En 1999 la ONU asumió el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Un día que se utiliza para denunciar la violencia machista permanece en todo el mundo y que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo, y se reclaman políticas que erradiquen esta lacra. Sin embargo, la conmemoración de esta necesaria lucha se produjo mucho antes, en América Latina, para recordar el cruel asesinato de tres mujeres que lucharon contra la dictadura de Rafael Trujillo.
Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal marcaron un antes y un después en la historia de República Dominicana. Muchos consideran su asesinato como un punto de inflexión en la lucha contra el dictador Trujillo, que gobernó el país durante 30 años y dejó un balance de más de 50.000 muertes.
Conocidas como las Mariposas, fueron apaleadas y ahorcadas por militares bajo las órdenes del dictador el 25 de noviembre de 1960. Una vez muertas, sus cuerpos fueron arrojados por un barranco para simular un accidente de tráfico. Los hechos provocaron la indignación de una gran mayoría de dominicanos que mantuvieron viva su resistencia contra el régimen. Unos meses más tarde, en mayo de 1961, el dictador fue asesinado.
Su historia
Patria, Minerva y María Teresa, que al morir tenían 36, 34 y 25 años respectivamente, crecieron en un hogar rural acomodado en el municipio de Salcedo, situado en la provincia Hermanas Mirabal, renombrada en 2007 en su honor. Con la llegada de Trujillo al poder, la familia perdió casi toda su fortuna y las hemanas se unieron a un grupo opositor.
Las tres fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones, pero eso no quebrantó su espíritu de lucha. "Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte", contestaba Minerva, una de las primeras mujeres en obtener el título de Derecho durante la dictadura, cuando la advertían sobre el peligro de sus acciones.
El 18 de mayo de 1960, Minerva y María Teresa fueron condenadas a tres años de prisión, junto con sus esposos, por atentar contra la seguridad del Estado dominicano. Sin embargo, y de manera completamente inesperada para las Mirabal, el 9 de agosto las dos mujeres fueron puestas en libertad por disposición expresa de Trujillo.
Nada más salir de la cárcel comenzaron a planear nuevos golpes contra el régimen junto a otros activistas, informaciones que llegaron rápidamente al dictador, que decidió acabar con sus vidas.
Trasladaron a sus maridos, que no habían recibido la libertad, de la cárcel de La Victoria a la de Salcedo para que estuviesen más cerca de la residencia de las hemanas y estas pudiesen ir a visitarles. A su salida se llevaría a cabo una emboscada.
El SIM (Servicio de Inteligencia Militar) intentó ejecutar el plan varias veces, pero no lo hicieron porque las Mirabal acudían a las visitas con sus hijos (las tres hermanas tenían en total cinco niños). Finalmente, el 25 de noviembre fueron solas a ver a sus esposos y el gobierno logró su objetivo.
El coche en el que iban, junto con su chófer Rufino de la Cruz, fue interceptado en medio del camino de vuelta y los cuatro pasajeros (las 3 hermanas y el conductor) fueron llevados a punta de pistola hasta una casa en La Cumbre, donde se encontraba el teniente Víctor Alicinio Peña Rivera. Allí se les propinó una paliza. Sus cuerpos fueron introducidos en un coche, que fue arrojado por un acantilado de Puerto Plata para simular el accidente.
Desde el principio la familia de las Mariposas sospechó de que se trataba de un asesinato. "Había unos policías y yo les agarraba y les decía: convénzase que no fue un accidente, que las asesinaron", contó en un documental Ángela Bélgica 'Dedé' Mirabal, la cuarta hermana que no fue tan activa en la resistencia y falleció en 2014.
"Fue tan horroroso el crimen que la gente empezó a sentirse total y completamente insegura, incluso los allegados al régimen; porque secuestrar a tres mujeres, matarlas a palos y tirarlas por un barranco para hacerlo parecer un accidente es horroroso", explicó Luisa de Peña Díaz, directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), a la BBC.
El 25-N
Las mariposas se convirtieron en un icono de la resistencia dominicana y en 1981 el movimiento feminista latinoamericano escogió la fecha de su muerte para celebrar el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, en Bogotá (Colombia).
En dicho encuentro las mujeres denunciaron los abusos de género que sufren en el nivel doméstico, así como la violación y el acoso sexual por parte de los Estados, incluyendo la tortura y la prisión por razones políticas.
En 1999 la Organización de Naciones Unidas asumió la fecha, un día que todavía es importante reivindicar por las miles de mujeres que cada año son asesinadas en todo el mundo. Solo en España, en lo que llevamos de año, 41 mujeres han sido asesinadas como consecuencia de la violencia machista.