Isabel Díaz Ayuso: "Mi plan de maternidad revertirá el invierno demográfico"
“En el PP de Madrid no se vota desde que se fue Cifuentes. Sería bueno cerrar ya esa brecha” | “El gran reto es ayudar a la conciliación en la pequeña y mediana empresa” | “El Renacimiento Madrileño será como la Movida de los 80 pero con más empleo y sostenibilidad”.
30 enero, 2022 02:39Noticias relacionadas
Sostiene en sus manos la presidenta de la Comunidad de Madrid un documento de cien páginas. Recibe hoy a MagasIN de EL ESPAÑOL en el kilómetro cero para su primera entrevista, tras presentar esta semana un mediático plan de maternidad y paternidad para la región, el mayor nunca armado en Europa, con el que pretende ni más ni menos que cambiar una tendencia demográfica.
Se trata exactamente de la Estrategia de Protección a la Maternidad y Paternidad y Fomento de La Natalidad y la Conciliación, 2022-2026, un ambicioso plan con 80 medidas en tres objetivos estratégicos y una inversión de cerca de 4.800 millones de euros. Una apuesta sin precedentes por la natalidad que contaría con la complicidad de los empresarios.
“Hemos implicado a todas las Consejerías y llevamos trabajando muchísimo tiempo”, explica a MagasIN Isabel Díaz Ayuso. “Desde que tomé posesión, se montó un grupo de trabajo. Y siempre se puede crecer: de hecho, a raíz de presentarlo se han propuesto cosas, y si son interesantes, pues palante”.
En una época en la que se ha hecho habitual interpretar gráficos, resulta impactante ver los que propone este plan porque, con esta millonaria inversión, las medidas propuestas y en el peor de los escenarios, en el año 2026 se podría conseguir invertir la tendencia demográfica en la región y comenzaría un rejuvenecimiento creciente de la misma.
¿Por qué cree que este asunto no aparece en ninguna agenda?
No hay un solo euro en fondos europeos destinado al verdadero problema que tenemos en toda Europa, que es revertir el invierno demográfico. Ese es el sentido de mi plan. Pero tampoco hay fondos para hacer frente a otras pandemias que vendrán en el futuro, como la soledad no deseada. Faltan cuestiones humanas en esas agendas.
Con medidas como las de su plan, en pocos años Madrid tendría un “baby boom”, aún con una expectativa moderada…
Y todavía no sabemos hasta dónde se puede llegar, porque hay cosas que nunca se han puesto en marcha.
¿A qué se refiere?
Nunca antes ha habido una apuesta política y comunicativa por la vida, la familia o la maternidad. Las nuevas generaciones hemos llegado a pensar que ser libres era sólo estar centradas en el trabajo y tener metas laborales. Nunca hemos pensado que podíamos con todo, que podíamos tener también una familia ¡Así que no sabemos la dimensión del alcance que tendrán estas medidas!
Realizaron un estudio estadístico para definir las líneas estratégicas ¿Los resultados les sorprendieron o eran los que esperaban?
Quisimos preguntar a hombres y mujeres, a ciudadanos anónimos, padres o empresarios, acerca de este reto y coincidieron en los cuatro problemas fundamentales: la conciliación, la estabilidad económica, todo lo relacionado con el empleo y el acceso a la vivienda. Pero la inmensa mayoría nos dijeron que querrían tener hijos y hay un tramo de edad entre 35 y 40 años en el que los encuestados nos dicen que ser padres es lo mejor que tienen en la vida.
¿Existe a día de hoy conciliación real o sólo políticas de conciliación?
Depende de dónde. Es más fácil conciliar en un pequeño municipio de Madrid y si trabajas en ese municipio desde luego. Es más fácil si estás en grandes empresas porque tienen la libertad de hacer planes específicos para los empleados, con sustituciones, guarderías o flexibilidad horaria.
Creo que el gran reto es ayudar a la conciliación en la pequeña y mediana empresa, el 70% de la que hoy opera en España, la empresa familiar y el autónomo. La conciliación en Madrid es difícil porque el 45% no es de Madrid, con lo cual no tiene ayuda de los abuelos, de los hermanos, las distancias son distintas, hay menos tiempo… Es un reto.
En su plan hay muchos aspectos diferentes, pero destacan las ayudas directas de 14.500 euros a las madres de menos de treinta años sin recursos. ¿Están teniendo peticiones?
Estas ayudas están funcionando muy bien en nuestra web, de hecho, ya llevamos más de 1.500 solicitudes. Hemos hecho un plan que está pensado para todas las edades, pero lo prioritario es adelantar el tramo hasta los treinta años en el que sin lugar a duda, el principal problema es el económico. El requisito de los cinco años de residencia en Madrid se aplica aquí para evitar tener un efecto llamada y que después la gente se vaya.
“Nunca antes ha habido una apuesta política y comunicativa por la familia, la maternidad y la vida”
¿Qué otras medidas estrella contiene el programa?
En todos los tramos de edad, habrá medidas para todas las circunstancias. El plan de vivienda joven dará prioridad a la gente que ya tenga hijos o los vaya a tener, hasta 35 años, ofreciendo opciones en distintos municipios de alquileres de 450 o 500 euros, dependiendo del tamaño.
Habrá ayudas e incentivos para contratar a personas en el hogar para que ayuden en el cuidado de los niños y a las empresas que faciliten la conciliación… Hemos ampliado el número de plazas en escuelas infantiles hasta casi 57.000. Y eso sin contar las deducciones fiscales de todo tipo, por ejemplo, aumentamos la tarifa plana a mujeres autónomas mientras se recuperan de sus bajas.
¿Darán apoyo a los ayuntamientos de los municipios pequeños?
Durante la pandemia, la población ha crecido en los lugares abiertos y con el teletrabajo ya es posible estar en Madrid viviendo en cualquiera de sus 179 municipios. Ojalá que esto se mantenga.
¿Cómo van a llegar a los ciudadanos estas ayudas?
Lo que queremos ahora es difundir en los medios estas ayudas, su implementación y dónde solicitarlas. Muchas van a ser a través de la propia Declaración de la Renta, cuando la gente empiece a hacer la próxima verá que encuentra nuevas ventajas si va a tener más hijos, o si tiene alguien al cuidado -se refiere a otra de las propuestas estrella, la deducción de 2.100 euros por nacimiento o adopción-.
Hay otras medidas que llegarán a través de información directa, como cuando una familia vaya a adoptar por los cauces tradicionales, les contarán las novedades o cuando vayas a buscar la reproducción asistida.
Llama la atención el incremento de la edad máxima de las mujeres con ayudas para la reproducción asistida, hasta los 45…
Se trata de agilizar una lista única de centros de reproducción asistida. Ayudar dotándolos de más recursos y evitar que muchas familias se endeuden. Y dar esa posibilidad hasta los 45 años, aunque entre 40 y 45 años sea más difícil… Ojalá esto sirva para evitar que muchas parejas se endeuden con estos tratamientos y también para darle publicidad al hecho de que las chicas que estén pensando en congelar óvulos, ¡no esperen para hacerlo!
Ha sido también comentada la medida para evitar los abandonos de bebés a través del 112 y el 012, garantizando la protección de la identidad de la madre.
Sí, tenemos que darla a conocer… Todo el plan contiene muchas medidas pensando en cómo protegerles y cuidarles.
“No hay ni un euro para combatir el invierno demográfico o la soledad no deseada”
Calendario político
¿Para cuándo cree que se celebrará el Congreso del PP en Madrid?
A mí me gustaría que fuera pronto pero no depende de mí. Desde que se fue Cristina Cifuentes no hemos vuelto a votar, creo que los afiliados tienen ilusión por hacerlo. Me gustaría además renovar la casa y que la ilusión que cosechamos el 4 de mayo en las urnas se trasladara en nuevos afiliados y preparar la organización para las elecciones porque el año que viene estaremos otra vez en Madrid yendo a votar, por eso creo que sería bueno hacerlo pronto y cerrar ya una brecha.
¿Son elecciones demasiado seguidas, cree que será eso un desgaste para la gente del PP de Madrid?
No creo eso. Porque fue tanta gente a votar, con tantas ganas, tanta ilusión, que al contrario.
Algunos quizá creyeron que votaban para cuatro años…
Ojalá fuera así, pero nuestro estatuto nos obliga a hacer elecciones otra vez el año que viene. Y también está bien, es un alto en el camino para hacer un examen. De cara a ese nuevo examen, he aprendido mucho acerca de lo que esperan de nosotros. Aún me cuentan por la calle anécdotas de ese día, del 4 de mayo.
¿Recuerda especialmente ese 4 de mayo?
Aún no habían abierto los colegios y una hora antes ya había unas colas tremendas, siendo martes. Pensé que no iba a suceder eso, pero fue al contrario. Gente que iba a votar encantada, de toda condición…
¿Qué es lo que más resaltaría tras lo sucedido?
Dos cosas, primero, que como presidenta represento a gente desde la izquierda a la derecha, porque yo evidentemente tengo un proyecto político claro, pero puede ir ilusionando a todo el espectro político. Segundo, que fuera tanta gente a votar: no es lo mismo ser presidenta con una participación histórica como la que vivimos el 4 de mayo que con una baja participación, porque eso significa que la gente no se siente involucrada. No hay nada que te dé más libertad que una urna. Cara a un congreso, cara a la gente de la calle… las urnas nos hacen libres.
¿Y en la Asamblea de Madrid qué diferencia nota?
La pasada legislatura éramos sólo treinta diputados y era francamente difícil sacar nada adelante. De hecho, apenas pudimos tener actividad legislativa, nos bloqueaban todo, y eso dificulta mucho la gobernabilidad. Y los gobiernos en coalición también, no suelen ser nada positivos porque, frente a lo que parece, en realidad se frenan muchas iniciativas y se pierde mucho tiempo en el desgaste interno. No es como un gobierno en libertad como el que tengo yo ahora, que puede tener mucha más actividad, sacar adelante planes con más flexibilidad, como este plan de maternidad.
Repercusión mundial
La última descripción que hacía de ella The Washington Post era “smart, serious and principled -lista, seria y con principios-”. No siempre fue así, pero ahora se entienden sus bromas y se habla internacionalmente del “efecto Ayuso” con dos hitos claros: su gestión del comienzo de la pandemia y el resultado de las últimas elecciones -las del 4 de mayo ya mencionadas-.
“Ofreceremos alquileres de 450 euros a los menores de 35 años que tengan o vayan a tener hijos”
Está sorprendida por su impacto en varios idiomas -su departamento de prensa explica que cada vez reciben más llamadas de otros países- y le gusta, pero lo que inmediatamente arguye es que debe ser aprovechado. “Yo pienso en la gente que lo está leyendo en Estados Unidos y en el efecto llamada que puede tener hacia Madrid y lo celebro, porque eso probablemente anime a empresarios y estudiantes a querer conocer Madrid y que de esta manera vengan aquí”, responde enfática.
¿Está poniendo Ayuso de moda Madrid?
Cada vez que hablo con cualquier periodista, sobre todo con los de fuera de España, vendo Madrid, y me lo dice mucha gente. Me cuentan que hay políticos de mi partido que cuando van a otros países lo primero es ‘¿tú conoces a Ayuso?, ¿qué estáis haciendo en Madrid?’. Y me pasó el otro día con una familia chilena en Madrid o con un grupo de peruanos el pasado verano en Centroeuropa.
¿Vio usted claro su posicionamiento en la pandemia o dudó?
Lo que hice fue rodearme bien. De un buen equipo de expertos sanitarios, no como el Gobierno, que no lo hacía. Al frente de la Consejería de Sanidad tengo a médicos licenciados que han dedicado su vida a esto. Además, hablamos con muchos expertos constantemente. Y al conocer mejor cómo era la pandemia, empezamos a establecer una estrategia en la que la clave era el aire libre, sacar Madrid a la calle y mientras tanto ir a por el virus. Sabiendo ya que esto iba para largo.
¿Y sus pronósticos se cumplieron?
Sí, en abril de 2020 ya avisamos de que esto iba a durar como mínimo dos años. Sabiendo que era una estrategia tan a largo plazo, sólo la responsabilidad individual y la colaboración ciudadana podían ser la clave porque el cierre masivo no solucionaba la pandemia. ¡De hecho, hemos tenido cinco olas más! Por eso decidimos poner todos los medios a nuestro alcance, pero fuimos siempre contra el virus, no contra la libertad de los ciudadanos en una región donde la gente no tiene la vida subvencionada, donde la gente viene a trabajar y es una vida costosa, por tanto, no puede parar. Fuimos siempre por medidas intermedias para hacer un equilibrio, una balanza. Siempre estuve segura de lo que estábamos haciendo.
“Hay que decirles a las chicas que estén pensando en congelar sus óvulos que no esperen para hacerlo”
¿Cree que Madrid tenía una problemática diferente a las demás provincias?
Nos obligaban a cerrar sabiendo que no era necesario y el caso de Madrid era distinto. Madrid no es comparable a otras comunidades autónomas: nuestra densidad de población es otra, el sector servicios es distinto, todo es distinto en Madrid.
Afortunadamente, ya que el Gobierno no hizo una política nacional y nos abandonó a nuestra suerte, al menos en Madrid, a partir de la segunda ola, pudimos hacer lo que considerábamos mejor. Aún así fallece gente todos los días, no estamos tranquilos ni parados, ni pensamos que esto ha terminado.
Dice usted que Madrid ha pasado de ser la cuarta economía nacional a ser la primera…
Es el resultado de 17 años de bajadas de impuestos consecutivas, una política clara de atracción de empresas y de capital, de respeto por la propiedad y por la colaboración público-privada. Luego, durante la pandemia, la política de la libertad y la apertura ha concitado apoyo de izquierda y derecha en las urnas el 4 de mayo.
¿Cómo llegó usted a ese posicionamiento?
Mucha gente nos daba las gracias, no por regalarles nada, sino las gracias por haberles dejado trabajar. Porque no sólo se pierden empleos, se pierden negocios, y de la pérdida de un empleo uno acaba recuperándose, tarde o temprano… De la pérdida de un negocio, a lo mejor ya no. Hemos sentado las bases para los próximos años: yo creo que lo mejor para Madrid está por llegar.
¿Cómo es, en su opinión, ese futuro Madrid?
Yo diría que comparable con la Movida de los ochenta, pero con empleo, más sostenible en el tiempo. Por eso lo hemos acuñado más como un Renacimiento madrileño.
Liderazgo femenino
¿Cuál es su visión del liderazgo político femenino?
Bueno, la mayoría de las personas que han trabajado al frente de la Comunidad de Madrid han sido mujeres [sonríe]. Entonces, aquí estamos habituados. Es verdad que en la esfera internacional cada vez hay más mujeres al frente y claro que me gusta verlo. Yo lo que creo es que no hay dos mujeres iguales, como no hay un hombre igual a una mujer muchas veces. A mí la combinación hombre-mujer en política me gusta muchísimo.
¿Cómo describiría el liderazgo femenino?
Cuidadoso, perfeccionista. Somos críticas con nosotras mismas, los errores nos los llevamos a lo personal y hasta que no conseguimos solucionarlos, no nos los quitamos de encima. En eso no somos tan pragmáticas, somos muy emocionales y eso es muy auténtico. Antes de llegar a algo por la fuerza a las cosas, damos una oportunidad para intentar entendernos, no sé…
“Nos dimos cuenta de que la clave en la pandemia era el aire libre: sacar a Madrid a la calle e ir a por el virus”
¿Qué mujeres le han inspirado?
Hay hombres y mujeres que me han inspirado, pero no por su sexo. Es verdad que si tuviera que elegir referentes me costaría, pero hubo algo de Merkel que me gustó y es la austeridad con la que siempre gestionó su vida personal frente a la política y la independencia con la que lo hizo todo y se retiró. También, salvando las distancias, porque su liberalismo no es exactamente el mío, el crecimiento de Thatcher ante la adversidad me gusta porque vivía en un mundo que le recordaba constantemente de dónde venía, rodeada de hombres y de dificultades.
¿La clave es entonces confiar en uno mismo?
Me encantan las historias personales de hombres y mujeres que se crecen ante las dificultades y yo, sin haberlo buscado, he sido ejemplo para muchísimas personas, también chicas jóvenes y niñas, que me lo dicen en la calle o cuando me escriben.
Se trata sobre todo de confiar en ti mismo y no compararte con los demás, de competir contigo, eso es algo que yo decía a los jóvenes durante la campaña. Algunos viernes a las siete de la tarde, cuando venían muchos jóvenes y niños a los actos electorales, yo siempre hacía la misma broma: “Como sigan viniendo tantos niños vamos a tener que empezar a hablar como adultos”.