Chico con una piña en el Mercadona de Ciudad de la Justicia

Chico con una piña en el Mercadona de Ciudad de la Justicia Adrián Gámiz

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Mercadona se convierte en el nuevo sitio para 'ligar': ¿es cierta esta moda que se ha hecho viral en redes?

De 19:00 a 20:00 este supermercado se convierte en el epicentro de los solteros que buscan pareja. Una piña del revés y chocar los carros es todo lo que hace falta.

30 agosto, 2024 13:27

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Son las 19:00 de la tarde en un Mercadona cualquiera. Desde la entrada verde botella con puerta automática que permite el acceso a este templo del culto familiar, ya se escuchan algunos rumores. “Vamos a darnos una vuelta por los pasillos a ver que tal, “yo no me creo que la gente esté tan aburrida para venir a eso”.

Todo el mundo, haya venido específicamente a comprar o no, tiene expectación. Piñas en los carros, bolsas de lechuga, huevos y preservativos. ¿Será verdad el mito?

El establecimiento está hasta la bandera. El morbo mueve a la gente, y todos han venido a comprobar si el viral movimiento que hay alrededor de esta cadena de supermercados es real.

Mercadona ha estado en el foco durante las últimas semanas por un fenómeno muy curioso. La gente ha empezado a teorizar en redes sociales que de 19:00 a 20:00, el establecimiento se convierte en lugar de encuentro para gente que busca ligar. El pasillo de la bodega y las bebidas alcohólicas es el manantial desde donde fluye todo, y una piña del revés en el carro es el indicativo de que estás buscando una relación, esporádica, casual o duradera. Un Tinder que da el paso al cara a cara más frontal.

Carro lleno de piñas

Carro lleno de piñas Adrián Gámiz

Si se choca el carro con otra persona significa que quieres algo con ella. Las lentejas indican una relación seria, la lechuga una relación caduca, llevar un melón es que buscas llegar al altar y una caja preservativos que buscas sexo casual.

Todo esto suena muy a bacanal romana o a club de swingers de Torremolinos, pero la realidad es bastante menos fantasiosa de lo que todos esperábamos. El Mercadona se llena de jóvenes que han visto los numerosos memes en redes sociales y vienen a hacer videos y fotos para TikTok e Instagram replicando la viral moda. Obviamente, ellos no vienen en serio a ligar, y de hecho se convierten en un fenómeno bastante molesto para el resto de compradores y trabajadores que vienen a hacer sus labores diarias.

“En ningún momento ha habido una corriente real de gente que venga a encontrar pareja. Supongo que aquí se habrá conocido gente como en todos lados, pero no ha sido un lugar de encuentro real. No hay nada más que ver lo que hay por aquí”, comenta una trabajadora de la charcutería señalando a los numerosos niños que corretean por la zona.

Los pasillos del Mercadona se han convertido en un circuito de karts donde los chicos y chicas que han venido chocan sus carros llenos de piña entre sí mientras se graban y gritan “hoy nos vamos a hinchar de ligar”. Un caos absoluto y un fuego que el agente de seguridad del establecimiento tiene que estar apagando continuamente.

Es un poco difícil trabajar así, pero bueno, al final son niños que lo hacen sin maldad y que vienen a echarse unas risas. Esperemos que la moda acabe pronto y volvamos a la normalidad”, dice entre risas el responsable de seguridad que justo al terminar de hablar le tiene que llamar la atención al chico que está lanzándose una piña con su amigo.

Son ya las 19:30 y nadie en Mercadona parece tomarse muy en serio esta nueva forma de ligar. Las señoras mayores no lo entienden, “estamos del todo, ya cualquier tontería que ven en el TikTok ese se vuelve famosa”. “No ligo yo un sábado cualquiera en la discoteca y me pongo super emperifollá, van a ligar aquí viniendo en chanclas a comprar el pan y los pañales para su hijo”, cuenta con mucha gracia una trabajadora de la sección cosmética.

Las piñas frescas están extintas en la sección de frutas, y la gente, venga de broma o no, recurre a otros derivados como los zumos o las latas de piña en almíbar. Es el tema de conversación que impera. Cajeras, compradores, padres, adolescentes y abuelos. Todos se preguntan sin parar de que va eso de las piñas y los choques.

Piñas sin existencias en el Mercadona de Ciudad de la Justicia

Piñas sin existencias en el Mercadona de Ciudad de la Justicia Adrián Gámiz

Un grupo de chavales de 19 años insisten en que han venido en serio a ver “si cae algo”. No paran de dar vueltas por las instalaciones y obviamente no están haciendo la compra para su familia. Se sacan selfies, suben historias para Instagram y hacen videollamadas con otros amigos, pero detrás de la broma, dicen, está siempre ese espíritu de ‘si cuela, cuela’.

Un poco de esperanza en esta historia tan rocambolesca alumbra los últimos diez minutos del horario establecido. En el pasillo de los lácteos, un chico aborda a un grupo de jóvenes que llevan una piña en el carro. Todo parece ir bien y se intercambian los números y redes sociales. “Veniros esta noche a mi piso, vamos a hacer botellón”. Esto parece que funciona. Sin embargo, al ser preguntados por separado, las versiones no coinciden.

Lo he intentado y ha entrado, parece que las chavalas les ha hecho gracia mi rollo. Esto ya no depende de la moda de Mercadona o no, si tienes labia se puede ligar en cualquier lado”, revuelve con pecho bastante hinchado el chico que ha iniciado la ofensiva.

Por su lado, las chicas no parecen corroborar este testimonio. “Era muy mayor para nosotras, nos sacaba diez años y encima nos ha invitado a beber con unos amigos así por la cara. Le hemos dado las redes un poco ya por compromiso, pero que va, no vamos a quedar con él”, dice entre risas el grupo.

Como en todos lados a los que la gente va a ligar, a veces se triunfa y a veces no, pero lo importante de esto es percibir que, aunque la mayoría de gente se lo haya tomado a broma, Mercadona sí ha servido de excusa para intentar algún acercamiento que otro.

Un movimiento que en principio parecía real y que se ha pervertido, como muchas cosas, a través de las redes sociales. Unos códigos que poca gente conocía y que ahora son vox populi. Sea cierto o no, la realidad es que, si quieres ligar, te vale Mercadona, Lidl, Aldi o Atarazanas. Lo importante es la actitud y como afrontes la conquista, y si no que se lo digan al chico que creía haber triunfado aprovechando un movimiento viral y se ha ido a casa creyendo que habrá un mensaje de respuesta.