Son 2.870 el número de denuncias por violación que se han registrado en 2023, una cada tres horas. Una cifra que ha aumentado un 34% en comparación con 2021 y hasta un 53,2% con 2019, según el Ministerio del Interior. Además, los datos indican que el 84% de las víctimas de estos delitos son mujeres, mientras que el 96% de los perpetradores son hombres.
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"Avísame cuando llegues". ¿Cuántas veces hemos oído esta frase las mujeres al despedirnos? Y esta no deja de ser una reacción ante la preocupación de poder sufrir una agresión sexual.
Una agresión sexual es un delito que consiste en atentar contra la libertad sexual de otra persona con violencia o intimidación, así la define el artículo 178 del Código Penal.
Sin embargo, la psicóloga especialista en agresiones sexuales, María Ángeles Cavas señala que: "Yo creo que se le está dando más visibilidad". Explica que para acudir al psicólogo no es necesario denunciar. "Nosotras hemos estado saturadas siempre". En esta línea, Interior se mostró optimista en la presentación de los datos. Explicaron que el incremento de denuncias no se debe a que suceda más, sino a que se acude a la policía.
Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, en España solo se denuncian el 11 % de las violaciones. Las principales causas de no haber denunciado son: vergüenza, haber sido menor, temor a no ser creída y miedo al agresor. A pesar de ello, ya son más de 4,8 millones las mujeres que han sido sometidas a humillación, violencia o amenazas, según los datos de la Encuesta Europea de Violencia de Género.
Pero, en cualquier caso, ¿qué hay hacer en caso de sufrir una agresión sexual?
Pasos a seguir
Lo primero de todo que Cavas recomienda hacer es pedir ayuda, tanto si se quiere denunciar como si no. El mensaje que debe llegar a la superviviente es que no está sola. "Es importante que pueda contarlo a una persona de confianza, que le dé cariño en esos primeros momentos".
También recomienda solicitar ayuda profesional desde el inicio. "Alguien de confianza te puede arropar, pero estamos hablando de algo muy grave y muchas veces las personas del entorno se ven sobrepasadas".
Después, el itinerario variaría en función de si decide denunciar o no. Cabe señalar que el delito contra la libertad sexual es un delito en el que es la víctima quien decide si quiere denunciar o no, no es un delito público como la violencia de género.
En caso de querer denunciar debería poner el asunto en conocimiento de la policía y seguir el itinerario judicial. Las distintas páginas oficiales recomiendan no lavarse y conservar la ropa para evitar eliminar pruebas esenciales para la identificación y condena del agresor.
Culpa y vergüenza
La psicóloga Cavas cuenta que cuando llegan supervivientes que han sufrido una agresión reciente aparecen con una ansiedad muy grande que se manifiesta físicamente con taquicardias, dificultad para respirar, dificultad para dormir y para concentrarse. "Incluso tienen la sensación de que se han vuelto locas".
En muchos casos, las víctimas también sufren la reexperimentación que son flashbacks de la situación, pequeñas imágenes que les llegan de manera involuntaria del momento de la agresión. "Son recuerdos muy invasivos, porque llegan cuando no los esperas". Esto a su vez sigue provocando mucha ansiedad.
Por otra parte, suelen evitar aquellas cosas que les llevan a la mente lo que han vivido. También suele manifestarse una tristeza muy intensa, una desesperanza por lo que ha pasado y que ha cambiado su vida radicalmente.
"Lo que nos cuesta mucho también trabajar son la culpa y la vergüenza. La mujer va a sentirse superculpable y va a sentir vergüenza. Por eso también les cuesta tanto contarlo, porque haya sido como haya sido, se sienten culpables".
La duración de la terapia dependerá de cómo estuviera la persona previamente. "No es lo mismo alguien que estuviera muy en paz, que alguien que ya tuviera otros problemas como alguna situación dura en el trabajo o que pasara por una fase de violencia".
Otro factor que influye es lo que hubiese pasado en la infancia. No es lo mismo alguien a quien nunca le haya ocurrido nada a alquilen que haya vivido situaciones similares o algún tipo de situación traumática. También hay que considerar el apoyo social con el que cuente.
"La terapia durará más o menos, pero lo más importante es que si acude rápido va a ser más llevadero. Si tarda más, se va enquistando".
El papel de la prensa
Preguntamos a Cavas cuál es la mejor forma en la que los medios de comunicación debemos tratar a las víctimas para no causar más dolor.
La primera pauta que nos da es hablar de supervivientes en lugar de víctimas. "Víctima es un término más jurídico, pero me gusta más el término superviviente porque al final el sufrimiento ha pasado y está saliendo hacia delante, lo veo más constructivo".
La segunda es que, a la hora de titular, se trate de evitar el morbo. "A ella le va a generar mucho dolor". Pero, sobre todo, evitar todo lo que tenga que ver con su conducta. "Da igual si subió al piso, si no, si bailó o cómo iba vestida porque el único culpable es el agresor".
"Teniendo en mente que el único culpable es el agresor, diría que es como se debe escribir cualquier asunto sobre el tema".