Las arterias del corazón de Málaga ya huelen a incienso. A menos de quince días para Semana Santa, los comercios cofrades del centro de la ciudad se han puesto el mono de trabajo, con los escaparates echando humo. 

EL ESPAÑOL de Málaga hace un recorrido por algunas de las principales tiendas de Semana Santa de la capital para descubrir lo que más se vende este año, las diferencias entre las compras de los turistas y los malagueños. Como si de las compras de los Reyes Magos se tratase, a la gente le ha entrado la prisa.

Pese a ser el negocio más antiguo del centro de Málaga y cumplir 300 años este 2024, Cerería Zalo, es un tiro asegurado. Las mejores épocas para este comercio son Navidad y Semana Santa, aunque "con el turismo no hay rachas malas". Cuando uno entra, el olor a incieso y la música ambiente le atrapa en un entorno muy acogedor.

"Siempre pasa igual. Cuando llega el Miércoles de Ceniza, a la gente se le despierta una lucecita en la cabeza y empieza a animarse todo el tema de inciensos, capirotes", cuenta Nacho Gonzalo, de Cerería Zalo.

En plena Tribuna de los Pobres se encuentra la tienda Nazareno de Málaga. Su nombre no da lugar a dudas. En 1998 empezó a cubrir las necesidades religiosas y cofrades de los malagueños y hoy en día sigue al pie del cañón. "Desde principios de Cuaresma, que este año ha sido a mediados de febrero, se empieza a notar a una afluencia mayor", relatan, coincidiendo con Cerería Zalo.

Es evidente que el notorio crecimiento del turismo en Málaga ha beneficiado a este tipo de comercios, sustentándose gracias a malagueños y extranjeros. "Este tipo de tiendas, al estar tan céntricas, tenemos público extranjero y nacional", confirman en Fernández-Cruz Miguel. Desde Nazareno de Málaga, incluso, aseguran "casi van más turistas que españoles, se escucha hablar más inglés que castellano".

Sin embargo, hay grandes diferencias entre las compras de los turistas y las de los malagueños. "La población extranjera suele llevarse imágenes representativas de Semana Santa y figuritas de nazarenos, que les llama mucho la atención", mientras que los malagueños se lleva las cosas que necesitan, "campanitas y bastones para niños, incensarios para monaguillos y las túnicas y los capirotes de los nazarenos", cuentan en Cerería Zalo.

En el número 34 de la calle San Juan, donde antes se encontraba Valentii, actualmente está Querubín, otra tienda de artículos religiosos. El local no ha perdido su esencia. "La llegada de Semana Santa se nota desde hace unas dos semanas, tanto en turistas como en malagueños. Los turistas se llevan incensarios, nazarenos y figuras que en sus países no existen y la gente de Málaga compra mantillas, peinetas y trajes para los más pequeños", explican.

Al igual que las demás, en pleno corazón de Málaga, en la calle Molina Lario, cerca de la Catedral, está ubicada Fernández-Cruz Miguel. Este comercio lleva más de 50 años no solo vendiendo artículos relacionados con Semana Santa, también militares, mercería y pasamanería. En Cuaresma, lo que más venden "son capirotes, cíngulos, cordones, borlas y telas para las túnicas". Por su parte, los turistas van a esta tienda "a por souvenirs, imanes o abanicos".

Aunque todas las tiendas coinciden en que todos los años, más o menos, se venden los mismos tipos de productos, la sorpresa ha saltado en la calle Santa María, con unos incensarios de barro personalizados con los escudos de las hermandades. "Trajimos pocos, y ya hemos tenido que pedirle tres o cuatro veces al proveedor. Han sido un éxito, es el producto estrella de esta Cuaresma", relata Nacho Gonzalo.

Pese a que ya se ha dado el pistoletazo de salida a las compras de Semana Santa, en Querubín aseguran que este año se está vendiendo menos: "Parece que este 2024 va un poco más lento que el año pasado".