Teresa Palazuelo fallece, pero se queda

Teresa Palazuelo ha sido, es y será la personificación de la elegancia. Por eso, sus creaciones eran solamente una prolongación de su personalidad. Una conversación a dos con ella era como sus vestidos: cómoda, ligera pero con peso, suave e intensa y sobre todo, real.

Real es una palabra que, con su polisemia, nos sirve para describir sus vestidos de novia. Quienes elegían a Teresa para casarse sabían que tenían la distinción asegurada. Recuerdo a Teresa tan feliz en la boda de Juan Abarca y Mar Martínez, viéndonos a todas luciendo sus vestidos. Mar, sus hijas, su suegra, todas. Creo que ha sido uno de los desfiles, que más ha disfrutado en los últimos tiempos.

De sus colecciones y sus vestidos joya habrá quienes hablen con más conocimiento que yo en estos días. A mí, me gustaría dejar abierta esta historia a sus familiares y amigos a modo de homenaje. Así, los párrafos que escribáis en los comentarios con sus anécdotas, vuestra despedida o vuestra admiración, se irán añadiendo a este texto, que escribe secándose los ojos su amiga, a quien tanto quiso y ayudó.

Su GENEROSIDAD, la generosidad de Teresa debería escribirse siempre con mayúsculas. Se sumaba a cualquier proyecto que iniciara. La recuerdo muy ilusionada, diseñando mi vestido para que lo cosieran las víctimas de la trata cuando hicimos la gala benéfica para APRAMP en el Teatro Real. Ella y Miriam Ungría se convirtieron en nuestras aliadas con el diseño.

Miriam Ungria, Cruz Sánchez de Lara y Teresa Palazuelo en la gala benéfica para APRAMP

Cuando iniciamos el proyecto de construcción de un centro para niñas en conflicto con la ley en Kenia, Teresa se volcó. Nos ayudó en THRibune para todo lo que le pedimos. Por eso, cuando el centro se inaugure, me encantaría colocar una pequeña placa con el nombre de Teresa. Seguro que su alma generosa despliega las alas sobre esas chicas que se estarán formando como costureras y modistas.

Teresa era pura luz, pero una luz muy divertida. Quienes hemos estado en fiestas en su casa sabemos que disfrutaba con la mezcla de personas que se conocían allí y quedaban unidas de por vida por el espíritu de los Triay Palazuelo. Esa casa a la que los prejuicios tenían el acceso prohibido era la morada de la intelectualidad y la felicidad. Qué gran anfitriona.

Así era Teresa, maravillosa, divina, entusiasta y cercana. Pero tenía ese aire físico de la distancia que es como un halo que diferencia a las que levitan de las que caminamos. Qué bonito era verla aparecer en cualquier lugar con su sencillez y su sonrisa, su eterna sonrisa.

La sonrisa se la dejó en vida a su hija India, que ha heredado de su madre ese levitar y ese sonreír. No es mala herencia. Teresa fue un tándem perfecto con su amado Ian y enseguida sumaron dos plazas más para sus hijos, para construir esa preciosa familia.

La familia. Eso que tanto le gustaba. El vestido de su sobrina Sofía la hizo disfrutar muchísimo. Se convirtió en Duquesa de Huéscar con un vestido que enorgullecía a su tía por dos motivos: por la creación y por la modelo. A Teresa le encantaba todo lo que tuviera que ver con su familia y adornaba las historias con chantilly, brocados y las sedas orientales más diversas.

El alma de Teresa se queda con nosotros. Se queda entre nosotros. La hemos querido, la queremos y la querremos. Por eso, estas palabras mías son solo el comienzo de esta historia, que quiero que sigáis escribiendo con vuestras aportaciones.

Amiga mía, querida Teresa: te quedas conmigo, te quedas con nosotros.

Muestras de cariño

APRAMP:

Desde APRAMP lamentamos profundamente el fallecimiento de Teresa Palazuelo, referente de la moda española de trajes de novia, y con quien tuvimos el honor de compartir tiempo en la Gala benéfica en favor de Apramp organizada por THRibune, Tribune for Human Rights en 2019. Teresa fue una mujer cercana y generosa, referente en nuestro centro de formación en el ámbito textil. Gracias por tanto Amiga 💜