El sector de la moda es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero.

El sector de la moda es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero. Unsplash

Moda

Cómo la moda de segunda mano y vintage ha pasado de sufrir prejuicios a ser la opción más necesaria del sector

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El pasado 12 de septiembre, Oxfam inauguró la Semana de la Moda de Londres con su desfile Style for Change. La plataforma, en colaboración con Vinted, presentó diseños realizados con telas de segunda mano y materiales reciclados.

eBay desveló, a su vez, Endless Runway, un desfile en el que se pudieron comprar prendas de segunda mano de forma directa. Destacó piezas emblemáticas de la Semana de la Moda de Londres que se pudieron observar en ediciones pasadas, como el bolso Bayswater de Mulberry.

¿El punto en común de estas dos iniciativas? Su apuesta por la sostenibilidad. Su caso no es residual tal y como lo corroboran los datos: las ventas de ropa de segunda mano podrían alcanzar 350.000 millones de dólares en 2028, según un informe realizado por GlobalData e impulsado por la plataforma de ropa de segunda mano ThredUp. Este llamativo dato plasma la magnitud de un fenómeno que, poco a poco, está llegando a todas las esferas del sector.

¿Pero en qué consiste? La moda de segunda mano es una respuesta a la búsqueda de consumo sostenible. Consiste en alargar la vida de las prendas y complementos que ya formaron parte del armario de otras personas. Engloba la moda vintage, que remite a diseños confeccionados en décadas anteriores y que han ganado atractivo con el paso de los años.

Es la categoría que más destaca en el mundo de segunda mano, al contar con el valor añadido del tiempo: incluye diseños de archivo de características específicas e incambiadas que suelen resultar difícil de conseguir en la actualidad.

Poco a poco, ganan terreno a la llamada fast fashion, basada en una producción constante y un consumo excesivo y descontrolado, sin consideraciones sostenibles. 

Cada vez más clientes eligen prendas de calidad, destinadas a durar y que, en ocasiones, ya cuentan con una larga vida útil. ¿Pero por qué el consumo de segunda mano y vintage está ganando cada vez más adeptos? ¿Qué prendas y complementos son los más codiciados en la actualidad?

Un impacto sostenible

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la producción de prendas de ropa se ha doblado en número en las últimas décadas, siendo responsable del 10% de los gases de efecto invernadero en la actualidad.

La ropa de segunda mano es, en este sentido, una manera efectiva de reducir el impacto medioambiental al limitar la fabricación continua de textiles y los recursos necesarios para su producción, que acaban acumulándose en vertederos, sin control.

Actualmente, hay una demanda de piezas vintage de los 80 y 90.

Actualmente, hay una demanda de piezas vintage de los 80 y 90. Istock

De ahí la importancia de estas plataformas, comprometidas. "Los abrigos de segunda mano de Vestiaire Collective se usan una media de 4 veces más que los abrigos nuevos de fast fashion (28 veces). El resultado es un coste por uso de 1,62 € frente a los 4,53 € de los abrigos nuevos de moda rápida", subraya Vestiaire Collective, plataforma líder mundial de moda de lujo de segunda mano.

"En todas las categorías y en todos los precios, las prendas de moda de segunda mano ofrecen un coste por uso un 33% inferior al de los artículos de fast fashion, que se usan más de dos veces menos de media", añaden.

La plataforma de compraventa Micolet lo corrobora: "Gracias a nuestro novedoso método de consigna, con el cual el vendedor no necesita ni siquiera desplazarse de su domicilio para poner la prenda a la venta, se salva una media de 150.000 prensas al mes, ahorra 4 millones de litros de agua (lo equivalente a 20 millones de duchas) y logra evitar mensualmente la emisión de más de 697.900 kg de CO2 (lo equivalente a más de 1,7 millones de coches eliminados de la circulación)".

Cada día, la plataforma pone a la venta más de 3000 novedades en prendas y accesorios con descuentos de hasta el 90% con respecto al precio original, y todas ellas cumplen debidamente con los estrictos estándares de calidad, además de fomentar una visión sostenible.

El boom del vintage

Los datos también confirman que la moda vintage es la que más destaca en el mercado de segunda mano: "La categoría vintage es una de las que más rápido crece día a día en Vestiaire Collective. Durante los últimos cinco años es una de las más populares entre las búsquedas de nuestra comunidad a la hora de comprar. Los diseñadores encuentran nuevas fuentes de inspiración en sus colecciones de archivo y, dado el atractivo del vintage, cada vez son más las celebridades que lo lucen en la alfombra roja para marcar la diferencia", aclara Sophie Hersan, cofundadora y directora de moda de Vestiaire Collective.

"Aunque antes la moda vintage solo se asociaba a coleccionistas y eruditos de la moda, cada vez se aprecia más en todos los ámbitos, porque cada pieza tiene una historia única que contar, además de ser la alternativa más sostenible, lo que la hace que la moda vintage sea extremadamente valiosa", añade. Los artículos vintage se venden un 30% más rápido que los no vintage. Las categorías con más oferta son la ropa, seguida de los bolsos. 

Una realidad confirmada por Vinted, otra de las plataformas de segunda mano con mayor visibilidad: "Actualmente, hay una demanda de piezas vintage de los 80 y 90 en el mercado de segunda mano. La moda actual se inspira en décadas y colecciones pasadas. Como parte de la 'tendencia de archivos', las marcas de diseñadores se orientan constantemente en colecciones y modelos antiguos de sus archivos", explica Björn Holzhauer, experto senior de marca en Vinted.

"Mientras que las últimas temporadas se han centrado en finales de los 90 y la estética Y2K, como el renacimiento del bolso Dior Saddle, el Fendi Baguette o el Prada Nylon, ahora las cosas van aún más atrás en el tiempo. Elementos de los 80 o incluso del estilo de los 50, con vestidos femeninos, estilo pin-up o lunares. Esto también podría aumentar la demanda de artículos vintage de esta era y estilo. Blazers de tweed vintage, como los de Etro o Ralph Lauren, también podrían aumentar en reventa", subraya.

"Debido a la escasez, la demanda está superando cada vez más a la oferta y algunos artículos, especialmente los bolsos clásicos, están demostrando ser verdaderos ganadores en cuanto a reventa", dice Holzhauer. "Los mitos y la idealización que rodean la creación también juegan un papel importante. Con algunos diseños en el color adecuado y en buenas condiciones, se puede obtener una ganancia inmediatamente después de la compra. Y la previsión de que los precios nuevos seguirán aumentando es prometedora".

El lujo es, por ende, uno de los sectores más concernidos por la segunda mano: "El mercado del lujo de segunda mano alcanzó un volumen de 33.000 millones de euros en 2021, lo que supuso un aumento del 65 % con respecto a 2017. La demanda sigue creciendo de forma exponencial. Además, los artículos de lujo mantienen un valor intrínseco que los distingue de otros bienes de consumo", explican desde Loué, otra referencia del sector de segunda mano.

"Durante una crisis, las personas buscan inversiones seguras y tangibles; un bolso de diseñador o una prenda de alta gama, incluso de segunda mano, ya que estas pueden ofrecer una sensación de estabilidad económica y emocional", añaden los expertos.

"Según un estudio del Boston Consulting Group, el 70 % de los compradores de segunda mano realizan su primera inversión en lujo a través de producto vintage. Este mercado podría generar hasta el 20 % de los ingresos de una empresa del sector del lujo en 2030, según Bain & Company", concluyen.

¿Dónde comprar?

Altraste

Una de las tiendas de segunda mano más preciadas de la capital se encuentra en la calle Ramón de Santillán, 4. Se trata de Altraste. Cuenta con diseños más asequibles y otros de lujo, divididos a nivel espacial. También facilita grandemente la búsqueda al separar las prendas por tipología. 

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¿Lo más? También se encarga de vender ropa de particulares, quedándose con parte del previo de venta final.

Loué

En el centro de Madrid, concretamente en la calle de la Virgen de los Peligros, 12, se ubica Loué, una tienda de segunda mano de lujo que cuenta con sus propios estilistas. Permite comprar, alquiler o vender prendas y complementos.

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Además de su compromiso medioambiental, cuenta con un desarrollado servicio de calidad y autenticidad: "Hemos implementado un riguroso proceso de inspección para garantizar la autenticidad de todas y cada una de las piezas que vendemos. Nuestro equipo de expertos inspecciona minuciosamente cada artículo y nuestro sistema de inteligencia artificial de última generación verifica sus hallazgos", declaran.

Cotton Vintage

En Barcelona, se convirtió en referencia esta tienda, ubicada en la Carrer Enric Granados, 26. Creada en 2008 por Nadya Larrea y Diego Redondo en colaboración con Sonia Bassat, cuenta con un "espacio confortable y dinámico diseñado con nuestro corazón dónde ofrecemos el máximo exponente en firmas de moda de lujo con una extensa selección".

Gucci, Chanel y Saint Laurent son algunas de las firmas que puedes encontrar tanto en su boutique como en su tienda en línea, su gran punto a favor.

Ele Vintage

En 2009, María Pérez se lanzó a por la aventura de la moda de segunda mano, creando su boutique, "un peculiar establecimiento que atesora prendas de lujo de las firmas más deseadas y menos accesibles a precios que hasta hace unos años jamás hubiéramos imaginado". 

Ubicada en San Sebastián, concretamente en Getaria Kalea, 14, cuenta con firmas como Isabel Marant, Aquazzura o Prada. 

Inditex y otras marcas comprometidas

Algunas firmas asentadas del sector también se abrieron camino en el mundo de la segunda mano. Es el caso de Zara, firma insignia del grupo Inditex, que lanzó Zara Pre-Owned en 2023. La plataforma da la posibilidad de reparar las prendas, así como donar las que ya no se utilicen.

De igual manera, H&M lanzó un programa de recogida de ropa en 2013 y puso en marcha un servicio de alquiler en una de sus tiendas de Estocolmo, donde se pueden alquilar trajes seleccionados de su colección Conscious Exclusive, en 2019.

Imagen de la campaña de ba&sh.

Imagen de la campaña de ba&sh.

El pasado 28 de mayo, ba&sh abrió su servicio de segunda mano a sus clientes españoles, para que puedan dar una segunda vida a sus piezas. "Esta decisión, además de ofrecer beneficios medioambientales, está en línea con las aspiraciones y hábitos de consumo de los nuevos clientes de ba&sh. Hoy en día, el 33% de los millennials compran productos de segunda mano, creando un enorme potencial de crecimiento en el sector y reafirmando la decisión de ba&sh", aclara la firma. 

Por su parte, Isabel Marant anunció una nueva colaboración con Vestiaire Collective y Faume. Esta asociación dará lugar a una selección de piezas de Isabel Marant de segunda mano, seleccionadas por la propia Isabel Marant.

Desde el 9 de julio, los clientes de todo el mundo tienen un acceso exclusivo a este espacio online único en Vestiaire Collective, que cuenta con piezas vintage de Isabel Marant, artículos de la línea Isabel Marant Etoile, accesorios y zapatos. La selección también incluye 15 looks icónicos de pasarela de la última década, elegidos por la propia diseñadora.

A ellas, se sumaron Sandro o Maje, entre muchas otras, confirmando el asentamiento de un nuevo modelo de consumo, con la sostenibilidad como leitmotiv.