En sus 80 años de vida, el escultor gallego Ricardo Dávila ha creado todo tipo de obras, con materias primas como madera de castaño y raíces de olivo. Su nuevo proyecto tiene como escenario un pueblo malagueño, con el corcho como protagonista.
El artista instalará una docena de esculturas en las calles de Pujerra, en el Valle del Genal, con obras elaboradas en madera de palés y bornizo, el corcho que se obtiene de la primera extracción del alcornoque.
Estas piezas únicas, talladas minuciosamente, están relacionadas especialmente con las labores agrícolas de la castaña y de la vida social del pueblo. Tampoco faltan personajes creados por el propio Dávila.
¿Cómo desarrolla su proceso creativo? El primer paso es elaborar las maquetas que le sirven para tener una referencia e idea general de las obras. A continuación, construye un segundo modelo de las mismas sobre las que estudia a escala las proporciones de cada figura.
Ya con las medidas exactas, inicia el minucioso trabajo de tallar el corcho para crear las esculturas pieza a pieza, a modo de mosaico. "El objetivo es que estas esculturas encajen perfectamente en Pujerra y en el entorno", apunta el artista, nacido en Puebla de Caramiñal (La Coruña), y cuyas obras están repartidas por diferentes rincones del mundo.
Actualmente, ya hay tres esculturas terminadas que pueden verse en las calles de Pujerra. La primera se sitúa junto al colegio y, según Dávila, representa una figura voladora en homenaje a la obra del pintor francés Marc Chagall, contemporáneo de Picasso.
La segunda escultura, situada en un punto cercano a la Alameda, hace alusión a la tradición popular del municipio a través de la representación de un castañero; y la tercera es una figura femenina de aspecto mitológico.
El escultor, además de desarrollar sus propios proyectos, imparte clases a los más pequeños del pueblo. Todos los sábados, enseña a niños y niñas los conocimientos básicos para iniciarse en la disciplina artística del modelado de arcilla, un material "con infinitas posibilidades".
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