A partir de marzo, Seat empezará a reparar los 700.000 coches que emiten más óxido de nitrógeno (NOx) del que deberían gracias al trucaje de sus motores. De esa cifra, cerca de 180.000 circulan por las carreteras españolas, según ha confirmado el presidente de la compañía Luca de Meo en un encuentro con medios de comunicación y representantes de la industria automovilística
¿En qué va a consistir la reparación? A la mayoría de coches habrá que actualizarles el software y tendrán que estar cerca de media hora en el taller. En el resto tendrá que sustituirse una pieza del hardware, lo que conllevará el doble de tiempo. Unas reparaciones que se prolongarán a lo largo de un año y cuyo coste correrá a cargo de Seat, que no desvela cuánto tendrá que invertir en las reparaciones.
La gestión de la crisis de las emisiones, que afecta a cerca de 10 millones de vehículos de grupo Volkswagen, es la primera prueba de De Meo al frente de Seat, que sustituyó en la presidencia de la filial española a Jürgen Stackmann en otoño, justo después de que saltara el escándalo.
Volkswagen tuvo que reconocer que manipuló los motores de millones de coches para que, en los test de prueba, las emisiones contaminantes estuvieran dentro de los parámetros legales. Una vez en carretera, el software manipulado deja de funcionar y las emisiones se disparan.
Coste millonario
De Meo no ha querido hablar de costes para la compañía, pese a que la multinacional alemana ya ha reconocido que la provisión para hacer frente al escándalo supera los 6.500 millones de euros. Una cifra que le ha llevado a replantearse sus inversiones. Sin embargo, el directivo italiano, que procede de Audi, asegura que el escándalo puede ser una oportunidad para mejorar los procesos de producción y la transparencia con la que opera la compañía.
Tampoco ha querido valorar cómo la polémica ha dado el salto más allá de la multinacional alemana, después de que Renault haya llamado a revisión a 15.000 modelos que contaminan por encima de los límites legales. En este caso, según el Gobierno galo (accionista de referencia de Renault) sin manipulación. Simplemente, contamina de más. “Las reglas son las reglas y las tenemos que seguir”, ha asegurado el presidente de Seat. “Espero que no haya muchas situaciones así, la industria necesita estabilidad”.