Envejecer en Málaga: las plazas en residencias de mayores públicas se estancan, las privadas se disparan

En Málaga, hay 184.083 personas con más de 65 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Son el 11% de la población total de la provincia, pero según las proyecciones de este mismo organismo, en 2037 serán más del 25%; es decir, dentro de 14 años, uno de cada cuatro malagueños habrá superado esa edad. 

Estos cambios demográficos suponen un reto para países como España, donde los servicios sociales son uno de los pilares básicos del Estado del Bienestar. Tener los resortes necesarios para dar a los mayores la atención que precisan se ha convertido en un imperativo para dar respuesta al llamado ‘invierno demográfico’, que es ya una realidad patente en muchos ámbitos. 

Los servicios a la dependencia, financiados y gestionados por las comunidades autónomas y los entes locales, tuvieron su punto de inflexión en 2006, con la llegada de la Ley de Dependencia que convirtió el cuidado a largo plazo en un derecho y abrió las puertas al mismo a la clase media. Pese a ello, los datos demuestran que el empuje desde lo público ha sido muy limitado, sobre todo comparándolo con el sector privado. 

En la provincia de Málaga, existen 7.512 plazas disponibles en residencias de mayores, pero el 84% son privadas, según la última actualización del Imserso con datos de 2020. Desde 2007, se han sumado 2.849 plazas, pero tan solo 68 pertenecen a la oferta pública. 

Los expertos ya vienen señalando que la principal estrategia de las administraciones públicas en los últimos años ha pasado por ampliar estos servicios, poniéndolos en manos del mercado; es decir, favoreciendo el crecimiento del parque residencial privado y externalizando la gestión de lo público.

De la misma forma, apuntan ahora que los grandes centros sanitarios privados que hasta ahora venían beneficiándose de ello están siendo sustituidos por grandes multinacionales y fondos de inversión internacionales que están entrando de lleno en el sector. 

"Hay mucho apetito inversor con un perfil extranjero. Las residencias de la tercera edad dejan de ser un producto alternativo", afirmaba a EL ESPAÑOL tras la pandemia Fernando Fuente, senior director Valuation & Advisory Services de CBRE España.

Los últimos proyectos anunciados en Málaga están impulsados por Caser Residencial y Thor Private Equity Spain y contemplan habilitar 156 y 97 plazas, respectivamente. La Junta de Andalucía, por su parte, está trabajando desde hace unos meses en un pionero proyecto para adaptar tecnológicamente viviendas para los mayores dependientes. Eso incluye, entre otros, un robot capaz de dispensar la medicación, un andador inteligente para guiarlos al baño o una nevera informatizada que alerta al centro de salud si no se ha abierto pasado un tiempo determinado.

Un informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales publicado en 2021 dejaba entrever además las diferencias entre comunidades. Andalucía es la tercera región con menor índice de cobertura pública en residencias de mayores de España, solo por detrás de Madrid y la Comunidad Valenciana. Según estos datos, el porcentaje de plazas disponibles en residencias de ancianos sobre la población es de apenas un 1,94%; la media nacional es del 2,69% y el territorio con mejor situación es Castilla y León, con un 5,96%.