de los viajes. En 2017 se inscribió en una academia de formación de azafatas de vuelo. Al verle los tatuajes que tenía le avisaron de que con ellos iba a tener imposible ejercer la profesión.
Tras la negativa, en su afán por viajar, decidió que como era una apasionada del arte, iba a cambiar el rumbo se su vida e iba a dedicarse a pintar billetes y monedas. "Como yo sabía que no iba a viajar tanto, sabía que pintando en dinero algo de mí iba a dar la vuelta al mundo", declara la artista malagueña Mari Roldán a este periódico.
Cuando le contó a su familia la idea, se quedaron muy sorprendidos. Nunca habían escuchado a alguien que pintara en billetes. La joven, de tan solo 27 años, acudió al comienzo de esta aventura a un abogado para saber si pintar sobre dinero era legal. "Y sí, lo era", dice aliviada entre risas.
El cambio de futuro que le supuso el 'no' de la academia provocó que Mari pasara a ver el arte como una profesión más que como un hobbie. Como apunta su madre, la joven "comenzó a pintar en el momento en el que sus fuerzas le dejaron sujetar un lápiz". A día de hoy, puede decir orgullosa que vive de ello y se considera una artista más en este difícil sector.
El primer billete que pintó lo hizo con un bolígrafo. En él, recreó 'La creación de Adán', de Miguel Ángel. Era un billete de 10 euros. Lo mejor de todo esto es que Mari utiliza las obras que no vende para su vida diaria. En esta ocasión pagó en una cafetería malagueña con ese primer billete, pero casualmente pasó totalmente desapercibido.
La reacción de los cajeros al ver sus obras suele ser muy variada. Según relata la joven, hay veces que se sorprenden y les gusta tanto que se lo quedan y otras, en cambio, que ni se dan cuenta. "Nunca me los han denegado en ninguna parte. Algunos no le dan importancia, pero suelen reaccionar con mucha ilusión. Muchos creen que los billetes con los que pago son una nueva versión que han sacado en Europa. Eso me enorgullece, porque significa que los ven bien hechos", confiesa.
Tras ver que se los aceptaban en todas partes, dio un paso más en su carrera y comenzó a pintarlos al óleo y con acrílico. Pese a que la mayoría de las obras que pinta son de otros artistas, alguna vez sí que se ha atrevido a pintar un diseño propio.
"La mayoría de las obras que recreo son de Van Gogh, el artista al que más admiro desde que era muy pequeña. Sus pinturas me transmiten muchísimo, es mi mayor inspiración", dice con una sonrisa.
La malagueña utiliza sus billetes en su ciudad, pero uno de ellos también ha viajado por Europa. Cuando acudió a Auvers-Sur-Oise, en Francia, donde Van Gogh vivió sus últimos meses de vida, la joven utilizó un billete de veinte euros con la pintura 'La iglesia de Auvers-Sur-Oise'. "Me hubiera gustado que me contactaran diciéndome que se habían cruzado con él, pero de momento nada. Supongo que seguirá viajando", dice.
A lo largo de estos años, Mari ha pintado el equivalente a 1795,50€. Lo que más ha pintado son billetes de cinco euros, pero hace un tiempo comenzó a pintar billetes más grandes para que, por necesidad, esas obras puedan ir viajando de mano en mano casi que de manera obligatoria. "Los billetes y monedas suelen quedárselas de recuerdo y ese no era el objetivo al principio", añade.
¿Vender dinero?
Sí. Mari ha vendido algunas de sus obras en billetes aunque pueda parecer algo curioso y extraño. Al final, cada uno de sus clientes ha pagado el precio del billete, como si fuese el material utilizado en cualquier trabajo, más el de la mano de obra.
"El primero que me escribió para comprarme uno fue un chico de Italia, un par de meses después de pintar el primero. Me pareció muy raro. Era un billete de veinte euros y se lo vendí por treinta. Saqué poco, pero no entendía cómo alguien quería comprármelo", relata.
Desde entonces, además de usarlos, los vende en la tienda online que se creó. Muchos de sus seguidores ven sus obras como "piezas de coleccionista" y, aunque cabe la posibilidad de que alguno de los billetes de Mari llegue a sus manos, siempre se asegurarán poseer en sus manos el que más les gusta comprándolo.
En su tienda, decenas de compradores valoran sus piezas como "pequeñas, pero grandes obras de arte". En la galería, una gran variedad de obras que dejan boquiabiertos a todos los que la ven. "Alguna vez me han dicho que al ser pequeñas tampoco me llevarán tanto tiempo. Sin embargo, lo que no saben es que en alguna ocasión he utilizado cinco días para terminarlas. La del Guernica fue una de las que más me costó hacer. Fue el más grande y complicado que he hecho".
Tik Tok
Pese a que muchas personas la conocen desde 2018, cuando salió en muchos medios de comunicación, a Mari Roldán le ha servido de expositor al mundo la red social de moda: Tik Tok. "Sin ella, creo que muchos artistas no podríamos sobrevivir. Es una plataforma maravillosa para mí, porque con ella he llegado a mucha gente y puedo vivir de esto".
En su cuenta de Instagram cuenta con 39.600 seguidores, mientras que en Tik Tok tiene 135.900. En la segunda, la joven crea contenido que abarca desde vídeos donde pinta sus obras hasta otros en los que deja una moneda en un banco de Málaga para que uno de sus seguidores la coja, o se graba utilizando sus obras en una máquina expendedora o bancos.
En cada uno de los vídeos recuerda a sus seguidores que si llega alguna de las obras a sus manos le escriban, pero suelen ser pocos los que lo hacen. "Una vez me escribieron diciéndome que la chica a la que pagué era ella y que por supuesto que iba a quedárselo. Otro me contó que se lo habían dado de vuelta y que quería saber todos los detalles de la obra", dice Roldán, emocionada.
"Usándolos en bancos y máquinas expendedoras sé que al final el billete va a ser el cambio de otra persona, mientras que si pago en un bar hay más probabilidades de que se lo quede el camarero. La idea es que viajen todo lo que yo no pueda, como decía, ese es el sentido de todo esto", zanja.