El grupo hostelero malagueño Trocadero da el salto a la capital de España. La compañía, que este pasado verano inauguró Casa de Botes en Málaga capital, ha abierto Commodore, su décimo establecimiento y el primero en Madrid. 

El Mayte Commodore es un sitio emblemático en Madrid y, además, tiene un vínculo familiar con los propietarios de Trocadero. "Nos hace ilusión continuar con la tradición, además de ser una buena oportunidad para darle ese apellido a Trocadero Commodore que tanta gente reconoce y sitúa", indica Jorge Hernandez- Gil, director general de Grupo Trocadero.

En este sentido, desde la empresa subrayan que Dionisio Hernández-Gil, el fundador del Grupo Trocadero, inició su carrera empresarial en Madrid abriendo bares de copas, cafeterías y restaurantes. Además, muchos de sus amigos y familiares son originarios de Madrid, por lo que "en el fondo es una vuelta a casa".

El restaurante se divide en dos plantas con múltiples zonas, que incluyen salones principales, terrazas en Serrano y Joaquín Costa, zonas de sofás con barra propia, y una variada oferta para disfrutar en la planta calle, con terrazas, una barra principal y zonas de mesas altas.

Es una vuelta a casa, pero el grupo empresarial ha nacido y se ha forjado en la Costa del Sol, convirtiéndose en uno de los buques insignias del sector hostelero en Málaga. Fue fundado en 1995 en Marbella por Dionisio Hernández-Gil en un quiosco en una playa. Ahora, casi 30 años después,  dispone de 10 establecimientos repartidos entre Marbella (Trocadero Playa, Trocadero Arena, Trocadero Petit Playa, Trocadero Zanzibar), Sotogrande, Estepona, Benalmádena, Tarifa, Málaga y en Madrid. Eso implica que esperen cerrar el año con 900 empleados y una facturación global de 30 millones de euros.