Málaga es, desde hace ya, una capital absolutamente europea. Y como cualquier ciudad importante que se precie, y más aquellas en las que su economía está basada con solidez en el turismo, explota todos sus recursos para hacerla lo más atractiva posible en el competitivo mercado internacional. Esto provoca que se abran nuevas posibilidades que en el caso malagueño son lógicas como, por ejemplo, el negocio de los guías turísticos.
Así, de un tiempo a estar parte, las calles de la ciudad costasoleña por excelencia se han llenado de grupos de turistas y visitantes que, pastoreados por estos amables anfitriones, se maravillan con los secretos y los entresijos de una ciudad con milenios de antigüedad. Una oferta que no sólo se queda dentro de las fronteras de la urbe, sino que en muchos casos ha dado el salto al resto de la provincia: a pueblos, parajes, yacimientos históricos, monumentos naturales…
Y entre este maremágnum destaca la empresa malagueña Cultopía Gestión Cultural que en muy poco tiempo ha logrado despertar la curiosidad de no pocas personas, y no sólo turistas, sino también de numerosos vecinos que gracias a la labor de sus guías han aprendido a mirar a Málaga y la provincia con otros ojos, dándose cuenta, quizá por primera vez, que antes de los malagueños de ahora hubo muchos malagueños antes.
Y es que éste es uno de los grandes objetivos que diferencia a Cultopía del resto: el mostrar al indígena la belleza histórica de su patria chica.
Por y para el patrimonio cultural
Mar Rubio es la fundadora y gerente de esta joven empresa que, según sus propias palabras para EL ESPAÑOL de Málaga, "surgió casi de casualidad; a veces pienso que se alinearon los planetas y terminé desarrollando algo que nunca me hubiera podido imaginar". Mar cuenta con una carrera profesional que comenzó en 2009 cuando terminó la licenciatura de Historia.
"Pensaba seguir el camino típico, el de profesora de Geografía e Historia, pero justo ese año cambiaron el antiguo CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica), que era un cursillo de unos tres meses, por el Máster de Educación, con una duración y un precio bastante superiores. Como no tenía clara mi vocación docente, decidí hacer un Máster de Gestión de Patrimonio Municipal en la Universidad de Córdoba, que contaba con profesorado de la Universidad de Málaga".
La cosa salió redonda: "mi proyecto fin de Máster fue una puesta en valor del Cementerio Inglés de Málaga, que en ese momento era prácticamente desconocido por el público mayoritario y no tenía actividad cultural alguna. El mismo profesor que me estaba dirigiendo el proyecto, Francisco José Rodríguez Marín, me animó a presentarlo a los premios Spin Off 2011 de la UMA y fue una sorpresa mayúscula resultar como una de las premiadas ese año".
El nacimiento de Cultopía
El nuevo rumbo de Mar Rubio la puso frente a una Málaga que en ese momento, hace ya más de una década, tenía muchas empresas dedicadas al turismo y a enseñar la ciudad a los turistas, "pero ninguna especializada en enseñar Málaga a los residentes". El germen de Cultopía no es, por tanto, "la típica visita llena de tópicos que se les cuentan a los guiris, sino una ruta con profundidad académica, pero que no resulte pesada. Esa era, y es, nuestra principal seña de identidad. Somos historiadores o historiadores del Arte que enseñamos el patrimonio a un público local, que es muchísimo más exigente que los turistas", afirma Rubio.
Una idea de cuyo potencial se dieron cuenta en todas partes y que fue avalada por el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial de la Junta de Andalucía (CADE), en la incubadora de empresas del Proyecto Lunar. Y por los undécimos premios Junior del IMFE, donde Cultopía fue finalista, reconocimiento que también obtuvo en 2018 al ser galardonada por los premios Málaga Joven, que entrega el Instituto Andaluz de la Juventud, en la categoría de 'Economía y Empleo'.
"Nunca antes de todo esto me había imaginado montando una empresa y, al no tener ni idea de cómo montarla, la incubación en el CADE fue determinante para que arriesgara por este camino", rememora Mar. "De hecho, la elección del nombre Cultopía, que aúna las palabras cultura y utopía, viene de mi propia visión del proyecto en ese momento: pensaba que sería una forma de ganar experiencia, pero que no duraría demasiado en realidad".
Un equipo de sabios divertidos
Cualquiera que haya asistido a alguna de las rutas organizadas por Cultopía sabe algo que es importante a la hora de calibrar el éxito de esta iniciativa: que son extremadamente divertidas. No sólo son instructivas, interesantes y esclarecedoras, sino que realmente lo pasas bien y se te pasan en un suspiro. Para ello, es importante contar con un equipo de guías profesionales que, primero, saben de qué hablan y, segundo, no se toman el asunto como un trabajo como otro cualquiera.
"La pata primordial ha sido contar con un equipo excelente", continúa la fundadora de Cultopía. "Empecé sola y poco a poco he ido incorporando compañeros que por su propio perfil me han ayudado a ampliar y desarrollar rutas nuevas porque, al final, ya no podía llegar a todo".
El primero de estos profesionales fue Jorge Jiménez, compañero de clase de Mar en la UMA, quien la ayudó en las rutas culturales y visitas guiadas, además de la documentación de las mismas. Más adelante, se reclutó a Pepe López "cuando buscaba a un licenciado en Historia que tuviese la sensibilidad especial para meterse en temas cofrades, que fuese a la vez riguroso y delicado a la hora de tratar el tema de las leyendas". En este sentido, destaca la ruta Entre la leyenda y la realidad - Especial Semana Santa de Málaga.
Alberto López fue el siguiente, "lo conocí en un curso del Ayuntamiento sobre las pinturas murales del XVIII recuperadas y vi que, como licenciado en Historia del Arte, era la persona idónea para llevar a cabo una ruta sobre esto mismo". Continuó con Antonio Márquez quien "me dejó totalmente impresionada sobre sus conocimientos de historia local y de historia oral de nuestra ciudad, así que en cuanto pudimos comenzamos a colaborar para sacar rutas de esa historia de Málaga más cercana en el tiempo".
Ana Belén Gutiérrez era guía del Museo del Patrimonio Municipal de Málaga (MUPAM) y "colaboró conmigo en desarrollar la primera ruta de mujeres de nuestro catálogo". Y más: "Álvaro Amaya nos propuso directamente algunas rutas sobre los lagares y cortijos de los que él tenía un gran conocimiento; Jésica Sánchez hizo prácticas con nosotros y nos aportó continuar por esa línea abierta de visitas con perspectiva de género… Creo que no me dejo ninguno. Todos han sentido Cultopía como suya y la han hecho crecer y consolidarse".
Los años de la Covid
Como todo empresa turística, la llegada de la pandemia y de las restricciones complicó mucho la vida a esta empresa. "Estos años han sido difíciles, no hemos subido los precios de nuestras rutas básicas y las restricciones de aforo, cuando no la total suspensión de la actividad, nos han golpeado bastante. Somos un producto cultural que, en un contexto como el actual, es el primer gasto que se recorta y es totalmente comprensible, pero aquí seguimos, luchando por sacar productos nuevos para no perder a nuestros clientes más consolidados".
Y es que Mar afirma que tienen clientes que les acompañan desde las primeras visitas, y que ya conocen con nombres y apellidos: "nos han visto crecer y de ellos siempre hemos recibido un gran apoyo". Algo que no es de extrañar porque quienes acuden a alguna de las rutas programadas por Cultopía, repite.
La agenda de Cultopía para abril
Este mes de abril está repleto de rutas novedosas gracias a la Semana Santa y el Día de la Madre. Porque una de los grandes alicientes de esta empresa es que organiza rutas que, como la fruta de temporada, son estacionarias y desgranan las entretelas de momentos que tienen lugar en diversas épocas del año.
De esta forma, su agenda de abril de este raro año 2022 supone una intensa programación en la que destaca una ruta especial de la Semana de Pasión, que sólo se puede disfrutar este mes que recién inauguramos, y el estreno de una excursión para conocer Vélez-Málaga. Y a todo esto se suman sus ya clásicas visitas para apreciar lo que esta provincia nos ofrece.