La cirugía estética es una de las áreas especializadas de la medicina que requiere más atención día a día en España. Con el paso de los años, más personas se suman a la lista de aquellos que acuden a una clínica de cirugía plástica para someterse a una operación quirúrgica. El número de pacientes ha aumentado, y con ello, la normalización de este tipo de intervenciones en la sociedad.
Ramón Calderón es cirujano plástico desde hace 18 años. En su consulta de la clínica estética FEMM y en el hospital Ruber Internacional, atiende a mujeres y hombres que deciden pasar por quirófano. Entre las más repetidas, se encuentran las cirugías de aumento de pecho, las rinoplastias, o las de glúteos o abdomen.
Según el cirujano, cada vez se oculta menos este tipo de intervenciones: "Poco a poco, la gente es más aperturista en este sentido y cada vez lo comenta más con grupos de amigos en el trabajo. No les da ninguna vergüenza ir a trabajar con un vendaje o con una férula en la nariz, con la que todo el mundo sabe que te has operado".
Para él, la cirugía estética es una herramienta que utilizan las personas para verse mejor, y en este sentido, no hay motivo alguno para esconderlo. "A la gente cada vez le importa menos lo que piensen los demás o lo que piensen de uno mismo, porque lo importante es verse bien asimismo, y desde ese punto de vista, lo comparten con más círculos, tanto en grupos de trabajo o de amigos, como en redes sociales".
Los datos hablan
Un informe de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) apunta que, en 2020, 173 fue la media de pacientes tratados mensualmente por médico. Estos datos coinciden con la realidad que vive Ramón Calderón en su trabajo día a día. Como afirma en la entrevista, actualmente tiene una lista de espera que se alarga hasta el mes de octubre.
"Los pacientes deberían ser más previsores, porque siempre hay lista de espera, si esta es de seis meses o de ocho meses, pues ya no tienes posibilidad. Entonces, es bueno que los pacientes vengan con un poco más de tiempo a las consultas", declara. No obstante, asistir con antelación a las clínicas no debe significar que todo el proceso se ejecute rápidamente. Desde que el paciente acude a la primera consulta, pasa por preparación y pruebas de anestesia, y hasta que se opera, pueden pasar varios meses.
Esta saturación de pacientes ha aumentado aún más después de la pandemia. Entre los meses de julio a septiembre de 2020, el 49% de los profesionales que han participado en el informe realizado por SEME, notó un crecimiento en el mercado por los efectos de la pandemia. Las consecuencias emocionales que el confinamiento tuvo en la población son una de las principales razones.
"Tanto en cirugía estética como en medicina estética sí que ha habido cierto aumento que puede notarse en que la gente por lo menos ha acudido a informarse. La pandemia y la fragilidad que todos sufrimos durante la época del confinamiento, encerrados, quizás sí que hizo que por lo menos que acudieran a informarse", explica Calderón.
Más mujeres y más jóvenes
La normalización que atraviesa la cirugía plástica en nuestro país ha provocado que cada vez haya más perfiles diferentes de la población que pasan por consulta. Sin embargo, sí se observa una predominancia de ciertas figuras: "Hay muchas más mujeres que hombres", afirma el cirujano.
No obstante, como él indica, hoy en día ya no se pueden asociar estas operaciones a ciertos perfiles. "Ya no podemos encasillarlo a ciertos estereotipos, sino que hoy en día la cirugía estética es para todo el mundo. Tanto hombres, mujeres y da igual jóvenes que mayores, te encuentras a todos. Hay perfiles de lo más normal, o sea, desde un funcionario a una profesora, a un empresario, a un estudiante".
Los jóvenes son una de las muestras más claras del estado de esta especialidad en el país. Antes, era impensable que una chica de 20 años acudiera a una consulta para hacerse un aumento de pecho, pero ahora, es la realidad de cada día. "Sí que hay cierta bajada de la edad a la cual se acude para plantearse una operación y sí que hay chicas, sobre todo más jóvenes, que lo hacen".
"Quizá es porque los jóvenes tienen más presión social por las redes, por los modelos. Antes seguíamos a actrices o actores, y veíamos los modelos en series, en las películas y en los anuncios. Pero es que ahora estamos bombardeados con muchos estereotipos, no solo estéticos, sino de formas de vida", expone Ramón Calderón.
Por esta razón, el especialista recomienda confiar en la responsabilidad del profesional. Todos ellos tienen el derecho a negarse a operar a una persona en el caso de que no vean conveniente la petición que el paciente realiza. Pero, como aclara, en las consultas no suelen pedir nada fuera de lo normal.
"Las mujeres sobre todo se operan del pecho y la nariz. Y los hombres, la nariz y los párpados. Luego hay un comodín que es la liposucción, que destaca tanto en hombres como en mujeres. Esa intervención o esa operación debe ir acompañada de un cambio de hábitos, de mejora en la alimentación, en los hábitos de vida, como el deporte", aclara Calderón.
Un futuro asegurado
Si hay algo que queda claro, es que a la cirugía estética le queda todavía mucho camino por recorrer. España es uno de los países con los profesionales mejor formados del mundo. La calidad del sector sanitario es incuestionable y por ello, cada vez más personas deciden confiar en ellos para someterse a una operación.
"Yo creo que a nivel de cómo está el sector o cómo es de solvente, de sólido, cómo es la formación, la preparación de los médicos estéticos y de los cirujanos plásticos, te diría que está entre las mejores del mundo", afirma el cirujano.
No obstante, indicadores como el poder adquisitivo de la sociedad española provocan que los números de intervenciones realizadas no sean tan altos como los de otros países del norte de Europa. Algunos considerados más ricos como Alemania, cuentan con una población más desahogada económicamente que no tiene por qué plantearse si puede permitirse este tipo de cirugías.
"Me imagino que, a medida que el país mejore económicamente, también mejorará el porcentaje o se incrementará el porcentaje de pacientes de ciudadanos que pueden acceder a los servicios de calidad. Si no tienes dinero, es mejor esperarte dos o cinco años para poder operarte con el mejor cirujano", concluye Ramón Calderón.