Los problemas de la nueva movilidad basada en el coche compartido
Indefensos ante lo que puede ser uno de los principales problemas del nuevo concepto de movilidad, especialmente en lo que se refiere a los trayectos urbanos. El coche de alquiler ha dejado de ser un gran extraño dentro de la industria del automóvil, algo que ha ido evolucionando con el tiempo y mutando en lo que actualmente conocemos como Car-Sharing o coche compartido, una filosofía en la que las marcas incluso han querido involucrarse, viendo en ella uno de los posibles futuros a los que se enfrenta el sector del transporte tal y como lo conocemos actualmente.
Sin embargo, no todo son ventajas en esta forma de entender el automóvil ‘sin propietarios’. Es lógico pensar que cada una de las unidades que forman parte de sistemas populares del Car-Sharing como es el caso del car2go, están sometidos a un gran castigo. No todo el mundo conduce de forma cuidadosa, respetando los consejos para aumentar la vida útil de un vehículo, incluso las condiciones meteorológicas afectan al ‘tener que dormir’ a la intemperie cada noche. Todo ello hace que el deterioro sea prácticamente inevitable, incluso viéndose acelerado por vandalismo callejero o descuido por parte de otros conductores.
La obligación de cada uno de los usuarios de este sistema es el de registrar cada uno de los problemas surgidos de su utilización personal de alguno de los coches. Las reglas de uso están claras. Los vehículos de car2go, al estar asegurados con franquicia, obligan al usuario culpable de un daño o accidente a pagar la reparación hasta los primeros 500€, a partir de los cuales sería el seguro el que se encargaría de cubrir los costes de reparación. Esta premisa debería ser suficiente para que cada uno de los clientes haga un uso responsable y considerado con el resto de conductores que utilizan dicha fórmula para realizar sus desplazamientos.
Sin embargo, esto no siempre sucede y más allá de la incomodidad que pueda suponer una tapicería con olor a tabaco o un asiento pringado por el café de otro usuario derramado, hay un problema de trasfondo que afecta a los usuarios del Car-Sharing: el encontrarse indefensos ante una acusación de una utilización negligente del servicio. De un tiempo a esta parte se han dado ya algunos casos que muestran a usuarios del sistema que han sido acusados injustamente de un desperfecto realizado tanto en la carrocería como en el interior del que no han sido responsables y que no habían sido registrados antes de haber pasado el afectado por su volante. Recordemos que los costes por reparaciones pueden llegar hasta los 500€ por daños que en este caso no habrían sido responsabilidad tuya.
¿Cómo se puede evitar ser acusado de un uso fraudulento en el que no hemos sido participes? En este caso el usuario no tiene un método fácil, infalible y sencillo. Se debe comprobar y comunicar cualquier daño que se pueda observar antes de utilizarlo, a poder ser aportando documentación gráfica -acompañadas de hora y fecha- del estado anterior y posterior a su servicio y más concretamente de los desperfectos que pueda presentar. Una inversión de tiempo que habitualmente está reñido con uno de los principales objetivos del Car-Sharing, una forma sencilla de utilizar el automóvil para ir de un punto A, a un punto B sin otras preocupaciones. Esto también influirá en el coste de servicio, ya que al emplear estos minutos en acciones más allá de la conducción, la duración del servicio es mayor, algo que aumenta el coste ya que se está ‘alquilando’ este vehículo por 0,19€ por minuto con aparcamiento, carga y seguro incluidos.
En caso de que todo este tipo de acciones preventivas no se hayan podido realizar, la única vía para el usuario será la de denunciar su caso ante las distintas asociaciones de consumidores, algo que no siempre te asegurará la victoria ante la imposibilidad en la mayoría de situaciones de encontrar al responsable de estos daños entre los propios usuarios o frente a los desperfectos producidos por otros conductores o viandantes ajenos al uso de los servicios de coche compartido. Sin duda, una de las principales razones por las que muchos interesados siguen presentando reparos a la hora de utilizar este sistema.