Lyubov Sobol, abogada, política y activista rusa de 34 años, es la disidente más conocida de Rusia y la más amenazada por el Kremlin.
Sobol se licenció en Derecho por la Universidad Estatal de Moscú, la más prestigiosa de Rusia, y empezó su carrera profesional como secretaria en un tribunal de la capital. Todo apuntaba a que acabaría en una gran firma jurídica, pero en 2011 se cruzó en su camino la Fundación Anticorrupción de Navalni, principal opositor ruso.
Desde entonces, ha participado en las investigaciones sobre la élite política y económica rusa que han puesto en aprietos en más de una ocasión a las autoridades.
Además de su trabajo en el sector jurídico, Sobol es la productora de Navalny Live, un canal de YouTube con más de un millón de seguidores donde denuncian el régimen autoritario del presidente Putin. Su influencia ha provocado algunas de las mayores protestas antigubernamentales de los últimos años.
Sobre la guerra
En una reciente entrevista publicada en Mujer Hoy, la disidente rusa analiza la situación actual. “Estamos en el peor escenario posible. Creemos que el plan de Putin es invadir Ucrania, anexionarla a Rusia y sustituir a Zelenski por una persona de confianza, seguramente Yanokovich. Pero a medida que se va desarrollando el conflicto, empezamos a pensar que el plan es invadir y anexionar Ucrania y Bielorrusia”.
Más largo de lo previsto
Además, argumenta que Putin creía que sería una guerra corta, que Ucrania se rendiría, pero no ha sido así. Afirma que, de haber sido más rápida, los siguientes hubieran sido Georgia y Moldavia. Por eso, occidente debe hacer todo lo posible para pararle los pies.
“Me ha alegrado bastante ver la respuesta de Occidente, sobre todo porque Putin no lo esperaba. En su cabeza, Occidente está muy dividido y no pensaba que países como el Reino Unido, Estados Unidos o la Unión Europea se pusieran de acuerdo tan rápido para imponer sanciones así de fuertes contra él”.
Junto a Navalni
Sobol ha acompañado al principal opositor ruso desde el principio. En marzo de 2011, Sobol comienza a ejercer de abogada en el proyecto RosPil, creado por Alekséi Navalni, para combatir la corrupción en el área de gasto presupuestario. Aún no había terminado la carerra. Ese mismo año, la revista Forbes la elige como séptimo personaje principal del año.
Entre 2011 y 2012 estuvo participando en distintas actividades sociopolíticas, como manifestaciones de oposición, el movimiento voluntario de Astracán y fue observadora en varios niveles de elecciones en Krymsk.
El 22 de octubre de 2012 fue elegida en la lista civil para el Consejo de Coordinación de Oposición de Rusia (20012-2013). Recibió 25.270 votos en la lista civil y ocupó el décimoquinto lugar, adelantando a políticos de renombre como Boris Nemstov y Serguéi Udaltsov.
Intentos electorales fallidos
En marzo de 2016, expresó su intención de presentarse a las elecciones a la Duma de Moscú (órgano legislativo). Sin embargo, apenas dos meses después, retiró su candidatura.
Dos años más tarde se convirtió en miembro del Comité Central del partido Rusia del Futuro de Alekséi Navalni. En 2019, participó en la campaña electora de la Duma de Moscú, pero su candidatura fue rechaza y realizó una huelga de hambre en el mes de julio exigiendo que se aceptase, pero no lo consiguió. El 2 de septiembre fue detenida tras una protesta.
Ese mismo año, la BBC la incluyó en la categoría de liderazgo en su lista de 100 mujeres inspiradoras e influyentes de todo el mundo.
Vivir exiliada
El 23 de enero de 2021, durante una protesta en Moscú en la que se oponía al arresto de Navalni, varios agentes de policía la arrestaron. En 3 de agosto fue declarada culpable de violar las restricciones COVID-19 y fue sentenciada a un año y medio de restricciones similares a la libertad condicional.
Cinco días más tarde, la opositora anunció que se había divorciado y ese mismo día, los medios de comunicación rusos informaron que ella había salido del país. La policía rusa emitió una orden de arresto en el mes de octubre.
Actualmente se encuentra exiliada en Tallín (Estonia), donde continúa con su firme oposición al régimen de Putin, siendo una de las personas más amenazadas por el Kremlin.
“Mientras Putin se siente en el Kremlin, Navalni no podrá salir libre”
Allí recibió la noticia de que Navalni había sido declarado culpable hace unos días y condenado a nueve años de cárcel en régimen severo. No le sorprendió. La abogada y mano derecha del opositor sabe que la justicia rusa actuará al dictado del mandatario.
Además, recuerda que en Rusia cualquier actividad de oposición está prohibida. La activista considera que de haberse quedado en su país natal ahora mismo estaría en una celda de aislamiento de una cárcel y argumenta que decidió exiliarse para poder seguir trabajando. Aunque es consciente de que ningún opositor a Putin puede estar tranquilo en ninguna parte.