Esta es la curiosa costumbre noruega que hace felices a las parejas: cada vez es más común en España

Noruega es uno de los países más felices del mundo, tal y como indican los datos del Informe Mundial de la Felicidad 2024. De hecho, no es la primera vez que la vemos entre los diez primeros, porque lleva años ocupando las primeras posiciones junto a sus países vecinos: Finlandia, Dinamarca, Islandia y Suecia. Un dato curioso, teniendo en cuenta que son algunas de las ubicaciones en todo el mundo donde el frío y la poca luz del sol son característicos.

En España, factores como estos son clave. De hecho, se ha demostrado que el cambio de hora, que supone más horas de sol al día, influye directamente en nuestro estado de ánimo y relaciones interpersonales, así como el buen tiempo, que invita a hacer planes y socializar más.

Así como en países como Japón, vivir en los países nórdicos supone adaptar una filosofía de vida diferente. Especialmente en Noruega, donde tienen el koselig, que trata de buscar el bienestar en temporadas invernales, buscando la calidez desde dentro, pero también, costumbres más arraigadas y curiosas como el no compartir edredón.

La tradición de los noruegos 

Dormir parece que es internacional en todos los países del mundo. De hecho, no tiene mucha práctica, tumbarse en diagonal y descansar, en el caso de que haga frío, tapados con una manta. Es este último accesorio el que los nórdicos han decidido cambiar, ya que ellos, en una cama compartida, no comparten edredón.

La tradición de usar edredones individuales en Noruega se remonta a la época vikinga. Durante este período, cada persona dormía con su propia piel para mantenerse caliente en las frías noches, incluso cuando dormían con otra persona. Las pieles individuales no solo proporcionaban calor, sino que también permitían a los vikingos moverse con facilidad y rapidez si surgía algún peligro.

A medida que los tiempos cambiaron y se desarrollaron nuevas técnicas textiles, las pieles fueron reemplazadas por edredones de distintos materiales que usamos hoy en día. Sin embargo, la tradición de dormir con mantas individuales se mantuvo a lo largo de los siglos, reflejando no solo la necesidad de comodidad, sino también la felicidad que suponía, especialmente, a las parejas.

Para los noruegos, tener su propio edredón no es solo una cuestión de comodidad física, sino también de respeto por los límites y espacio personal. Este enfoque se extiende a otros aspectos de la vida diaria, donde tendemos a olvidar la privacidad y el espacio individual que tan necesarios son.

@carlanebulosa ¿Por qué los noruegos tienen edredones individuales en sus camas dobles? Puede ser por su individualismo y practicidad. ¿Buena o mala idea? Os leo en comentarios 👀 #noruega #españa #choquecultural ♬ original sound - Carla en Noruega 🇪🇸🇳🇴

Además, en países como Noruega el manejo del frío es muy importante y las diferencias en la temperatura corporal entre las personas pueden ser significativas. Mientras que los más frioleros necesitan un edredón más grueso, aquellos más calurosos necesitan algo más ligero.

Usar edredones separados permite a cada persona elegir el tipo de edredón que mejor se adapte a sus necesidades térmicas, así como la movilidad de cada persona sin causar molestias. Todo esto mejora la comodidad durante la noche y, por tanto, el descanso y bienestar al día siguiente. Hay quienes incluso, en vez de no compartir edredón, duermen en camas separadas.

Aunque parezca —y sea— una tradición muy antigua, lo cierto es que es una costumbre actual que se da en países como España, llamado divorcio del sueño. De hecho, ya son muchos los estudios que demuestran que dormir separado de tu pareja, o bien con edredones diferentes, mejora la calidad de vida.

Beneficios de dormir con edredones (o camas) diferentes

El hecho de dormir con edredones separados permite a cada persona moverse libremente durante la noche sin molestar a su pareja. Esta práctica reduce las interrupciones del sueño y proporciona un entorno más tranquilo y propicio para descansar.

Dormir bien es fundamental para el bienestar psicológico. La falta de sueño puede llevar a irritabilidad, falta de empatía y un aumento en la probabilidad de discusiones con la pareja. Según la psiquiatra Stephanie Collier, dormir separados puede ayudar a mantener una relación de pareja más sana, ya que las parejas bien descansadas tienden a discutir menos y a ser más comprensivas entre sí.

Cuando dormimos en camas separadas o con edredones separados, cada persona puede moverse libremente, con su sensación térmica ajustada y, por tanto, disfrutar de un descanso más profundo. La reducción de estas interrupciones nocturnas tiene un impacto positivo en la salud y el bienestar general, ya que un sueño de calidad es esencial para el funcionamiento óptimo del cuerpo y la mente.

De hecho, la opción de no compartir edredón es excelente para aquellos que por diferentes factores buscan seguir compartiendo cama con su pareja, pero quieren obtener los beneficios: bien sean económicos, falta de espacio o porque simplemente quieren sentir esa seguridad de tener a otra persona.