Menos de un mes y una crisis de contaminación con dos importantes restricciones impuestas al tráfico en el centro por el Ayuntamiento madrileño. Es lo que ha necesitado el servicio Car2Go para crecer de manera signficativa en la capital. Ni la mejor campaña de marketing lo hubiese logrado. La filial del grupo alemán Daimler ha logrado resultados “muy por encima de lo esperado” con su servicio para compartir coche eléctrico en la ‘almendra’ del centro de la ciudad.
El pasado 11 de noviembre era presentado en sociedad. Su consejero delegado en Europa, Thomas Beerman, era el particular maestro de ceremonias. Madrid se sumaba a otras 30 ciudades de ocho países donde la filial del grupo alemán Daimler (Mercedes y Smart) ya contaba con presencia. Sólo un día después el Ayuntamiento de Madrid imponía restricciones al tráfico por los altos niveles de contaminación. Se limitaba la velocidad y se prohibía el aparcamiento en zonas azules y verdes en el centro.
Los coches de la compañía no sufrían estas medidas extremas al ser vehículos eléctricos sin emisiones. Era la primera de las medidas que se sumaría a la tomada hace ahora casi una semana. Dos restricciones que han ayudado para ‘reclutar’ a “varios miles” de usuarios. “Muchísimos, muy por encima de lo esperado”, explica el responsable de desarrollo de negocio de la filial en España, David Bartolomé.
Se trata de un servicio de vehículos con dos plazas que no cuenta con estaciones de alquiler fijas –el usuario puede estacionar el vehículo en una zona de aparcamiento- y que se basa en una tarificación por minuto sin la obligatoriedad de volver al punto de origen del trayecto. “Ni la ciudad tiene que poner los puntos de carga, ni el usuario tiene que ni siquiera tocar un cable… Eso implica un desarrollo muy potente y muy complejo”, reconoce el directivo, quien explica que la cifra de coches con la que se ha puesto en marcha el servicio es una de las más altas.
¿Quién está detrás?
La compañía es una iniciativa empresarial del grupo automovilístico alemán Daimler, dueño de marcas como Mercedes o Smart. Surgió en 2008 en la división de innovación de la compañía. El primer proyecto piloto arrancó en marzo de 2009. Desde esa fecha ha aterrizado en 31 ciudades en Europa, Estados Unidos y Canadá con una flota de 14.000 vehículos ‘Smart’, de los que 1.650 son eléctricos. Madrid es, junto a Stuttgart (Alemania), Amsterdam (Holanda) y San Diego (Estados Unidos), la única en la que todos son de estos últimos.
En estos casi siete años de historia han sumado 50 millones de alquileres y se han conducido alrededor de 350 millones de kilómetros. ¿Cuántos de todos esos han tenido lugar en Madrid en su primer mes de vida? Desde la compañía se niegan a ofrecer cifras desglosadas por filiales y sólo se limitan a asegurar que han recibido la inscripción de “varios miles” de usuarios.
¿Dónde están los coches?
Esta flota de vehículos se encuentra dentro de la ‘almendra’ que es delimitada por la M-30. Es, quizás, la zona más conflictiva en la circulación de coches. Ha servido como zona de arranque en un primer periodo de adaptación. Pero la compañía espera hacer una ampliación.
“Saldremos de esta área”, resalta el directivo. El objetivo a medio plazo es incrementar la zona de acción. Hoy da servicio a un puñado de distritos entre los que se encuentran Centro, Retiro, Salamanca, Tetuán o Chamartín.
¿Y la relación con el resto de medios de transporte en Madrid? “Es un servicio complementario; no lo vas a utilizar todo el día, pero lo puedes combinar con la bici, el autobús o el metro”, afirma Bartolomé.
¿Y su negocio?
La compañía surgió bajo el paraguas de un ‘gigante’ automovilístico pero con el objetivo de lograr un beneficio económico. Sin embargo, hoy por hoy no tiene previsto que esas ganancias lleguen a corto plazo.
No está en los planes porque la amortización de una inversión como esta es a muy largo plazo. “Con todo el desarrollo tecnológico que hay detrás, la apuesta es que adquirirá un nivel de uso alto con el que se pueda alcanzar el ‘break-even’” (equilibrio de ingresos y gastos), reconoce el directivo.
A día de hoy no es rentable, aunque estiman que lo sea en el futuro. En España la sociedad con la que opera es Car2Go Iberia. Es 100% propiedad de Car2Go Europe, la matriz alemana. Fue constituida en mayo de este año. En su sede cuentan con una docena de trabajadores, aunque en el área de mantenimiento de los vehículos hay en torno a 40, según las cifras facilitadas por la propia compañía.
Dada la recepción, su objetivo es crecer a medio plazo. “Pero debemos estabilizar nuestro desarrollo tecnológico; después de Navidad daremos un paso más aumentando el número de vehículos y la zona operativa”, avanzan desde la firma. Madrid no es la única ciudad en la que se plantean estar presentes. Tienen en su mira, sobre todo, en áreas con mucha población. Sin embargo, estas nuevas ‘conquistas’ no tienen fecha.