¿Comerse las uvas de Nochevieja en pleno mes de agosto? Alguno podrá pensar que se trata de una ocurrencia, un delirio provocado por las altas temperaturas y el desvarío propio de un golpe de calor. Pero no es así. Hay un pequeño pueblo de la provincia de Málaga, instalado a poco más de 20 kilómetros del internacional Tajo de Ronda, en la que esta celebración típicamente navideña empieza a adquirir el valor de tradición.

Este municipio, arropado por la sierra de Padrastro, es Cañete la Real. Sus cerca de 1.600 vecinos (cifra que aumenta con la llegada de 'forasteros' en los meses estivales) tienen este martes una fecha señalada. Porque hace varios años han decidido conmemorar el fin del año de manera anticipada. ¿Por qué?

"Se trata de una forma de reencuentro de los muchos vecinos que emigraron a Barcelona, San Sadurní de Noya, País Vasco... Y que suelen regresar al pueblo en verano, pero no tienen la oportunidad de tomarse las uvas de Nochevieja", explican Eli y Paqui, dos vecinas del municipio.

La fiesta navideña, aunque con más de 30 grados marcados en el termómetro, arranca alrededor de las 20:00 horas, teniendo poco antes de la medianoche su momento culmen. Tras el tapeo inicial, la cata de aguardiente preparada, el reparto de 300 cotillones, con las uvas correspondientes y el cava propio para el brindis final.

"Hay muchas personas cuyos padres tuvieron que vender sus casas para irse fuera; el objetivo es que todos los que pueden regresar se unan en una noche como ésta", destaca Eli.

El punto de encuentro, la plaza fel pueblo, junto al reloj de la iglesia. No serán las campanas las que marque el 'encuentro' ficticio con el nuevo año. Hay que tirar fe campanadas enlatadas y grabadas. Detalle que no hace de menos a una fiesta ciertamente emotiva para muchos mayores emigrantes, que pese a los años transcurridos, siguen sintiendo su pertenencia a Cañete. Y con ellos, sus descendientes, que también participan.

"Hay preparadas unas 300 copas de cava y uvas y suelen faltar", remarca Paqui. Tras la organización la Asociación de Mujeres Cañeteras Yerma y el Ayuntamiento del municipio.

La Nochevieja cañetera coincide en fecha con la Misa del Emigrante que se viene celebrando en el pueblo "desde toda la vida". Un hito con el que el pueblo recuerda a los cientos de vecinos que principalmente en los años 70 marcharon a otros puntos de España y países europeos en la búsqueda de oportunidades de trabajo.

Muchos de ellos son los que hoy se reencuentran para 'despedir' simbólicamente el año en Cañete. Uvas, cava, música y fiesta para celebrar en reunión a quienes mantienen intacto el recuerdo emocionado de su pueblo.

Noticias relacionadas