El chef Alejandro Pérez Polo, del restaurante Bardal (Ronda) ha sido proclamado ganador de la cuarta edición del concurso gastronómico profesional Chef Balfegó que reconoce a los cocineros que mejor trabajan y preparan atún rojo.
La final, en la que han participado ocho chefs que suman conjuntamente ocho estrellas Michelin, se desarrolló el pasado jueves y los galardones se entregaron en un acto celebrado por la tarde y al que asistieron cerca de 300 personas.
Pérez, que tan solo tiene 23 años, asegura que puso todo su empeño en los dos platos que presentó: una butifarra de parpatana de atún rojo Balfegó y médula de atún rojo Balfegó a la brasa con escabeche de zanahorias.
El jurado le otorgó la distinción por “su originalidad, la presentación y las técnicas de cocina utilizadas”. En segundo y tercer lugar figuran Ander Hurtado Monasterio, del restaurante Zarate (Bilbao), y Cristóbal Muñoz Ortega, del restaurante Ambivium* (Peñafiel – Valladolid), respectivamente.
"Es la cuarta edición del concurso y había muy buen nivel. Al principio fui algo nervioso por eso, pero una vez entré en cocina, fuera nervios: cabeza agachada y a trabajar junto a mi ayudante de cocina", explicaba Pérez a este periódico.
Del premio, que engloba 6.000 euros, un viaje a Japón, cuchillos, presencia en medios gastronómicos y una participación como ponente en Madrid Fusión, el joven reconoce que lo que más le llama la atención es el viaje. "Quiero conocer su cultura, tan diferente a la nuestra, y poder seguir formándome", añadía.
Cuando era pequeño, sus padres tuvieron que pasar mucho tiempo cuidando de su hermano, que estaba enfermo, por lo que estuvo mucho con su abuela. Recuerda volver del colegio, llegar a su casa y que todo oliera a su comida mientras de fondo estaba el programa de cocina del reputado chef José Andrés.
"Todos sabemos lo bien que cocinan las abuelas y fue ella la que me inculcó ese amor por la cocina. Desde los seis años me empeñé en que quería dedicarme a ello y aquí estamos, pese a que nadie de mi familia es chef profesional. Ojalá algún día fuera tan buen cocinero como mi abuela", contaba.
En el jurado, un total de 15 estrellas Michelín, entre las que se encontraba Martin Berasategui. "Para mí fue un honor conocerlos, cocinar para ellos y que les gustara. Yo que soy tan joven siempre los he seguido desde pequeñito. Un auténtico sueño", confesaba el joven.
Así, asegura que esa forma de pensar viene de la esencia de su restaurante, donde trabajan "para dar de comer al comensal, que se lo pase bien y disfrute para que luego vuelva". Lleva tres años trabajando en Bardal y asegura que ya se siente como en casa. "Me enamoré de Ronda, de la cocina de Benito y soy un auténtico afortunado de estar donde estoy", decía el madrileño.
De cara al futuro, quiere ir pasando por varias etapas. Quiere moverse por el mundo, conocer otras cocinas fuera de España para ver cómo se autoabastecen de la zona en la que tienen el restaurante y ver cómo se organizan... "Y cuando aprenda todo eso, montar mi restaurante con mi propio equipo y con la cocina que yo quiero hacer", zanja.
El jurado al completo
Sus miembros han sido: Martin Berasategui (Rte. Martin Berasategui Lasarte – Oria, Guipúzcoa), en el papel de presidente; Paolo Casagrande (Rte. Lasarte, Barcelona), Mario Sandoval (Rte. Restaurante Coque, Madrid); Fina Puigdevall (Rte. Les Cols, Girona), Erwan Poudoulec, chef y director técnico de la Escuela de Alta Cocina Le Cordon Bleu, y José Carlos Capel, crítico gastronómico de El País y presidente de Madrid Fusión.