Después de un día con máximas de más de 43,3 grados, la noche no trajo ningún conato de alivio para los malagueños, que han tenido que hacer malabares para conciliar el sueño mientras los termómetros marcaban casi 35 grados.
La estación meteorológica ubicada en el puerto de la capital marcaba 36.1 grados a las 00.00 y dos horas más tarde, la temperatura seguía rondando los 35. Aunque el calor fue disminuyendo progresivamente durante la madrugada, a las 05.00, los termómetros todavía no habían bajado de los 30 grados.
Algo similar ocurrió en el aeropuerto, donde durante el día se alcanzaron las cotas máximas. A las 00.00, los termómetros estaban en 36.8 grados y a las 07.00 todavía se mantenían cerca de los 33.
Las temperaturas nocturnas también han sido extremadamente elevadas en otras zonas de la provincia. El Coín o Alpandeire, por ejemplo, a las 02.00 había más de 30 grados.
El viento de terral disparó este miércoles los termómetros, pero la previsión este que este jueves, con la entrada del levante, el ambiente se refresque considerablemente a partir de mediodía. Con todo, la provincia se mantendrá en alerta amarilla y se esperan máximas de hasta 39 grados en zonas del interior como Antequera o Ronda.
"La mínima de este jueves se producirá al final del día tras una entrada de levante que hará bajar significativamente las temperaturas y subirá la humedad", explican desde la Agencia Estatal de Meteorología.