El refranero español tiene numerosos dichos. No todos son buenos y en realidad casi la mitad no tienen ni sentido, pero hay uno que sí acierta en contadas ocasiones: en casa del herrero, cuchillo de palo. Un aforismo que se puede emplear para los malagueños y su relación con la provincia. Y es que quizás porque los tenemos muy cercanos, en demasiadas ocasiones no aprovechamos los rincones tan especiales que descubrimos en Málaga ni los numerosos eventos, actividades y saraos que día tras día se suceden en el interior de nuestras fronteras.
No hacemos estas cosas próximas porque los humanos somos como somos y las damos por sentadas. Lo vamos dejando correr con el soniquete repetido una y otra vez de «ya iremos. ¡Si hay más días que longanizas!» y luego pasa lo que pasa y nos morimos o, peor, nos cierran el Tívoli y no podemos rememorar nuestra Primera Comunión en el lugar en el que la celebramos, tal y como habíamos pensado hacer desde hace ya décadas.
Y si no poder ir al Tívoli no nos da pena y no nos enseña una lección sobre lo efímero de la vida y sobre lo que creemos que será eterno, sinceramente no sabemos qué lo hará.
Así que vayan, abracen a sus seres queridos, díganles que les quieren y planeen con ellos visitar o hacer algo en la provincia que llevan años postergando sin motivo alguno. Sus yo del futuro se lo agradecerán.
Subir al teleférico de Benalmádena
¡Planazo! Y si tienes miedo a las alturas, planazo para tratar de superar tus miedos. Subir al teleférico de Benalmádena nos hará cosquillas en el bajo vientre al tiempo que nos proporcionará vistas del litoral costasoleño como si estuviéramos montados en un dron.
Además, existe la posibilidad de combinar el ascenso con un día de rutas y senderismo ya que la cima del monte Calamorro, el enclave más elevado de Benalmádena y punto de destino del teleférico, cuenta con un conjunto de caminos señalizadas con un recorrido cercano a los tres kilómetros. No es mucho, pero menos da una piedra.
Las sendas llevan a diferentes miradores que ofrecen unas panorámicas exclusivas de la Costa del Sol, Sierra Nevada y, en los días claros, Gibraltar y la costa africana.
También, la cima del Calamorro es un espacio donde la cetrería encuentra un lugar para exhibirse gracias a la Fundación Valle de las Águilas. Con su exhibición de rapaces verás a estas aves surcar el cielo a toda velocidad y descubrir detalles curiosos sobre ellas en un entorno único.
Hacer un safari por Estepona
Selwo Aventura es un ejemplo más de la hipótesis que planteamos al comienzo del artículo: lleva abierto más de 20 años y todavía no has ido a visitarlo. Y no porque estés en contra de que los animales vivan en cautiverio, sino por ser un huevón que lo va dejando todo para otro día. ¡El rey de la procrastinación!
En cualquier caso, si lo tuyo es disfrutar de los animales, pero no tienes dinero para irte de safari (fotográfico, claro), en Selwo Aventura encontrarás un parque irrepetible donde la fauna, la naturaleza y la aventura son los ejes en los que pivotan la diversión (¡qué creador de eslóganes se está perdiendo la publicidad!).
Si Greta Thunberg es tu musa y te pirra el asunto medioambiental, deja de retrasar la visita a Selwo Aventura, ya que en ella podrás realizar una gran expedición por diferentes territorios que te trasladarán al continente africano para conocer especies emblemáticas como la jirafa, el hipopótamo, el lémur, la cebra, el guepardo… y todos los demás miembros del reparto de El rey león.
Acudir a La Concepción antes de que llegue la Navidad
Este es el momento idóneo para visitar el Jardín Botánico de La Concepción en Málaga capital porque dentro de poco se transformará en un escenario lleno de focos parpadeantes y epilépticos y música estridente y machacona por obra y gracia del Ayuntamiento y la excusa de la Navidad.
Así, gracias al milagro de la luz eléctrica, el escenario preferido por los novios para hacerse sus fotos de postboda se transformará en otra calle Larios que, suponemos, sera un éxito absoluto con autobuses y autobuses venidos de cualquier parte para asistir a un espectáculo nunca visto en el Jardín Botánico Histórico de La Concepción.
Un lugar que, más allá de que busquemos tomar una imagen con la que tratar de aplacar nuestro vacío existencial, se tiene la obligación de visitar alguna vez en la vida. Y qué mejor momento que ahora, cuando todavía no ha sido convertido en una bombilla gigante y aún se mantiene como un lugar tranquilo. Un verdadero remanso de paz en mitad de Málaga que puede dejar de serlo. ¡Corre a verlo, insensato!
Que una polilla se te pose en un ojo
Para ello lo mejor es que organicemos una visita al mariposario de Benalmádena. ¿A que ya no recordabas que Benalmádena tiene un mariposario? Pues lo tiene.
Encontramos este espacio está junto a la estupa budista de la localidad y, como su nombre deja a las claras, es un recinto que reúne más de 1.500 mariposas y polillas de todo el mundo para que revoloteen por tu cara.
Es un hábitat tropical, así que prepárate para un ambiente pegajoso y húmedo (los de pelo rizado saldrán como uno de los Jackson 5) que merece la pena soportar porque la visita acaba con más fotografías y más coloridas de las que tu cuenta de Instagram será capaz de soportar.
Gritar «¡Soy budista!» en la estupa de Kalachakra
El mariposario de Benalmádena está junto a la estupa budista de la localidad. Pero esta no es la única construcción de este tipo en la provincia, ya que en Vélez-Málaga encontramos otra que Richard Gere visita cada dos por tres viajando en su no deseado jet privado.
Este monumento, que recibe el nombre de estupa de Kalachakra es un inmueble que trata de reflejar la mente, el cuerpo y el habla de Buda, junto con el de todos los seres iluminados, la paz universal y, además, contribuye a la unión entre los diversos pueblos. ¡Toma ya! Sólo falta que te procure un superlike en el Tinder para triunfar por una vez.
Desde su localización, en la pedanía del Trapiche, en el conjunto que conforma el centro budista Karma Guen, se puede contemplar tanto el mar Mediterráneo como Sierra Tejeda y Almijara, la Maroma y numerosos pueblos de la Axarquía.
Como decíamos, se comenta que esta mágica construcción es visitada cada poco por Richard Gere, quien pasa, con permiso de Lisa Simpson, por ser uno de los budistas más famoso del mundo, por delante incluso del Dalái lama.
Que nos dé la alergia en el orquidiario de Estepona
El parque botánico de orquídeas de Estepona esconde variedades muy diversas y hermosas de esta bella flor que ha servido desde hace siglos para arreglar los diversos problemas matrimoniales. En serio, regalar una es mano de santo.
Este parque botánico es la mayor colección europea de su género y una de las más grandes del mundo. Entre las más de 5.000 plantas que contiene, se pueden contemplar más de 1.300 especies de orquídeas de todo el mundo.
Además, el propio inmueble que arropa al orquidiario es una belleza. Con tres grandes cúpulas que permiten que la luz natural entre en su interior, este moderno edificio se reparte en una superficie de mil metros cuadrados y está dividido en dos niveles separados por un hermoso bosque de bambú.
Contemplar la fauna de Fuengirola
El Bioparc luchó duramente durante años para desterrar de la mente de los malagueños las imágenes del antiguo zoología de Fuengirola. Y desde luego que Bioparc no tiene que ver absolutamente nada de aquel horror.
Para empezar, su objetivo es la conservación, siendo un parque que aporta proximidad mediante la transmisión en las visitas de la necesidad de preservar la naturaleza, al tiempo que desarrolla programas de reproducción en cautividad, velando por mantener la riqueza de la biodiversidad.
De este modo, aunque parezca lo contrario, es un modo de apoyar la labor de la Fundación Bioparc, al tiempo que se disfruta de las numerosas actividades que se realizan alrededor de este parque. Visitas guiadas, talleres, encuentros, incluso cenas románticas, tienen cabida en este espacio que seguro que todavía nos has visitado.
Maravillarse con el castillo de Colomares
El castillo de Colomares de Benalmádena (¡en esta localidad hay mucho que hacer!) es uno de los lugares más locatis de Málaga. Esta construcción está dedicada al psicópata (según los defensores de la Leyenda Negra) Cristóbal Colón y al (apocalíptico) Descubrimiento de América y fue un proyecto muy freak llevado a cabo por Esteban Martín y Martín, entre 1987 y 1994, quien lo levantó con sus propias manos.
Ocupa 1.500 metros cuadrados y presenta diversos elementos simbólicos representativos de los Reyes Católicos y referencias al viaje de Colón y las tres culturas presentes en la España medieval: cristianismo, judaísmo e islamismo.
El castillo de Colomares está construido con materiales sencillos: ladrillo, hormigón, piedra natural, madera y cristal para algunas vidrieras. Martín y Martín armó este tributo entremezclando diversas influencias arquitectónicas como el estilo neobizantino, neorrománico, neogótico y neomudéjar, que marcaron culturalmente España.
Perderse (es un decir) en la Cueva de Nerja
¿Cuándo fue la última vez que dijiste de ir a la Cueva de Nerja? Fíjate que no preguntamos cuándo fue la última vez que fuiste. Pues bien, ya ha llegado la hora de subsanar semejante error y reencontrarnos con este lugar.
Y más ahora que esta cavidad ha vuelto a demostrar su importancia arqueológica y patrimonial, amén de ser uno de los espacios más hermosos de la provincia.
Las galerías de la Cueva de Nerja se deben visitar aunque sea una vez en la vida para contemplar la belleza de sus salas: la del Cataclismo, del Vestíbulo, de Belén, del Ballet, de los Fantasmas, de la Inmensidad, de la Lanza, de la Montaña, el Laberinto, las Columnas de Hércules…
Uno de los aspectos que hace más atractiva a la Cueva de Nerja es la enorme cantidad de estalactitas y estalagmitas que contiene. De hecho, en su interior se encuentra la columna natural más grande del mundo con 32 metros de altura, lo que bien merece una visita que no debemos postergar por más tiempo.