"Al final, solo conservamos lo que amamos. Amamos sólo lo que entendemos. Y entendemos sólo lo que nos enseñan". Esta frase fue el eje del discurso con el que intervenía, en 1968, el ambientalista senegalés Baba Dioum para la asamblea general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Bajo esta filosofía, BIOPARC Fuengirola desarrolla uno de sus principales objetivos: educar como la mejor forma de proteger a las especies en peligro de extinción. Una población informada y conocedora de lo que sucede en la naturaleza, podrá conservar y proteger al mundo animal. "Cada uno de los ciudadanos podemos aportar nuestro granito de arena con pequeños hábitos sostenibles en nuestro día a día. Esta es una importante labor que promovemos en las visitas diarias y especialmente de forma directa, en las visitas de los grupos escolares. Niños y niñas que son nuestras futuras generaciones”, señala Francisco de Asis, director de BIOPARC Fuengirola.
Solo en 2019, el parque malagueño recibió más de 25.000 alumnos de 244 centros escolares de toda Andalucía. En 2022, y tras dos inusuales años, recupera más del 85 por ciento de las visitas escolares que en prepandemia alcanzaba y prevé superar estas cifras de cara a 2023.
BIOPARC Fuengirola, comprometido con su misión educativa como motor para cambiar actitudes y generar conciencia, actualiza su programa didáctico para que, en este curso escolar, los centros tengan la oportunidad de incluir en su calendario lectivo un viaje a las selvas tropicales más amenazadas. De esta forma, se convierte durante los 365 días del año, en una gran aula abierta en la que complementar los programas docentes.
Un departamento de Educación compuesto por más de una decena de profesionales
Cada año, el departamento de Educación de BIOPARC Fuengirola compuesto por profesionales de la Educación, la Biología y la Conservación, trabaja adaptando el programa educativo escolar del parque a las necesidades del profesorado. Toman contacto con los centros educativos de toda Andalucía con la misión de formar parte de su programación y colaborar en la enseñanza a través de visitas y talleres especializados.
Los escolares, de entre 3 a 18 años, no solo disfrutan con la observación directa de sorprendentes especies, sino que además aprenden a respetar la naturaleza con cuentacuentos, participan en divertidos juegos educativos adaptados al rango de edad de cada grupo o experimentan, de primera mano, con un gran abanico de muestras biológicas que sirven de apoyo en este viaje al conocimiento.
Con una duración aproximada de unas tres horas, los alumnos tienen una experiencia total con el entorno de BIOPARC Fuengirola, los diferentes hábitats que recrea, así como más de 200 especies diferentes. Algunas de estas solo es posible contemplarlas en este parque como es el caso de aves como el cálao bicorne, el de Papúa, el duiker, considerado el antílope más pequeño de Sudáfrica, el gibón de mejillas doradas o el tapir malayo, él único que habita en Asia.