El Honda CR-V se renueva completamente y llegará a a Europa en unos meses
Honda ha presentado, de momento sólo en EEUU, una nueva generación del CR-V, un SUV medio que, desde su lanzamiento allá por el año 1997, se ha convertido a lo largo de sus cuatro generaciones en uno de los modelos más importantes para la historia de Honda gracias a sus buenas cifras de ventas alrededor del globo.
La actual generación del CR-V, la cuarta, fue lanzada en el año 2011, ofreciendo un diseño más atractivo y conservando cualidades innatas de la marca como un espacio interior muy bien aprovechado y unas mecánicas fiables y solventes. El CR-V fue, de hecho, el primer Honda en montar elementos como una nueva caja de cambios automática de 9 velocidades o el primer diésel biturbo de la marca, un 1.6 i-DTEC con 160 CV.
No obstante, la imagen del CR-V ya empezaba a acusar el paso de los años, sobre todo comparada con la de una competencia más moderna. Honda ha decidido apresurarse y presentar la quinta generación del CR-V en EEUU, lo que significa que para su llegada a Europa tendremos que esperar aún unos cuantos meses.
Sin embargo, cabe destacar que este nuevo CR-V cuenta con un diseño más atractivo gracias a un frontal rediseñado que, por primera vez, puede equipar faros con tecnología Full LED. En la parte trasera se han modificado los paragolpes y los grupos ópticos. De hecho, es una generación completamente nueva, pero que a su vez se mantiene plenamente reconocible como un CR-V.
En el interior los cambios son más llamativos, con un tablier 100% renovado, en el que la calidad de realización ha ganado enteros. El equipamiento se amplía con la llegada de sistemas de seguridad preventiva más avanzados, como un control de crucero adaptativo con asistente de atascos, luces largas automáticas, reconocimiento de peatones o lector de señales de tráfico.
Técnicamente, el nuevo CR-V da también un gran paso hacia adelante. Para empezar, utiliza la plataforma del nuevo Civic que acaba de presentarse, y es posible que acoja también sus motores, lo que significa la adopción, por primera vez en un CR-V de un motor de gasolina turboalimentado, concretamente el 1.5 i-VTEC de 190 CV que ya hemos conocido en el nuevo Civic.
Aún no se conocen datos acerca de su llegada a Europa, pero es muy posible que a principios del próximo año el nuevo CR-V desembarque en el viejo continente para plantar cara a sus rivales con fuerzas renovadas.