En los últimos años el debate sobre la Ley para la igualdad real de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, más conocida como la 'ley trans', se ha trasladado a todos los sectores de la sociedad. Ineludiblemente, también ha llegado al deporte, que se plantea cómo incluir a las personas transgénero en las competiciones.
Un ejemplo reciente, fue el de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, en los que participaron tres personas transexuales dentro de las categorías femeninas. Este fue el caso de Laurel Hubbard, que hizo historia al ser la primera persona trans de los JJOO, siendo aceptada en la categoría femenina de halterofilia +87 kg.
Diferentes colectivos han criticado que estos deportistas tienen una ventaja competitiva con respecto a las mujeres cisgénero -aquellas cuyo sexo biológico coincide con su identidad de género-. Su fuerza, masa muscular o densidad ósea, sostienen diferentes expertos, es superior al de las mujeres cisgénero, incluso aunque recurran a terapias hormonales.
En este contexto, y con cambios legislativos como la 'ley trans', que ya fue aprobada por el Consejo de Ministros, pero de la que falta su tramitación parlamentaria, y que permitirá la autodeterminación de género; así como la nueva ley del deporte, a cuyo anteproyecto dio luz verde el Gobierno el pasado mes de diciembre, pone de manifiesto la imporancia de debatir sobre el futuro del deporte femenino.
Por el deporte femenino
Para ello, la Alianza Contra el Borrrado de las Mujeres (ACBM), junto con otras organizaciones como la Asociación de Futbolistas Españoles, la Federación Española de Atletismo o la Federación de Mujeres Progresistas, entre otras, ha organizado la I Conferencia Internacional en Defensa de las Categorías Deportivas Femeninas.
Bajo el lema Juego limpio para las mujeres, esta conferencia se celebrará el sábado 19 de febrero en Madrid con el objetivo de "acercarnos a la realidad que se está viviendo en otros países, conocer las acciones legales emprendidas ante los tribunales de justicia en defensa de las categorías femeninas basadas en el sexo y advertir a los responsables de los diferentes ministerios sobre las implicaciones prácticas y jurídicas de estas leyes".
La Conferencia contará con cuatro mesas de debate en las que participarán personalidades como Emma Hilton, doctora en Biología de la Universidad de Manchester y que ha estudiado los diferentes rendimientos deportivos de mujeres y hombres; o Linda Blade, de la organización Save's the Women Sports, doctora en Kinesiología y excampeona nacional de Canadá de heptatlón.
También estarán presentes varias deportistas españolas como Ruth Beitia, Almudena Gallardo o Lucila Pascua, que darán su valoración sobre lo que supone que autodeterminados mujeres participen en deportes femeninos.
"Tanto la nueva Ley del Deporte como la ley llamada ley trans establecen que en las categorías deportivas se podrá participar de acuerdo a la elección personal y la subjetiva categoría “identidad sexual” o “identidad de género” autopercibida, eliminando así el “sexo” como criterio objetivo y necesario de elegibilidad", explica Laura Redondo, parte del equipo jurídico de ACBM.
Que continúa: "La Alianza Contra el Borrado de las Mujeres ha analizado exhaustivamente esas leyes, con su equipo de especialistas a nivel multidisciplinar, y ha presentado Alegaciones y Enmiendas, así como ha alertado a los partidos político de las nefastas consecuencias que tendría eliminar el criterio objetivo “sexo” para las categorías deportivas femeninas al permitir que varones biológicos autoidentificados como mujeres, con superioridad física y ventajas competitivas, compitan tramposamente contra las mujeres".
"Los niveles de testosterona por sí solos no compensan las diferencias sexuales que afectan al rendimiento deportivo"
Después de esas acciones, les pareció que era hora de "acercar el debate más aún a la sociedad". "La Conferencia nos pareció un formato adecuado al permitir que se escucharan las voces de las deportistas, las expertas, las organizaciones deportivas, las asociaciones de mujeres… Tanto de España como a nivel internacional, porque la situación es la misma en muchas partes del mundo".
Testosterona y desventaja
Redondo defiende que no hay que negar los derechos de las personas trans, pero sostiene que es injusto que se presenten en las categorías femeninas, ya que "los niveles de testosterona por sí solos no compensan todas las diferencias sexuales que afectan al rendimiento deportivo".
"Profesionales del mundo de la medicina y la biología, como los investigadores Hilton y Lundberg en el 2020, analizaban esta cuestión sobre el rendimiento superior de los varones en deporte en casi todas las categorías. De media, estipulaban que la ventaja competitiva era un 30% superior", cuenta a MagasIN.
"Esta ventaja no se modifica por la reducción de la testosterona, dado que el sexo es inmutable y se mantienen las diferencias significativas por sexos. De hecho, estos mismos expertos advierten de la imposibilidad de hablar de práctica deportiva en igualdad de condiciones si no se respetan las categorías por sexo. El deporte femenino es automáticamente borrado".
"Se debe proteger los derechos de las personas trans, pero no justificarlo generando desventajas a las mujeres"
Incluso si rebajando los niveles de testosterona fuese suficiente, Redondo recuerda que "el COI ha permitido que los varones compitan contra mujeres bajando los niveles de testosterona a 10 nanomoles/litro de sangre durante los 12 meses previos a la competición. Los valores de testosterona de las mujeres están entre 0,5 y 2,5 nanomoles/L. Es decir, no solo la bajada de testosterona no les quita ventajas competitivas contra mujeres, sino que sus niveles en la categoría son de dopaje. Es doblemente juego sucio".
¿Las soluciones?
La doctora en Psicología y experta en violencia e igualdad, añade que "tenemos claro que se debe proteger los derechos de las personas transexuales, pero nunca se puede justificar en una supuesta inclusión el generar desventajas en las mujeres. Es lo que está sucediendo, nos impiden ganar en nuestras propias categorías", reprocha.
Preguntada por las posibles soluciones a estas cuestiones, Redondo insiste en que "nadie niega a las personas trans el derecho a practicar deporte". Ella apoya la opción de "que se abra una tercera categoría, algo lógico ya que, ¿qué necesidad hay de perjudicar a la mayoría de la población mundial dada la evidencia de discriminación a las mujeres que supone que compitan contra personas de sexo masculino? No es justificable, desde ningún punto de vista excepto la desidia, negligencia y/o machismo".
"Lo que no es admisible es que se pretenda zanjar el problema con la simple afirmación de que “las mujeres trans son mujeres”, pues un eslógan no es un criterio objetivo que refleja la compleja realidad, y mucho menos da respuesta de manera efectiva. Seamos serios, aquí se juegan vidas, becas, carreras y décadas de duro esfuerzo y trabajo".
Y concluye: "Cada cual se sienta como quiera y se vista como quiera, pero el esfuerzo de las atletas merece que se respeten los valores de deportividad, justicia, igualdad de oportunidades y juego limpio que se deben garantizar en cualquier competición. Y ese es el objetivo de la I Conferencia internacional en defensa de las categorías deportivas femeninas: exigimos y defenderemos juego limpio para las mujeres".