En el distrito malagueño de Ciudad Jardín hay un rincón donde el sabor a papa asada se entremezcla con el olor a incienso: se llama la Pasión de la Papa y se encuentra en la calle Emilio Díaz. Al mando del establecimiento se encuentra José Antonio Manuel Silva, un malagueño cofrade de la Sentencia que se dedica a la conducción de ambulancias, pero que hace dos años y medio, después de los meses pandémicos, decidió dar el salto de emprender.
“Yo tengo raíces muy malagueñas y tenía ganas de hacer algo en el sector de la hostelería que tuviera que ver con la Semana Santa, que siempre me ha encantado. Así que aún no sé por qué, pero tiré por las papas asadas. Cuando uno va a la feria siempre va como loco buscando una papa y decidí mezclarlo todo”, explica Silva a EL ESPAÑOL de Málaga.
En estos momentos, cuenta con 25 clases de papas asadas diferentes que llevan los nombres de diferentes cofradías malagueñas. Aunque algunos de sus clientes se enfadan porque aún no tiene disponible la suya, el empresario asegura que espera ir ampliando la cifra poco a poco. Cada año, añade algunas papas nuevas y las va nombrando. La última que se ha unido a la carta ha sido la Salesianos. "Justo antes está la Fusionadas, que esa va al gusto del consumidor. Ellos deciden qué echarle", declara.
Las favoritas del público son la Sentencia (carne de kebab de pollo, salsa de yogur, cebolla frita, aceitunas y maíz) y la Mena, que lleva los mismos ingredientes pero la carne de kebab es de ternera y lleva salsa barbacoa. "Lo hacemos para que pique, para que sea más dura de comer, como los legionarios, hombres fuertes, hombres duros", dice entre risas Silva.
También cuenta con una amplia variedad de camperos que tienen nombres de agrupaciones musicales como Virgen de los Reyes o Rosario de Cádiz y otros bocadillos que reciben el nombre de varales, barras de palio o incluso submarinos. En la Pasión de la Papa todo es semanasantero. "Aunque tenemos tanta variedad, la gente sigue optando por la papa principalmente. Todas tienen un precio de 6,50 euros, no me he complicado", expresa.
Es curioso, pero abren de miércoles a lunes y descansan los martes, precisamente porque es el día en el que sale la Sentencia. "Nosotros ponemos que estamos cerrados por cabildo", dice el cofrade, que de esta forma puede disfrutar de su salida penitencial cada Semana Santa.
Su local está totalmente tematizado respecto a lo cofrade, aunque aún es muy pequeño y solo dispone de servicio para llevar. No tiene espacio para colocar mesas. "Trabajamos con Glovo y Uber y repartidores propios. Empezamos con dos bicis y dos patinetes y ya tengo a dos con moto", cuenta orgulloso.
Ha crecido rápido, en parte, a algunos influencers que se han pasado por el local y han compartido en TikTok sus sensaciones. "Tenemos una, la San Pablo, que lleva pulled pork y me la piden mucho porque llegó un influencer y la enseñó. Esa es otra, nos vienen algunos que no tienen tantos seguidores y realmente quieren la papa gratis, pero otros sí que se ha notado mucho", declara.
"Tengo a un amigo especialista en miniaturas que nos está preparando una pequeña calle Larios mientras pasa el cristo de Mena y la Legión para ponerla allí. También tengo muchos tronitos pequeñitos. Yo invito a la gente a que venga a verlo, porque les va a encantar si son cofrades", dice.
Solo ofrece cenas, pero José Antonio asegura que abrir la persiana de La Pasión de la Papa es toda una experiencia para él. "Trabajo en las urgencias de Torremolinos y trabajo un día y descanso tres, entonces puedo aprovechar para coordinar ambos trabajos, comprar todo, etc. Pero de verdad que disfruto, me pongo Virgen de los Reyes, incienso, vídeos… Para mí es una gozada mi local", asevera.
Su próximo reto es llevar sus papas cofrades a las bodas, bautizos y comuniones. Una clienta le ha pedido que él y su equipo estén en su boda y quiere atar todos los cabos para ofrecer pronto este servicio a todos. "¿Quién le va a decir que no a una papa después de una fiesta para la recena?", zanja.