Situado en el límite con la provincia de Cádiz, en la Costa del Sol Occidental, se encuentra uno de los pueblos más bonitos de España en el ranking de National Geographic. Según la revista, lo mejor de la localidad son sus miradores, "desde donde se obtiene una panorámica teñida de cal que embelesa por la disposición de sus casas como terrones de azúcar apilado".
Este "coqueto pueblo blanco" es Casares, "la cuna del andalucismo": fue el lugar de nacimiento del político, ideólogo y escritor Blas Infante en 1885. Se sitúa en una colina, a los pies de la sierra Crestillina. "Cuesta creer que este pueblo aferrado a la montaña se encuentre a escasos 15 km del Mediterráneo", resaltan.
Precisamente, uno de sus principales monumentos es el castillo de Casares, una fortaleza construida por los árabes en el siglo XIII, que fue creada como bastión defensivo del reino nazarí.
Sus murallas delimitaban la extensión del pueblo, y actualmente es uno de los pocos vestigios que se conservan, junto a la torre del alcázar y dos imponentes arcos –el de la Villa y el de Arrabal–, que servían de acceso al castillo.
Otros lugares de la localidad destacados son la iglesia de la Encarnación, "que presume de campanario de influencia mudéjar"; y el templo parroquial de San Sebastián, que alberga la imagen de Nuestra Señora Del Rosario Del Campo, patrona del municipio, y la ermita de Veracruz.
La característica forma de sus casas blancas hicieron que se bautizara a Casares como "un pueblo colgante". La visión se completa alcanzando la sierra de Ronda y el Campo de Gibraltar, enclaves que colindan con esta "joya andaluza".
Gastronomía
La idiosincrasia de Casares ofrece dos tipos de gastronomía, la de la sierra y la de la playa, destacando sus ricos pucheros con “pringá” y la moruna de sardinas, una especie de escabeche aderezado con limón y un poco de pimentón.
También se puede degustar una fritá de cabrito, animal de gran renombre criado en Casares del que se obtiene la típica morcilla, aderezada con cebolla para comer acompañada o en guiso, según detallan en su web de Turismo.
Otros de sus platos más reconocidos es el gazpacho casareño y los quesos de Sierra Crestellina, realizados con leche de cabra de forma artesanal.
Playas
Casares cuenta con cuatro playas. Una de ellas es Piedra Paloma, una playa canina en estado semi-natural. También se puede visitar playa Ancha, de 1,3 kilómetros de extensión.
Playa Chica está delimitada por un acantilado con vegetación, por lo que solo dispone de accesos peatonales. Por último, la más grande es la playa de La Sal, con 4,1 kilómetros de extensión. Se accede desde el paseo de la Perla de la Bahía.
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