Las oportunidades del crimen organizado en el terremoto de Marruecos

El crimen organizado nunca desaprovecha una oportunidad de negocio, y cualquier catástrofe natural es la mejor ocasión para blanquear su dinero o para aumentar el ritmo de su tráfico de drogas. El terremoto ocurrido el 9 de septiembre en Marruecos será el último ejemplo de ello.

Ha sido el peor seísmo en la zona desde 1900, los datos técnicos del Servicio Geológico de Estados Unidos hablan de una magnitud de 6,8 y una profundidad en el epicentro de 18 kilómetros. En concreto el punto céntrico de este temblor se encuentra en la Cordillera del Atlas a unos 70 kilómetros al suroeste de Marrakech, el baluarte turístico de Marruecos.

Las provincias más afectadas ascienden a más de una decena, pero sin duda las más perjudicadas por el desastre son Al Haouz y Taroudant. Ya la ONU ha estimado que a más de 300.000 personas damnificadas por el terremoto directamente. Las víctimas mortales suman más de 2.900 personas, y más de 5.000 heridos.

Hay cientos de aldeas interiores afectadas en las que su población menguará en más de un 50% tras el desastre, y también hay cerca de 15 carreteras regionales que después de tantos días hacen más complicado el acceso de la ayuda humanitaria. En algunos lugares solo están accediendo con mulas, eso puede hacer una idea de la situación tan precaria que están viviendo decenas de miles de familias marroquíes. Una asistencia internacional que el estado marroquí sólo admite de cuatro países; España, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido. Algo incomprensible.

¿Cómo puede influir el crimen organizado?

Marruecos es uno de los principales productores de hachís del mundo, un país fundamental en las rutas de inmigración ilegal hacia Europa, y a eso se le suma que sus mafias cada vez tienen más dinero que necesitan blanquear como es el caso de la Mocro Maffia. Por lo que el crimen organizado tiene que decir en el peor desastre de su país en mucho tiempo.

No es la primera vez

Ahora mismo todas las autoridades marroquíes están trabajando a destajo para paliar los daños producidos por el terremoto. En una dictadura que tiene ya de por sí manga ancha con el narcotráfico por la corrupción total de estado, en una situación límite como esta la vigilancia es aún menor.

La actividad frenética de los alijos en España va a aumentarse debido a que las organizaciones criminales incluso ahorrarán costes ya que no tendrán ni que sobornar a la policía marroquí. Los narcos marroquíes tendrán más prisa para exportar el stock que tienen, ya que las principales zonas que producen hachís se han librado del desastre de este último terremoto. La producción industrial de esta droga no desabastecerá a los clientes europeos.

En cuanto a las rutas de inmigración, la situación se va a agravar durante los próximos meses por la inestabilidad en muchos países africanos más las catástrofes naturales en Marruecos y Libia. Níger, Mali, Gabón están en crisis política, los primeros por un golpe de estado que ya ha desplazado según a más de 25.000 personas. En Mali la junta militar que ahora dirige el país esta misma semana ha suspendido la fiesta de la independencia, no hace ni 7 días que el ejército de ese país combatió contra la coalición exRebelde Tuareg (Coordinación de Movimientos del Azawad CMA) en la localidad de Bourem, en la región oriental de Gao.

La Organización Internacional para las Migraciones expone que casi un millón de personas se han visto forzadas a abandonar su país. Zohra Bencemra / AP

Allí oficialmente murieron 46 milicianos del CMA y 10 militares malienses en intensos combates. Estos conflictos suceden fuera del radar mediático pero afectan directamente a rutas migratorias de personas que se dirigen a Europa. Los Rebeldes Tuaregs afirmaron que están en guerra de nuevo con el ejército de Mali tras romper el pacto de 2015.

Muchas zonas del norte están controladas por esta coalición y en agosto las fuerzas armadas de Mali junto al grupo mercenario Wagner (Rusia) atacaron la localidad de Ber, en la región maliense de Tombuctú tras comenzar la misión de la ONU a abandonar este territorio. A todo esta pugna política hay que sumarle la potente actividad de terrorismo yihadista en la zona.

En Gabón tiene un nuevo gobierno interino desde final de agosto tras un nuevo golpe de estado, y en Sudán el conflicto armado entre su ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) se intensificó en Jartum hace poco más de 10 días donde varias decenas de civiles han muertos por los combates. La capital la tiene controlada el grupo paramilitar.

En Nyala, al oeste de Sudán ocurrió un ataque aéreo hace cinco días que dejó más de 40 muertos. El objetivo era un mercado, las dos fuerzas contendientes se acusan entre ellas en medio de una Corte Penal Internacional que mira de reojo a tantas crímenes de guerra que se están cometiendo en ese país. Con esta situación los refugiados de estos países africanos aumentarán considerablemente, y la ruta migratoria que pasa por Marruecos es importantísima.

El caso de Marruecos

Tras el desastre y el desplazamiento de población, Marruecos tendrá que reconstruir muchas zonas que están completamente arrasadas y con ello llegarán cientos de millones de euros que alguna administración tendrá que gestionar. El Rey Mohamed VI ya ha donado cerca de 91 millones de euros para paliar el desastre, pero conforme pase el tiempo irá llegando más dinero. Parte de ese dinero es casi imposible que no llegue a empresas controladas por grupos criminales. Para ello, siempre hay que mirar a las mafias italianas. Ellas ya lo hicieron antes.

Hay artículos como el publicado en el periódico marroquí Assabah que ya alertan de que la corrupción sistemática en los programas de desarrollo de muchas localidades de la provincia Al Haouz afectadas por el terremoto a las que nunca llegó el dinero prometido antes del seísmo. El ministerio interior marroquí tendrá que reestructurarse para paliar esta corrupción que afectará directamente a las víctimas del sismo.

Grafiti en homenaje a Marcello Torre en Pagani.

El mejor ejemplo

El 23 de noviembre de 1980 ocurrió el terremoto de Irpinia, un sismo que sacudió sobre todo las regiones italianas de Campania y Basilicata. Con una magnitud de 6.9, provocó más de 2.900 muertos, cerca de 9000 heridos y más de 280.000 personas se quedaron sin casa.

Miles de millones de liras acabaron en manos de los clanes de la Camorra, la mafia que opera que en la región de Campania. En esa época la Camorra no se había introducido aún en el narcotráfico internacional y consiguió gracias a este desastre un poder inmobiliario y económico que provocó que muchos clanes camorristas pudieran tutear a la Cosa Nostra, la gran mafia de esa época.

Eran los años del capo Raffaele Cutolo de la Nuova Camorra Organizzata y la organización rival: la Nuova Famiglia. Se calcula que alrededor de 1/3 de las ayudas que el estado italiano y la UE ofreció para la reconstrucción de los más de 500 municipios de Campania afectados por este terremoto no llegaron a sus verdaderos dueños, y en eso los clanes como los Bardellino o Nuvoletta tienen mucha responsabilidad.

Aparte de las ayudas, los clanes de la Camorra construyeron entre 1985 y 1995 más 300.000 viviendas ilegales en toda Campania obviando planes urbanísticos y cualquier mínima regla administrativa. Todo se realizó con el control total de los ayuntamientos mediante amenazas, nadie quería acabar como Marcello Torre. Fue alcalde de Pagani (Salerno), y se negó a que los clanes aliados de Raffaele Cutolo consiguieran contratos de reconstrucción del pueblo. El 11 de diciembre de 1980 un comando de sicarios lo esperó ese día al salir de vivienda y lo acribillaron. Cutolo acabó condenado a cadena perpetua por estos hechos.

Todo ello sirve como ejemplo para Marruecos, muchas organizaciones criminales intentarán por todos los medios aprovecharse de una situación gravísima para miles de personas.