Ni Altafulla ni Rupit: el precioso pueblo al que se accede por un puente medieval perfecto para una escapada navideña
- Planificar un viaje a un lugar que parece sacado de un cuento, más aún cuando el frío se aprecia en todos sus escenarios, es un auténtico acierto.
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No habría dedos para contar todas las escapadas de invierno que se pueden hacer dentro de España. Son tantos los lugares idílicos que se vuelven aún más mágicos cuando hace frío o nieva, que lo complicado es decidirte por uno.
Una vez más, te ayudamos a declinarte por uno, al menos, de cara a tu próximo viaje. En esta ocasión, ubicado en la comarca de La Garrotxa, en Girona, Besalú se erige como un tesoro medieval rodeado de naturaleza desbordante, perfecto para desconectar y disfrutar.
Este encantador pueblo, cuyo conjunto histórico ha sido declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los destinos más recomendados para cualquier amante de la historia, la arquitectura y la belleza natural.
Recientemente, fue nombrado como el pueblo más bonito de España por National Geographic, Besalú es un destino de viaje ideal, y su atractivo es tal que ha servido de escenario para películas y series de renombre, como Juego de Tronos y El Perfume.
No es de extrañar. La belleza de este lugar bien merece hospedarse en él y empaparte de su historia, cultura y belleza de sus paisajes. Un viaje perfecto para hacer en familia, en pareja, amigos o incluso tu solo.
Un puente medieval por el que acceder
Uno de los mayores encantos de Besalú es su emblemático puente románico del siglo XI, que cruza el río Fluvià. Este puente, con sus siete arcos de piedra, es la puerta de entrada al pueblo, y al cruzarlo, parece que estás viajando a otra época.
Restaurado en el siglo XIV y tras sufrir varias modificaciones a lo largo de los siglos, el puente conserva su majestuosidad y se ha convertido en uno de los monumentos más fotografiados de Cataluña.
Desde el puente, se puede admirar una vista panorámica del pueblo medieval, con sus tejados de pizarra y las callejuelas empedradas que descienden hacia el centro histórico.
El entorno natural de Besalú también es digno de mención. Enclavado en el corazón del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa, el pueblo está rodeado por volcanes inactivos, bosques frondosos y hayedos centenarios, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza.
Además, podrás recorrer el Anillo Verde, una ruta que rodea Besalú, y disfrutar de la belleza paisajística de la zona mientras exploran antiguos molinos y huertos.
La judería y el Miqvé: un tesoro del pasado
Uno de los aspectos más fascinantes de Besalú es su rica historia judía. En la Edad Media, alrededor de veinte familias judías se asentaron en el pueblo, contribuyendo de manera significativa a su desarrollo.
El legado de esta comunidad todavía se puede apreciar en la judería de Besalú, que conserva algunos de los elementos más importantes de su arquitectura y cultura. El claro ejemplo lo encontrarás en una de sus principales joyas: el Miqvé.
Se trata de un baño ritual judío que data del siglo XII y es el único de su tipo descubierto en la península ibérica. Este baño, de estilo románico, presenta una estructura subterránea con una bóveda de cañón y una piscina rectangular, donde los hombres y mujeres judíos se purificaban antes de las ceremonias religiosas.
Junto al Miqvé, se pueden ver inscripciones hebreas en las puertas y huecos en los dinteles de las casas, lo que proporciona una visión única de la vida cotidiana en la Edad Media.
Monumentos y arquitectura de Besalú
El patrimonio arquitectónico de Besalú es impresionante, con varias iglesias románicas que datan de los siglos XI y XII. La iglesia de Sant Vicenç, construida en el siglo XII, destaca por su simplicidad y belleza. En su interior, se conserva una capilla gótica dedicada a la Vera Cruz, lo que la convierte en un lugar de peregrinaje importante en la Edad Media.
Otro de los monumentos más relevantes es el Monasterio de Sant Pere, que data del siglo X y fue fundado por el conde-obispo Miró III Bonfill. Este monasterio, de estilo románico sobrio, es un excelente ejemplo de la arquitectura religiosa medieval en Cataluña.
Aunque sufrió diversos daños a lo largo de los siglos, su iglesia, de tres naves y un ábside semicircular, sigue siendo uno de los lugares más visitados del pueblo.
Cultura y gastronomía local
Además de su impresionante patrimonio histórico, Besalú también ofrece una rica experiencia gastronómica. La cocina de la Garrotxa, famosa por su influencia montañosa y volcánica, se refleja en platos como la butifarra, el jamón de Olot y una variedad de setas locales.
La feria anual de la Ratafia, un licor tradicional catalán, también atrae a numerosos turistas, que pueden degustar las especialidades locales mientras pasean por sus calles medievales.
Si te interesa, Besalú cuenta con un Museo del Circo, único en Europa, que celebra la historia de esta tradición artística. Situado en el antiguo Museo de Miniaturas, el Museo del Circo alberga una de las mayores maquetas de circo del mundo y una impresionante colección de objetos que narran 250 años de historia circense.
Besalú es, sin duda, uno de los pueblos más encantadores de España. Con su impresionante puente medieval, su historia judía, sus monumentos románicos y su entorno natural, este pequeño pueblo de Girona ofrece una experiencia única.
Ya sea que te atraigan los recorridos históricos, las rutas de senderismo o la gastronomía local, Besalú tiene algo que ofrecer a cada visitante. Y, como ha sido reconocido por National Geographic, es el destino perfecto para una escapada a Cataluña, especialmente en el mes de mayo.