¿Sientes que cada mañana entras en conflicto con tu armario? No me canso de oír a mis amigas y a clientas que no tienen nada que ponerse, incluso a veces yo misma, y sin embargo cuando abro sus armarios parecen Galerías Lafayette. Son armarios repletos de prendas compradas para una única ocasión o prendas con etiqueta, o simplemente prendas que ya dan pereza.
Suelen ser armarios con torres de pantalones, jerséis en fila india o vestidos superpuestos que no consiguen ligar un buen look con el que salir con una sonrisa por las mañanas. Incluso llegan momentos de renuncia por ir bien vestidas, dejando que el instinto te empuje a ponerte el chándal y olvidarte de pisar la calle en todo el día.
¿Cuántas veces te has encaprichado de una prenda de vestir, ya sea por su diseño, color, tacto o incluso, el precio, y al final se acaba quedando en el fondo del armario hasta desaparecer?
Y te preguntarás ¿por qué pasa esto? Pues probablemente porque tengas más ropa de la que necesites, o porque haces compras por impulso, porque lo ves cuqui en la tienda, o porque es tendencia de moda sin acordarte de lo ponible que puede ser. La realidad es que no compramos pensando en cómo y cuándo ponerte ese look y cómo se ajusta a tu silueta, armonía de color y a tu estilo de vida.
Por lo que, sí, tu armario está lleno, pero de prendas con un objetivo determinado. Por eso el momento de buscar un outfit para ir a trabajar o a comer con tus amigas se vuelve crisis.
Reconciliarte con tu armario te ofrece el camino para encontrar tu propio estilo y sacar mayor partido de las prendas que se han perdido dentro de él. Te invito a que desempolves tu lado más romántico y que te vuelvas a enamorar de tu ropa, y así revolucionarás tu armario y a ti misma. Que sepas que te reinventarás sin lugar a duda.
¿Quién dijo que 'nunca segundas partes fueron buenas’? No hay nada más bonito que los inicios de las historias, momentos de conocimiento, y aprendizaje y de nuevas conquistas, y la ropa tiene muchas historias que contar. Si estas historias no son bonitas o no se pueden contar, se hace difícil que puedas vestirte con la ropa de tu armario.
"No compramos pensando en cómo y cuándo ponerte ese look"
Este es tu momento de idilio con tu armario y el resultado de esta nueva oportunidad será conocer, no sólo cada prenda por su diseño o su patrón o su color, sino por la energía que transmite o lo que sientes tú al comprarla y al llevarla en un determinado momento, o la bonita aventura que hay detrás.
Cuál es nuestro objetivo, que tu armario hable de ti, de tu estilo y personalidad, y que cuando lo abras te transmita paz y felicidad y encuentres cada día el look ideal. En definitiva, que vuelen mariposas en el estomago al verlo, como una enamorada.
Cómo resolver tus problemas de vestuario
Aquí te doy unos consejos para derribar el mito de los armarios rebeldes y acabar con el no tengo nada que ponerme.
1.- Ordena y haz una buena limpieza de armario.
Empieza vaciando y limpiando el armario, te dará una visión del espacio que tiene para luego volver a colocar todo. Deshazte de aquellas prendas estropeadas, de esas que hace años que no te pones y de las que no son de tu talla, retíralas al trastero o dónalas para que tenga una segunda vida. Convéncete de que ya no sirven esas camisas o vestidos que ya no te inspiran absolutamente nada , y de que guardar esos pantalones que se volverán a llevar dentro de cinco años, lo único que hacen es reducir tus opciones para la búsqueda del look diario.
Lo que no te convence, sin mirar atrás, bye bye.
Eso sí, renueva aquellas prendas que sigas necesitando y quédate con tus clásicos que mejor definan tu esencia y estilo.
2.-Crea un buen fondo de armario.
Apuesta por prendas básicas y serán tus mejores aliados. Sirven como base para construir cualquier outfit y después sólo hay que añadir algo que se lleve para ir a la última. Combina ropa de tendencia con ropa de tu fondo de armario y acertarás en tus looks.
De colores neutros, que pegan con todo, como gris, beis o blanco; es decir, cualquier color que al combinarlo con otro no le reste importancia a la prenda. Serán la tabla de salvación en los días de 'no sé qué ponerme'. Los mejores básicos: unos vaqueros, un cárdigan cool, la famosa camisa blanca, camisetas de cuello redondo o de pico, un pantalón negro y vestido acorde a tu silueta.
Y sobre todo, apréndete estos truquis que harán subir tu look como una manga remangada, un bajo hacia arriba, una esquina del jersey remetida por la falda, o el famoso french tuck (que es llevar una parte de la camiseta o camisa por dentro de los pantalones y otra parte por fuera).
3.- Analiza tu estilo de vida y tus necesidades.
Adapta tus compras y destina un presupuesto acorde con el estilo de vida que lleves. Por ejemplo, el 70% de tu gasto en ropa para trabajar, 15% de tu gasto en ropa para salir y ocasiones especiales, y 15% de tu gasto en ropa informal y casual. Si trabajas en casa, tener muchas americanas igual no funciona, estudia esos momentos para sacar ideas y crear tus combinaciones perfectas.
"Lo que no te convence, sin mirar atrás, bye bye"
4.- Usa la 'Regla de 1 prenda 3 looks'.
Cuando compres una prenda nueva, piensa primero que no tengas algo muy parecido ya en tu armario, y segundo, intenta buscar al menos tres prendas o tres looks con los que quede bien. Así comprarás siempre prendas muy combinables y adaptadas a tu armario. Tu armario será versátil y duradero porque aprovecharás todo y te lo podrás poner todo.
Tendrás una buena base con la que trabajar cuando tengas que meterte en faena y mezclar los diferentes estilos de tu armario. Si llenas tus estanterías con prendas a lo loco bloquearán tu imaginación porque apenas combinan entre sí, y tendrás días de 'no sé qué ponerme' más a menudo.
5.- La inspiración.
Si tienes prendas a las que no sacas partido, inspírate en el streetstyle y busca en redes social como Pinterest cómo combinan, por ejemplo, un outfit con un pantalón marrón. Tendrás cientos de ideas para ponértelo o para comprar prendas que queden genial con ese pantalón, sin olvidar lo que se adecúa más a tu estilo personal.
Es un buen momento para crear tu propio un tablón de Pinterest o una cuenta de Instagram: cuando tengas un día torcido o simplemente no te apetezca hablar con el armario, recurre a las gurús de la moda para buscar inspiración. Enseguida verás nuevas maneras de combinar prendas, estampados y colores.
6.- Utiliza comodines: siempre blanco y negro o apuesta por un look ganador.
Tenemos días en los que no nos apetece jugar con la ropa, pero tampoco queremos renunciar a ir top. Para esos días en los que no te apetece interactuar con tu armario e innovar, recurre a prendas en blanco y negro, puedes estar segura al 100% de que el outfit funcionará sin demasiados problemas. Prueba con jersey de punto en crudo con cuello pico o una camisa, unos buenos vaqueros o una falda midi, medias tupidas y unas zapatillas blancas; o más rockero, como una camisa negra estampada con una cazadora moto de cuero y pantalones en negro y unas botas estilo militar.
Puedes recurrir a combinaciones que ya sepas que son un éxito seguro. Además de ir de 10, te sentirás bien porque ya conoces el sentir con la imagen que transmites.
7. Utiliza el efecto sorpresa.
Es frecuente tener la sensación de aburrimiento a la hora de vestirnos, pero no está relacionada tanto con la maña que tengamos para hacer combinaciones, sino con cómo nos hace sentir el llevar siempre un estilo determinado. En definitiva, tenemos la sensación de ir de uniforme. Pues bien, para romper con todo, céntrate en otra cosa que no sea la ropa: ¿qué te haría sentir mejor? Usar un color de uñas diferente o un rouge de labios si no sueles llevarlo a menudo, experimentar con un peinado nuevo que puedas hacerte en cinco minutos o probar con una máscara de pestañas de maxi volumen. Son pequeños matices que apaciguan el efecto uniforme del que queremos huir.
"Puedes recurrir a combinaciones que sepas que son un éxito seguro"
8. Apuesta por los complementos.
Pañuelos, bufandas y cinturones, tanto si los llevas al cuello como en el asa de tu bolso o marcando tu cintura, son el complemento que anima cualquier estilismo básico, incluso aunque sea un pantalón con camiseta que te hayas puesto cientos de veces. Busca fulares lisos, y pañuelos con estampados, cinturones con hebillas singulares, gafas de sol, pintalabios y voilá. Estilo instantáneo.
9.- Ten una buena organización y orden.
Es básico seguir un orden en la colocación de las prendas en tu armario y que se adapte a su distribución, a tus necesidades y tu estilo de vestir. Analiza qué tipo de prendas tienes y cómo podrías aprovechar mejor los espacios. A veces basta con doblar pantalones vaqueros en vez de percharlos, doblar la ropa de deporte en vertical o colgar los vestidos a la mitad para que no arrastren.
Unificar prendas o agrupar tu ropa por tipos, es decir, cada oveja con su pareja. Un truquito adicional es colocar las prendas siguiendo el orden en que te vistes. Un ejemplo puede ser colocar en las baldas superiores jerseys, debajo camisetas y después pantalones.
¿Verdad que tu perspectiva de tu armario ya está cambiando? Aprende a saber lo que necesitas de verdad y lo que no. Y cuida lo que tienes. Es mejor decidir qué te quedas de manera consciente y ser sincera con una misma sin tener miedo de dejar ir ciertos objetos. Céntrate en aquello que elijes y que te guste de verdad, y empieza a escoger prendas que quieres. Así dejarás de tirar las cosas porque ya no te gustan.
En definitiva, reencuéntrate con tu armario y tu ropa.