Los tres tipos de hombre sobre los que advierte Podemos: cuidado con los "aliados feministas"
María Eugenia R. Palop ha lanzado un vídeo en sus redes en el que describe a tres presuntos 'aliados feministas' -el "ayudador", el okupa y el profesor- que sólo esconden machismo.
16 febrero, 2021 18:16Noticias relacionadas
¿Y si resulta que los aliados feministas son peores que los machistas recalcitrantes y declarados? Sobre esa cuestión nos viene a advertir María Eugenia R. Palop, de Podemos, en un vídeo que ha lanzado en sus redes por San Valentín con el objeto de detectar a los “amigos, compañeros o novios que van de aliados pero son un fake”. Se refiere a un artículo de June Fernández titulado El maltratador políticamente correcto y en él denuncia “a esos hombres teóricamente feministas y progresistas, activistas por la igualdad de cara a la galería, que en sus relaciones profesionales o personales tienen comportamientos abusivos o paternalistas con las mujeres”.
¡Qué mejor día que #SanValentín para hablar de amigos, compañeros o novios que van de aliados pero son un fake!
— M. Eugenia R. Palop (@MEugeniaRPalop) February 14, 2021
💊 Vuelve la #VitaminaFeminista para darte algunas claves sobre estos tres tipos:
👨🏽 El ayudador
👨🏼 El que "oKupa"
🧔🏻 El profesor pic.twitter.com/95hOXcNtd9
¿Por qué pueden ser más peligrosos que los machistas clásicos? Porque “es más difícil que nos crean si señalamos sus actitudes” y porque nosotras mismas podemos llegar a autoboicotearnos y a quitarle importancia a los hechos haciéndonos creer que “lo habremos interpretado mal”. ¿Cómo va a ser que un tipo que va a todas las manifestaciones del 8-M y se pone constantemente la medalla de ser solidario con la igualdad de género nos vaya a instrumentalizar para lavarse la cara frente al público mientras repite los patrones de siempre? Lo cierto es que no suena tan raro.
El 'ayudador'
¿A qué perfil de hombres, pues, debemos estar atentas? Podemos señala “al que ayuda, al que ocupa y al que enseña”. El ayudador, por ejemplo, es ese hombre que nunca hace nada en casa pero que luego siempre aparece con un tono sorprendido y casi indignado cuando tú te estás encargando de todo: “¿Por qué haces todo eso sola? Me hubieras avisado… No soy adivino…”. Apunta Palop que la organización de las tareas del hogar es también una “carga mental que seguimos asumiendo las mujeres”.
Alude a que “hacer la compra” no es sólo el hecho de ir al mercado, sino la cuestión de planificarlo, hacer una lista, calcular la cantidad y el tiempo que durarán esos alimentos, diseñar una dieta equilibrada, calcular precios y un largo etcétera. Basta de decir que los hombres “ayudan” en casa: ¡también es su responsabilidad hacerlo!
El 'okupador'
¿Qué hay del “que ocupa”? Apunta la eurodiputada a la imagen que se hizo viral hace unos años: un hombre sin camiseta en una manifestación feminista en Chile con una pancarta que decía “estoy semidesnudo, rodeado por el sexo opuesto… y me siento protegido, no intimidado; quiero lo mismo para ellas”. Denuncia Palop que “el tipo logró ser el centro de atención en una marcha contra las violencias machistas” y que con su protagonismo restó visibilidad a la verdadera causa.
El 'profesor'
Hablemos del “profesor”, un “profesional de la manipulación que se dedica al derecho, la educación, el activismo, el arte o la política”: “Suelen ser tipos cultos, deconstruidos, respetados en círculos intelectuales. A veces salen con mujeres mucho más jóvenes y al machismo se suma el adultismo o el paternalismo, porque saben cómo humillar o controlar de manera más sutil”, explica. “Ocupan tus espacios personales o tus amistades, te corrigen en público, se apropian de tu trabajo y de tus ideas”. Casi nada.
¿Y cómo es posible -se pregunta la narradora- que mujeres formadas en el feminismo caigan en estas trampas? Bien, porque “muchos comportamientos dominantes son casi imperceptibles o la admiración que sentimos hacia una persona nos impide verlo, ¡o los mitos del amor romántico han calado tan profundo en nuestra cultura y nuestras relaciones que es difícil escapar de ellos!”. Nada de sentirse culpables: rodeémonos bien, leamos a las pensadoras que estuvieron aquí antes y sigamos aprendiendo.