El mareo, gran enemigo de los viajes en Semana Santa
Comienza la gran evasión de Semana Santa y con ella los desplazamientos en coche se multiplican para millones de familias españolas -la Dirección General de Tráfico preveía 14.5 millones de desplazamientos en toda España-. A la espera del buen tiempo, la otra gran preocupación para todas ellas es la de superar el trámite del viaje de la mejor forma. Una de las grandes preocupaciones a parte del tráfico, es la de los temidos mareos, especialmente por parte de los ocupantes de las plazas traseras.
Posiblemente esa frase de “me estoy mareando” sea una de las más temidas cuando te encuentras afrontando un viaje largo o simplemente te encuentras encerrado en alguno de los numerosos atascos que se producen por estas fechas. Es en gran parte esa dificultad e impotencia que supone a la hora de buscar una solución o tratar de aliviar los síntomas lo que lo convierten en uno de los problemas comunes más complejos a la hora de afrontar.
Conocida por el nombre técnico de cinetosis o mareo cinético, es producido por desequilibrios entre señales que recibe el cerebro desde los ojos y los órganos responsables del equilibrio, en el oído. Los síntomas empiezan en la mayoría de los casos por bostezos y sudoración, algo que posteriormente puede venir acompañado de palidez, exceso de salivación, náuseas y finalmente vómitos.
Según un estudio realizado por Ford, son los niños y adolescentes los más propensos a ser afectados por este mal dentro de cada coche y hasta 2 de cada 3 personas han reconocido que han sufrido este mal dentro del habitáculo de un coche en algún momento de sus vidas. Los bebés no se marean. Solo empieza a ocurrirles cuando empiezan a caminar. Las embarazadas son otro de los principales grupos a los que les afecta la cinetosis en gran medida, e incluso las mascotas no son ajenas a ello.
Son especialmente los usuarios que observan pantallas los más propensos a sufrirlo, tanto los que utilizan algún tipo de dispositivo móvil, videojuego ebook o sistema de infoentretenimiento. Los expertos aseguran que de media los pasajeros, en su totalidad adultos, que iban realizando alguna acción similar, se sintieron mal después de apenas 10 minutos de trayecto.
También se pudo concluir que en los casos en que estas pantallas van montadas en alto, por ejemplo, en el respaldo de los asientos delanteros, los voluntarios que participaron en el estudio eran menos proclives a sufrir dichos mareos al tener referencia visual de la carretera mientras observan el dispositivo.
Consejos para aliviarlo:
Uno de los consejos más habituales es que las personas más propensas a sufrir mareos ocupen las plazas delanteras por el simple hecho de que así tendrán mejor visibilidad de la carretera y por tanto esos desequilibrios entre las señales que recibimos y nuestro cuerpo son menores. De no ser posible, en vehículos con cinco plazas puedes utilizar la plaza trasera central, lo que te permitirá tener una mejor visión.
El conductor también tendrá una gran responsabilidad, siendo aconsejable que realice una conducción suave, tanto a la hora de manejar los pedales como a la hora de utilizar el volante. Clave hacerlo sin acelerones ni volantazos. También será importante la comunicación con los pasajeros, pudiendo avisar de posibles baches o incluso tratando de distraer a los pasajeros ya afectador por el mareo. No ayuda hacer hincapié y recordarles a los ocupantes la posibilidad de sufrir este mal, ya que puedes ponerlos en una posición de predisposición a ello.
Además de los medicamentos, también hay otras conductas recomendadas como las de beber refrescos de cola y tratar de evitar el café, utilizar una almohada o reposacabezas para mantener la cabeza lo más inmóvil posible y mantener el habitáculo lo más limpio y fresco posible, utilizando el climatizador en días muy calurosos para asegurar precisamente el flujo de aire freso.
