En la crianza de los hijos, los padres se enfrentan a cantidad de retos que a veces no saben bien cómo abordar. En una época de digitalización y sobreinformación como la que vivimos, estos desafíos se multiplican. Cuándo dar el primer móvil, los beneficios y perjuicios de los videojuegos, permitir que los adolescentes se metan en las redes sociales o el ciberacoso son solo algunas de las dudas más recurrentes actualmente entre los padres.
Si no se tratan correctamente pueden derivar en un conflicto dentro de la familia. Aunque no hay una fórmula mágica porque "cada hijo tiene unas necesidades distintas", sí que hay algunas pautas que se pueden seguir para enseñarles a utilizar de forma responsable la tecnología que tienen a su alcance y que, nos guste o no, va a formar parte de sus vidas. Así lo defiende Laura Cuesta, periodista experta en Comunicación Digital, en el episodio Conflictos digitales en el ámbito familiar.
Se trata del tercer capítulo de Diálogos sobre la sociedad digital, un ciclo divulgativo de conversaciones impulsado por Fundación Mutua Madrileña que "anima a reflexionar acerca de la interacción que tenemos con la tecnología en distintos ámbitos de la convivencia actual". Esta primera temporada, que ya está disponible en el Canal Fundación Mutua, se ha centrado en "la revolución digital en la familia".
Además de Laura Cuesta, que también es profesora de Cibercomunicación en la Universidad Camilo José Cela, también han participado profesionales como Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital, y Jorge Flores, fundador y director de Pantallas Amigas. Todos ellos conversan durante media hora con la periodista experta en Ciudadanía Digital, María Zabala, para brindar "una reflexión sobre los retos y las oportunidades que el entorno digital actual supone para la convivencia en familia".
Convivencia sana con las pantallas
Lo primero que comenta Laura Cuesta es que "al final todo es cuestión de sentido común". Si bien la sociedad manda constantemente mensajes de alerta "de una manera demasiado negativa" sobre la tecnología, "no podemos ir hasta el extremo de alejar a los jóvenes de las pantallas, pero tampoco darles una banda ancha".
Y es que hay algunos ámbitos en los que ni siquiera los expertos están aún de acuerdo, como es el caso de los videojuegos. Mientras algunos dicen que ciertas horas al día ayudan a las competencias creativas, otros afirman que los jóvenes pueden sufrir problemas de sueño, más estrés… En este caso, Cuesta recomienda controlar posibles cambios de comportamiento en los hijos, el consumo de contenido pasivo e interesarse por saber a qué juegan.
"Muchas veces oyes la frase de los padres: es que estoy muy tranquilo porque está en casa, no en la calle haciendo vete tú a saber qué. El problema es que no sabemos qué están haciendo las 4 horas que están con el ordenador. Por ejemplo, un riesgo que tienen los juegos de ahora son los cofres de premio, que enmascaran el juego de azar dentro de los videojuegos. Pero todo esto solo lo sabremos si nos sentamos con ellos". Asimismo, hay organizaciones como PEGI (Pan European Game Information), que dan información sobre los videojuegos para "ayudar a los padres a tomar decisiones sobre ellos".
Otras cuestiones como cuándo dar el primer móvil dependen, de nuevo, de cada familia y sus necesidades específicas. Porque, además de que el niño esté listo para asumir esa responsabilidad, "los padres también tienen que saber si ellos están preparados para ese momento y para hacer un acompañamiento y una supervisión".
Finalmente, algunas de las claves que da Laura Cuesta para resolver o incluso anticiparse a estos conflictos digitales son: escuchar, porque cuando generas confianza ellos te podrán contar lo que les pasa; conversar mucho de todos los temas, tanto los fáciles como los difíciles; acompañar desde edades más tempranas; poner normas y límites; y hacerlo todo siempre con empatía, respeto y paciencia.