El Dodge Viper cesará su producción a finales de agosto ¿Adiós definitivo?
Los modelos vienen y van en la estrategia comercial de una fabricante de automóviles y en muchas ocasiones las marcas suelen dejar descansar el nombre de uno de sus vehículos más icónicos por temor a no mejorar lo presente. Con el sector volviéndose prácticamente cíclico, es habitual encontrarnos con algunos de los modelos que marcaron a las generaciones pasadas, regresar después de una o dos décadas.
Sin embargo, en este trajín de ir y venir de productos dentro de los catálogos de los fabricantes de automóviles, nos encontramos como algunos nombres icónicos desaparecen de la noche a la mañana, con la incertidumbre de no saber si llegaremos a ver una nueva generación del mismo. Precisamente, uno de los nuevos miembros de este numeroso club es el Dodge Viper, sin lugar a dudas, uno de los deportivos estadounidenses por excelencia que durante años se ha enfrentado a los representantes de Ford o Chevrolet en su mismo segmento.
Nunca es fácil tener que enfrentarte a modelos tan conocidos como el Corvette, sin embargo, la última generación del Dodge Viper, la tercera, ha pasado prácticamente de puntillas por el mercado, algo que finalmente ha obligado a FCA, propietaria de la firma norteamericana, a tomar medidas. Concretamente, el próximo 31 de agosto, la fábrica de Conner Avenue cerrará de forma definitiva sus puertas, factoría en la que hasta ahora se realizaba el ensamblado precisamente del deportivo más salvaje de Dodge, así como de sus versiones especiales.
El problema de esta última hornada de Viper no ha estado únicamente en el hecho de encontrarse en el escalón intermedio entre el Ford GT -prácticamente un coche ideado para las carreras que ha sido matriculado para circular por la calle- y el Chevrolet Corvette, este último más barato. A los que en teoría eran sus rivales directos se sumaba el enemigo en casa, con la creación por parte de Dodge de una versión todavía más deportiva de su muscle car de referencia, el Dodge Challenger Hellcat. También con un precio más económico, ha supuesto un éxito que ni en la propia marca esperaban, relegando a un segundo plano al Dodge Viper de tercera generación, el cual nunca estuvo tocado por la varita de la rentabilidad.
Los dirigentes del Grupo FIAT-Chrysler a buen seguro temieron que el mito del Dodge Viper pudiera perder valor, por lo que tomaron la casi tan dura decisión de parar la producción de uno de sus modelos, sin tener claro su próximo relevo. La imposición de utilizar airbags de cortina en dichos modelos obligaba también a rediseñar el chasis y el habitáculo, guinda por la que finalmente FCA decidía sacrificar a uno de los grandes estandartes de la marca. Los trabajadores por su parte, serán reasignados dentro de otras áreas de la empresa, intentando que esta decisión quede tan sólo en ‘dolor emocional’ para todos los incondicionales seguidores a la mordedura de la víbora.