Si lo personal es político, ¿por qué no lo iba a ser la maternidad? Las investigadoras y docentes universitarias Pilar Carrera y Carmen Ciller dan respuesta a esta cuestión en Maternidades. Políticas de la representación (colección +Media de Cátedra), una recopilación de ensayos de diez autoras que exploran los relatos en torno a ser madre y su articulación política y experiencial.
En sus páginas se analizan todo tipo de discursos que encapsulan la vivencia particular de la maternidad: desde los más antiguos, como La Biblia, las manifestaciones artísticas o los clásicos literarios, hasta los más modernos, como el cine, la televisión, las redes sociales o los memes.
“Son los relatos los que dotan de sentido a nuestra experiencia, incluso a aquella que parece más privada y personal”, asegura a Efeminista Carrera, la coeditora y directora de la publicación, quien asegura que “quien encierra la maternidad entre las cuatro paredes de lo doméstico, está ejecutando un acto plenamente político, intencional y con repercusiones obvias”.
Perspectivas cruzadas
Maternidades nace con el objetivo de abordar el atemporal tema de la maternidad superando “lo meramente descriptivo, lo afectivo y lo conciliador a través de perspectivas cruzadas”, en las propias palabras de la líder de este ensayo colectivo.
Textos acerca de la singularidad de la experiencia de la maternidad (Carmen Ciller) y sobre vivirla en el confinamiento (Nancy Berthier), en la era del punk (Angels Bronsoms y Rosa Franquet) y en Instagram (Eva Herrero) se entremezclan con aquellos centrados en el aborto y los cementerios de fetos (Giulia Colaizzi), la familia y el vínculo materno filial (Margarita Ledo) y el parto como frontera (Carmen Arocena).
O santa o pecadora
Además, la publicación pone sobre la mesa asuntos tan actuales como la conciliación, los vientres de alquiler o la violencia obstétrica. Este último tendrá una especial importancia en Maternidades Apócrifas, el ensayo que firma Carrera.
En este capítulo, la autora pone el foco en la disyuntiva de o santa o pecadora de los Apócrifos a través de los personajes de María la Virgen y María Magdalena.
“Me interesaba abordar La Biblia porque gran parte del imaginario occidental moderno bebe de ciertas lecturas e interpretaciones del texto sagrado, muchas veces de las menos arriesgadas, como es lógico. Por ejemplo, se habla de que Eva tentó a Adán ofreciéndole la manzana, pero no de que Eva estaba absolutamente fascinada por la dimensión del conocimiento, el fruto del árbol del bien y del mal“, explica Carrera.
A todos los “nacidos de mujer”
Otra de las metas que la obra persigue es la de desmentir el mito de la maternidad como reafirmante de ser mujer.
“El mismo discurso que insinúa que una mujer que no es madre está ‘demediada’ es el que insiste en que la maternidad es una cuestión puramente privada e incompatible con lo político e incluso con lo intelectual. ¿Cuántas veces se ha formulado de forma tácita o explícita que ser madre -‘como debe ser’- es casi incompatible o, en cualquier caso, merma, la dimensión intelectual, laboral o pública, la ‘carrera’?”, se pregunta la directora.
Y es justamente esta concepción de la maternidad como acto político lo que dirige la colección de ensayos a un público colectivo, “porque la cuestión de la maternidad va más allá del hecho de ser o no ser madre”, según zanja Carrera.