Acaba agosto y miles de personas se desplazarán de vuelta a Madrid al finalizar sus vacaciones en la provincia de Málaga. Un viaje que requiere una parada para descansar, coger fuerzas picando algo y en algunos casos llenar de combustible los depósitos. Una de las opciones más tradicionales se ubica en la A-45, a la altura de Las Pedrizas.
Este restaurante, situado junto a una estación de servicio, es la opción elegida a diario por muchos trabajadores para almorzar de menú y también acoge a los visitantes que van a degustar sus platos durante el fin de semana.
Las ventas de carretera en Málaga son un icono cultural y gastronómico profundamente arraigado en la vida de la provincia. Estas tradicionales paradas a lo largo de las carreteras ofrecen a viajeros y locales un ambiente rústico.
En ellas se pueden degustar platos típicos de la cocina malagueña, como el chivo lechal a la brasa, la porra antequerana, las migas, y el famoso plato de los montes: cerdo, chorizo, patatas y huevos.
Una de ellas es Venta Cotrina, muy cerca de la autovía A-45. Ofrece una amplia variedad de platos de mucho arraigo en Málaga, como el lomo en manteca, las migas, el arroz o el tradicional plato de los montes. "Variedad, calidad y abundancia", recogen algunas de sus reseñas en Tripadvisor.
Su carta también incluye pescado frito, diferentes carnes, ensaladas y sopas. Destacan sus postres caseros, como natillas o arroz con leche. El menú del día ronda los 13 euros.
Su "ambiente relajado y sencillo" se completa con un salón de comidas y una "agradable" terraza en la que desayunar o comer en los días de buena temperatura, sin tener que desviarse en exceso de la ruta.
Además, es un restaurante especializado en comida vegetariana. El acceso es fácil desde la autovía, y se encuentra a tan solo 20 minutos de Málaga capital. Cuenta con una puntuación de 4,5 sobre 5 en Tripadvisor.
Cómo llegar
La salida que hay que tomar desde Málaga es la que se sitúa a la altura del kilómetro 136 de la autovía A-45, donde también se ubican otros establecimientos y una gasolinera.
Si llegas a esta venta desde Madrid, hay que tomar la misma salida en la A-45, la del kilómetro 136, y hacer un cambio de sentido bajo la autovía.
Se trata de un lugar muy conocido a la hora de desayunar, y también para los almuerzos de menú. Por ello, es importante reservar para evitar el tiempo de espera. Igualmente, si acudes sin reserva puedes esperar a que una mesa quede libre.
Tanto este establecimiento como el resto de ventas de Málaga, suelen ser negocios familiares, con recetas que se han transmitido de generación en generación. La arquitectura rústica es parte de su idiosincrasia, en un ambiente acogedor para el descanso en medio de un viaje.
Estos lugares no solo atraen a los malagueños, sino también a turistas que desean conocer la cultura local más allá de las rutas convencionales.