Uno de los argumentos que se suele utilizar para no dar el salto a la movilidad eléctrica es la posible incertidumbre que genera cargar un coche eléctrico durante un viaje largo.

Sobre todo, después de sucesos puntuales como el que ocurrió en la última Semana Santa en Atalaya del Cañavate (Cuenca). Allí, se produjo el hecho de que muchos usuarios de Tesla confluyeron en una misma estación a la vez. A ello se sumó que ese día no todos los cargadores estaban en funcionamiento. ¿El resultado? Hubo esperas de entre una y dos horas para cargar los vehículos, situación que se viralizó rápidamente en redes sociales.

Sin embargo, más allá de ese momento puntual, lo normal es no tener grandes esperas a la hora de recargar un coche en un punto de recarga público. España actualmente, según asociaciones como Anfac y Aedive, cuenta con más de 34.000 puntos. Por tanto, si tenemos en cuenta que la DGT contabiliza alrededor de 180.000 coches eléctricos puros vendidos en los últimos años, esto significa que actualmente la proporción aproximada es de un punto de recarga por cada cinco coches eléctricos.

En España aproximadamente hay 175.000 coches eléctricos y unos 34.000 puntos de recarga. José Luis Cano

Aunque esta proporción está en línea con otros países del entorno, sí habría margen de mejora en las potencias de los puntos de recarga. Según Aedive, el 66% de los puntos de recarga son lentos (potencias de hasta 22 kW), el 24% son rápidos (potencias de hasta 50 kW) y el 10% son ultrarrápidos (entre 50 y más de 250 kW). Por tanto, aquí lo ideal sería -sobre todo en vías de gran afluencia- que la mayoría de los puntos instalados fueran de alta potencia.

Aun así, lejos de quedarnos sólo en unos números y en las frías estadísticas, en EL ESPAÑOL hemos querido comprobar de primera mano cómo está la situación de la recarga en España. Y para ello hemos registrado en los meses de junio, julio y agosto hasta 5 recargas públicas con tres coches eléctricos diferentes. De esta manera, podemos obtener conclusiones sobre el tiempo de la recarga y sobre si hay o no esperas en los cargadores.

El Voyah Free es un coche eléctrico de gran tamaño.

Lo primero, los coches. Los modelos utilizados para este experimento han sido un BYD Seal, un Volkswagen ID.7 y un Voyah Free. Se trata de modelos de alta gama con un elevado precio, pero también con potencia y calidades altas.

En cualquier caso, como aquí de lo que se trata es de saber cómo recargan, analizaremos la capacidad de carga de cada uno de ellos. Aquí podemos decir que el BYD Seal tiene una potencia máxima de 150 kW, el Volkswagen ID.7 tiene una de 175 kW y el Voyah Free una de 100 kW. Por su parte, el consumo oficial de estos coches es de 18,2 kWh para el BYD Seal, 14,1 kWh para el Volkswagen ID.7 y de 20,2 kWh para el Voyah Free.

El BYD Seal durante el proceso de carga. José Luis Cano

Por tanto, y según la clasificación de Aedive de los puntos de recarga, podríamos decir que todos estos coches admiten potencias de carga ultrarrápidas.

Una vez que tenemos los coches, vamos a elegir los puntos de recarga. Y aquí hemos seleccionado los de Iberdrola e Iberdrola BP Pulse para comprobar cómo cargan estos coches eléctricos.

El Volkswagen ID.7 en el momento de la recarga.

¿La razón? Iberdrola es el primer operador de recarga con 7.000 puntos en España.

Por su parte Iberdrola BP Pulse (compañía conjunta formada por Iberdrola y BP) en menos de un año de funcionamiento se ha situado en el podio de la recarga rápida.

Volkswagen ID.7 en un punto de 150 kW

Comenzamos el experimento a mediados de junio. Y lo hacemos con un punto de recarga ultrarrápido de Iberdrola BP Pulse en los alrededores de Madrid. En concreto, se trata de una estación en Boadilla del Monte, situada cerca de un restaurante de comida rápida, que cuenta con una estación con dos puntos de recarga de 300 kW.

Una vez allí, lo primero que comprobamos es que no hay nadie cargando. Por tanto, podemos realizar la recarga sin esperas. Comenzamos abriendo la aplicación de Iberdrola en el móvil, escaneando el QR. Así comienza la recarga en el Volkswagen ID.7.

Momento de la recarga del Volkswagen ID.7. José Luis Cano

En esta ocasión, no hemos querido pasar mucho tiempo recargando ya que llegamos al lugar con el 60% de la batería. Lo justo para tomar un café en el restaurante de comida rápida. En total, 11 minutos exactos de parada. En este tiempo el coche ha pasado del 60% al 77% cargando 13,34 kWh.

Teniendo en cuenta que el consumo cada 100 kilómetros de este coche ronda los 14 kWh podemos decir, por tanto, que con esta parada de un café nos daría tiempo a recorrer los mencionados 100 kilómetros.

Si bien es un tiempo corto, sí que podemos sacar la conclusión de que este punto no ha dado su máximo potencial. De hecho, cuando llegamos y empezamos a cargar comenzó en 80 kW.

Si bien es cierto que el coche no estaba en su punto óptimo de inicio de carga (lo ideal es comenzar con un 10% o un 20%), sí pensamos que al menos debería haber cargado a 100 o 125 kW. No obstante, la experiencia ha sido buena y rápida. En cuanto, al precio, este cargador ha sido de los más caros utilizado. En total, 9,2 euros lo que hace que el precio del kWh sea de 0,69 euros.

BYD Seal en un punto de 150 kW

Seguimos con nuestro experimento. Ahora toca realizar una recarga con un BYD Seal en un punto de Iberdrola BP Pulse de 150 kW. Este coche eléctrico destaca por su diseño atractivo, buen comportamiento y elevada potencia. La versión probada es la de tracción total con 530 CV. Como hemos señalado anteriormente este coche admite una potencia de carga de 150 kW y tiene un consumo oficial de 18,2 kWh.

En cuanto al punto elegido, se trata de la estación de recarga de Iberdrola BP Pulse en Valdemoro, Madrid, que cuenta con dos puntos de recarga de 150 kW. Así que nos desplazamos hasta esta estación y una vez allí comprobamos que no hay ningún coche cargando, así que una vez más vemos que no hay esperas para cargar.

A esta estación hemos llegado con apenas un 11% de batería. Así que es un buen porcentaje para iniciar la carga. Una vez más, necesitamos sólo una pequeña carga para llegar al domicilio, así que pararemos unos pocos minutos. Y aquí nada más empezar a cargar comprobamos que la potencia de carga es más elevada.

En concreto, el coche empieza a cargar en 147 kW, que es la potencia máxima del coche y del cargador. Es entonces cuando decidimos parar la carga y comprobamos que en nueve minutos hemos cargado 19,1 kWh. Por lo tanto, bastan estos nueve minutos para recorrer 100 kilómetros. En cuanto al precio, han sido 10,3 euros, lo que implica una tarifa de 0,54 euros el kWh.

El Voyah Free en el área de Burgos de Iberdrola BP Pulse. José Luis Cano

Ahora viene el plato fuerte del experimento puesto que vamos a realizar numerosas cargas con un coche recién llegado al mercado. Se trata del Voyah Free. Este SUV de gran tamaño pertenece al Grupo Dongfeng y se comercializa en España de la mano de Salvador Caetano.

En este sentido, el Voyah Free cuenta con una batería de enorme capacidad (100 kWh netos) si bien la potencia de carga no es tan elevada como los otros coches mencionados. En el Voyah Free la potencia de carga es de 100 kW.

Comenzamos la experiencia de carga con este coche en la estación de carga de Iberdrola BP Pulse en el Hotel Abadesa, en los alrededores de Burgos. Se trata de un punto muy interesante para los viajes que unen el norte y el centro de la Península, puesto que está en una situación perfecta para parar a mitad de viaje. Además, cuenta con ocho puntos de recarga con potencias que van desde los 80 kW y hasta los 350 kW. De los ocho puntos, dos estaban libres, así que tampoco sufrimos esperas.

En esta ocasión, con el Voyah Free hemos salido de nuestro domicilio con el 100% de carga y hemos llegado al punto con el 45%. En total han sido 240 kilómetros en los que hemos gastado unos 55 kWh, es decir una media de unos 27'5 kWh cada 100 kilómetros reales (el ordenador de viaje es más optimista y dice que el consumo se sitúa entre los 22 y los 24 kWh).

El Voyah Free cargando en un punto de 180 kW.

Una vez que llegamos a la estación de recarga de Iberdrola BP Pulse enchufamos el coche y comienza la carga. La potencia del cargador es de 350 kW y el coche está cargando a 91 kW. Se trata, por tanto, de una cifra positiva, puesto que la potencia de carga máxima del coche es de 100 kW, así que podemos decir que la carga es muy satisfactoria.

En este sentido, además, como queremos hacer un viaje largo, vamos a estar algo más de tiempo en la parada. En concreto, serán 26 minutos en los que hemos repostado 37,2 kWh. Es una cifra más que razonable para partir con más del 80% de batería y llegar a nuestro destino. En cuanto a la tarifa, el precio de esta recarga es de 0,69 euros. Sin embargo, como realizaremos más viajes en verano hemos optado por coger un plan aventurero de Iberdrola para que nos salga el kWh a 0,36 euros, una cifra muy interesante para la potencia entregada. En definitiva, la experiencia ha sido excepcional.

Una vez llegados a destino, hacemos otra parada para una recarga. En esta ocasión se trata de un pequeño pueblo de Asturias (La Franca) con apenas 200 habitantes. Sin embargo, como por esta pequeña localidad pasa por la N634 y esta carretera sí tiene afluencia, hay una estación de recarga de Iberdrola de 50 kW que se reparte en 40 kW para el punto de corriente continua y 10 kW para el punto de corriente alterna.

Pues bien en esta ocasión, sí queremos recargar el coche por completo para así olvidarnos en destino de buscar muchos cargadores. Así que llegamos con el 30% al cargador y enchufamos en el punto de Iberdrola de corriente continua.

El Voyah Free recargando en La Franca (Asturias) en un punto de Iberdrola de 50 kW. José Luis Cano

En cuanto al precio, aquí hemos empleado el precio de tarifa convencional que es de 0,45 euros el kWh. Por tanto el coste de la recarga ha sido de 31,92 euros. No obstante, con esta carga Iberdrola nos ha dado un saldo de 3,19 euros para poder descontar del recibo de la luz cuando queramos. Por tanto, podemos decir que el precio real de la carga ha sido de 0,40 euros el kWh.

Y cerramos el experimento de la carga con otro viaje de vuelta entre Asturias y Madrid y volviendo de nuevo a recargar en el área de Iberdrola BP Pulse de Abadesa. Una vez más, otra recarga en la que no hemos tenido que esperar puesto que estaban casi todos los cargadores vacíos.

En esta ocasión el cargador utilizado ha sido el de 180 kW. Y aquí hemos llegado con la batería al 28% aproximadamente. Una vez iniciada la carga, el cargador a empezado a 96 kW y de ahí no ha bajado hasta que la hemos detenido.

Con estos desplazamientos hemos evitado casi 200 kilos de CO2.

En total, han sido 52,2 kWh de carga en 34 minutos. En cuanto al precio, han sido 0,54 euros el kWh, con un coste total de 28,21 euros.

No obstante, Iberdrola nos vuelve a generar un saldo de 2,82 euros en la factura, por lo que podemos decir que el coste real del kWh en esta carga ha sido de 0,48 euros, una cifra muy razonable para esta potencia.

Como conclusión, por tanto, podemos decir que hemos realizado cinco cargas en infraestructura pública y en ninguna de ellas hemos tenido que esperar ni un solo minuto. Además, tres de ellas han sido en periodos de los meses de julio y agosto en los que las carreteras están cargadas de automóviles.

En cuanto al tiempo empleado en la carga, ha sido de unos 30 minutos de media en viajes largos. Una vez en destino las cargas han sido más largas. En total, he empleado tres horas y 16 minutos.

La energía cargada ha sido de 192,79 kWh y el precio 93 euros, lo que deja un coste de 0,48 € cada kWh. Y lo mejor de todo, la experiencia ha sido muy buena y nos hemos desplazado sabiendo que nuestros trayectos han evitado alrededor de 160 kilos de CO2 según nos recuerda la aplicación de Iberdrola.