Cuando los zapatos marcan los primeros pasos de tu bebé: las claves para elegir el mejor calzado
Un estudio llevado a cabo por el Instituto de Biomecánica de Valencia ofrece las pistas para elegir el mejor calzado.
30 abril, 2022 11:12Noticias relacionadas
Los primeros pasos de nuestros bebés son siempre uno de los momentos más especiales de su crecimiento, pero también una etapa de emociones, miedos y responsabilidades para los padres, sobre todo a la hora de elegir algo aparentemente tan sencillo como es el calzado que debe usar nuestro bebé para empezar a andar.
Y es que elegir el calzado adecuado para dar sus primeros pasos es fundamental para su correcto desarrollo, sobre todo en esa fase de aprendizaje de la marcha. Un momento en el que los bebés reciben numerosos estímulos sensitivos a través de la planta del pie, los cuales son cruciales para desarrollar la habilidad para caminar.
Precisamente, para saber más sobre la salud de los pies de los niños al empezar a caminar y para dejar a un lado la controversia que a menudo existe entre los distintos tipos de calzado, esta vez hemos tomado como referencia los datos aportados por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV). A través de un estudio reciente se ha comparado cómo influye realmente el tipo de calzado en esos primeros pasos.
Efectos del calzado minimalista
Este estudio llevado a cabo por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) ha desmontado con evidencia científica los mitos y creencias erróneas que circulan desde hace tiempo sobre los efectos en el desarrollo infantil del calzado minimalista.
Es una moda cada vez más extendida en España y en otros muchos países. Todo ello comparando los efectos de los diferentes tipos de calzado infantil (convencional, Biogateo y minimalista) sobre la forma de caminar.
Un estudio que ha sido realizado con una muestra de edades comprendidas entre los 14 y 25 meses, con bebés que llevan al menos de 1 a 3 meses caminando de forma independiente y estable.
Se ha concluido que “el calzado más adecuado para esta etapa es aquel que, además de proteger al niño del frío y del entorno cuando no es seguro, tiene una estructura funcional mínima adecuada para permitir la movilidad del pie sin reducir el control de la marcha”.
Esto quiere decir, que aunque el hecho de ir calzado supone una extensión artificial del miembro inferior que el niño ha de gestionar durante el desarrollo de la marcha, si ese calzado no presenta una estructura funcional mínima nuestro bebé tendrá que realizar un esfuerzo extra.
Todo esto se traducirá en una mayor modificación del patrón de marcha y en un menor control. Algo que también supondrá un aumento de los tropiezos y las caídas.
Las claves para elegir el calzado adecuado
El calzado Biogateo aporta más estabilidad: el soporte estructural en el calzado mejora el control medio lateral en el contacto inicial del pie sobre el suelo, siendo el calzado Biogateo el que más control aporta en esta zona del pie en el contacto inicial del talón y el apoyo del pie sobre el suelo. La mejor opción para reducir el riesgo de inestabilidad.
El calzado minimalista incrementa el riesgo de caídas: un calzado sin estructura funcional mínima incrementa el riesgo de caídas con respecto a caminar descalzo. Destaca la única presencia de caídas con el calzado minimalista.
Por otro lado, este tipo de calzado también provoca una longitud de paso más variable, lo cual también se suele asociar a un mayor riesgo de caídas. De hecho el estudio aprecia un 0% de caídas con calzado convencional, con Biogateo y con la marcha descalzo, frente a un 7,5% con calzado del tipo minimalista.
Debe facilitarse la flexión de los metatarsianos: el estudio también ha demostrado que todos los calzados reducen la movilidad de la articulación metatarsofalángica respecto al pie descalzo. Por lo que el calzado debe facilitar en lo máximo posible esa flexión de la articulación durante la fase de despegue.
El calzado no debe limitar los movimientos articulares del tobillo: en la marcha descalza el pie apenas presenta flexión respecto de la tibia en el contacto inicial, por lo que contacta prácticamente plano. El calzado lo que hace es incrementar el rango de movilidad de la articulación del tobillo y rodilla en sus rangos de flexo extensión con respecto a ir descalzo, sin limitar los movimientos articulares.
En entornos controlados, mejor descalzos
Además de elegir el calzado adecuado para que tu bebé comience a andar, es fundamental que tampoco te olvides de los beneficios de andar descalzo para su correcto desarrollo. Algo que este estudio también ha demostrado, ya que las características del pie descalzo no han podido igualarse con ninguno de los calzados testados en dicho estudio.
Por lo tanto, se recomienda que los niños en la fase de adquisición de la marcha y siempre que estén en entornos controlados como puede ser dentro de casa, experimenten también la marcha descalzos como una oportunidad de entrada de estímulos sensitivos a través de la planta de sus pies. Algo que también garantizará a tu bebé el desarrollo normal de los mismos.