Las mujeres llevan la toga en la carrera judicial, pero son ellos los que mandan: el techo de cristal que aún persiste

Este 14 de febrero, Día de San Valentín, el rey Felipe VI preside en el Auditorio Fórum del Centro de Convenciones Internacional de Barcelona el acto de entrega de despachos a los 160 integrantes de la 72ª promoción de la Carrera Judicial.

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Un acto importante que, además, refleja una realidad dentro del mundo de las leyes que tiene mucho que ver con la mujer: la increíble y creciente presencia femenina. Las togas son de ellas.

Algunos datos

Los números hablan por sí solos: son 119 mujeres frente a solo 41 hombres los que componen la septuagésima segunda promoción de la Carrera Judicial que este jueves 14 han recogido sus diplomas. Una cifra clarificadora que, sin embargo, esconde un techo de cristal que aún evidencia la brecha de género.

El Rey, el ministro Bolaños y responsables de la judicatura entregando los diplomas. Casa Real

Ha quedado sobradamente escenificada en la foto de familia, en la que, además del Rey y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ocupaban la mesa presidencial del estrado el presidente interino del CGPJ, Vicente Guilarte; el presidente interino del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Ni una sola mujer en altos cargos.

Repasando números, destacar que en el año 2022, según se especifica en la web del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) casi el 55 % de los miembros en activo de la Carrera Judicial eran mujeres. Además, del total de jueces en prácticas que han pasado por la Escuela Judicial en los 25 años que lleva en funcionamiento, 2.341 eran mujeres, frente a 1.228 hombres. Aun así, la judicatura parece ser un mundo masculino en cuanto a altos cargos se refiere.

La historia

No debemos olvidar que las mujeres no fueron admitidas en la Carrera Judicial hasta 1966 y la primera que ingresó por oposición fue Josefina Triguero en 1978, aunque seis años antes, en 1972, María Jover se había convertido en la primera jueza de distrito.

Desde entonces, la presencia femenina en los juzgados y salas ha ido aumentando hasta convertirse en un porcentaje que supera el 50%. Pero no hay situación de igualdad.

Pilar Llop, exministra de Justicia, así lo atestiguaba en unas declaraciones realizadas hace dos años durante un coloquio con motivo del conmemoración del Día Internacional de la Mujer. "La mayoría somos mujeres, sin embargo, esta mayoría no se ve reflejada en los puestos de liderazgo. Aunque hace casi 20 años que el número de mujeres que ingresan en la carrera judicial es superior al de los hombres, llegando a superar incluso el 70%, su influencia se estanca al llegar a puestos superiores", decía.

Ellas son el 56,2%

Y así es. Ellas representan el 56,2% de los jueces que hay en España, pero los informes del Poder Judicial son reveladores. En los órganos centrales del país, solo el 32,2% de los cargos están ocupados por mujeres.

Por ejemplo, en enero de 2023 solo había catorce mujeres en el Tribunal Supremo frente a 50 hombres. En la Audiencia Nacional eran 27 frente a 36. Curiosamente, ninguna mujer ha presidido nunca estos dos órganos y también en los Tribunales Superiores de Justicia impera la presencia masculina. 

Valencia y Extremadura suponen una excepción porque tienen dos juezas como presidentas. De hecho, tan solo los de la Comunidad Valenciana y Extremadura están gobernados por juezas.

La conciliación

¿Por qué sucede esto cuando más del 50 por ciento de las personas que estudian leyes son mujeres? Uno de los problemas está en la conciliación: la mayoría de las excedencias que se piden en la carrera judicial son de mujeres. "Seguimos arrastrando hábitos alejados de la deseable corresponsabilidad de varones y mujeres en las tareas de cuidados que lastran social y psicológicamente a la mujer en su progresión profesional", decía la magistrada Mónica García de Yzaguirre en una entrevista con el digital 20 minutos. 

Según la nueva LOPJ los Jueces y Magistrados profesionales formarán la Carrera Judicial, que consta de tres categorías: Magistrado del Tribunal Supremo, Magistrado y Juez. El sistema básico de ingreso es el concurso-oposición, seguido por un curso teórico y práctico de selección realizado en la Escuela Judicial. Es posible, además, el acceso directo a la categoría de magistrado entre juristas de reconocida competencia con más de diez años de ejercicio profesional.

La Escuela Judicial fue refundada por el Consejo General del Poder Judicial en 1997, tras haber asumido dicho órgano plenas competencias en materia de selección y formación de jueces. El sistema tradicional de acceso a la carrera judicial, mediante la oposición, garantiza que el futuro juez ha adquirido los conocimientos jurídicos precisos para el ejercicio de la función jurisdiccional, cumpliendo los principios de mérito, capacidad e independencia.