'Hija de la tierra', una novela de aventuras, magia, amor, guerra y sorpresas inspirada en las películas de Sofia Coppola
La autora nos habla de su nueva novela Hija de la Tierra (Alfaguara, 2023).
24 diciembre, 2023 02:05¿Qué pueden tener en común Sofia Coppola y una niña que no duerme? Pues, aunque no lo creas, para mí van de la mano y quiero compartirlo contigo.
['El concierto de los pájaros', la novela que habla de confianza, amor a la literatura y entrega]
Siempre he soñado más despierta que dormida. La mayoría de los recuerdos de mi infancia están salpicados de juegos inventados, de mundos que no existían, aunque sí lo hicieran para mí.
Mi madre es una lectora voraz; en mi casa las estanterías estaban llenas de libros, por lo que no fue una casualidad que yo acabara perdiéndome entre sus páginas y ella regentando una librería-papelería. Mi padre me contaba cuentos para dormir que creaba sobre la marcha, sorprendiéndome cada noche con uno distinto.
Supongo que por eso a nadie le sorprendió que yo terminase escribiendo las mías. Durante unos años me centré en lo real, en aquello con lo que me podía identificar. De mis dedos salieron novelas contemporáneas que giraban en torno al amor.
Sin embargo, para bien o para mal, soy una persona inquieta. Siempre quiero más, y no es una cuestión de avaricia, sino que necesito seguir aprendiendo, retándome, luchando conmigo misma, quizá como un modo de demostrarme que puedo hacerlo y de creer en mis capacidades. Y las ganas de probar con otros géneros fueron creciendo.
En 2019 fui madre. No es que sea de interés en mi carrera, pero para mí supuso un punto de inflexión, mi vida cambió por completo y yo, inevitablemente, también lo hice. Comencé a preguntarme qué quería hacer, qué cosas me importaban de verdad, tal vez porque la falta de tiempo hace que lo valores más.
Reflexionaba sin cesar sobre esa necesidad de salir de mi zona de confort, me esforzaba por encontrar un equilibrio entre lo que el público esperaba de mí y lo que yo deseaba hacer, valoraba los pros y contras de cada decisión.
No siempre fue fácil, pero me ayudó a conocerme mejor, a respetarme como escritora y a reconciliarme con algunas partes de mí misma que estaban estancadas. En este punto de mi vida nació Cathalian.
Julieta, mi primera hija, era buenísima, aunque también dormía fatal. En ese momento yo estaba inmersa en una novela romántica adulta, pero pasaba muchas noches recorriendo el pasillo con ella en brazos y avanzaba muy despacio en el proyecto. En aquellas madrugadas de desvelo, me encerraba en la cocina, encendía la campana y, después de una hora meciéndola, conseguía dormirla con el ruido blanco de fondo.
Y, mientras tanto, ¿yo qué hacía? Soñaba. Viajaba lejos. Me imaginaba universos desconocidos que aún no me permitía escribir. En una de esas veladas surgió la chispa. Pensé en unas chicas vestidas de encaje blanco encerradas en una casa. Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola, es una de mis películas favoritas. Las imágenes de las cinco hermanas Lisbon me perseguían de vez en cuando, me inspiraban retazos de historias, aunque jamás habría creído que acabarían suponiendo la semilla de una trilogía de fantasía.
Aquella noche me imaginé un montón de chicas encerradas en una casa verde esmeralda, protegidas, vestidas de blanco y tiré de un hilo muy fino que acabó siendo un mundo enorme. Desde ese momento, no pude dejar de pensar en él.
Abría las notas del móvil y anotaba palabras, datos, tramas. Le hablaba de Cathalian en susurros a Julieta mientras la mecía a oscuras, le contaba que había una chica pelirroja, impulsiva y valiente que hacía travesuras con su mejor amiga, que se escapaban por un agujero del muro y se aventuraban en el Bosque Sagrado. Que el mundo no era tal y como le habían contado. Que muy pronto soñaría con el hombre destinado a ella, cogería su mano y saldrían juntos de la Casa Verde para nunca volver. Que su vida estaba a punto de cambiar.
Y así fue. Meses más tarde tenía el primer borrador de Hija de la Tierra (Alfaguara, 2023). Una novela de aventuras, magia, amor, guerra y sorpresas que se parecía poco a las anteriores que había escrito.
Tardaría mucho tiempo en encontrar una casa para ella, pero la paciencia es una virtud que he aprendido a cuidar con los años. Finalmente, en 2022 recibí un correo y el resto es historia.
Hoy eres tú quien la tiene en sus manos. Ojalá disfrutes de las aventuras de Ziara. Ojalá este sea un viaje bonito.