Isabel San Sebastián: "Si el feminismo español tuviera una mentalidad menos sectaria, reivindicaría a esta mujer"
Autoras de palabra con Rosa tiene una cita en casa de Isabel San Sebastián, la periodista y escritora que lleva rescatando la historia a través de los ojos de la mujer desde el s.VIII, y lo hace ahora con “La Temeraria” (Plaza&Janés 2024).
21 junio, 2024 02:37Autoras de palabra con Rosa se ha citado con la escritora y periodista Isabel San Sebastián. Experta en rescatar la historia olvidada, vista y vivida desde los ojos de las mujeres importantes desde el siglo VIII para hablar sobre la protagonista de su nuevo trabajo literario: la reina Urraca.
"Urraca, era hija de Alfonso VI y legítima heredera al trono leonés. Cumpliendo la última voluntad de su padre, se desposó con Alfonso I de Aragón. Que por cierto no tenía gusto por las mujeres. Se casó para ocupar la corona de León y mandar en los dos tronos, pero el matrimonio debía consumarse. Un matrimonio que se convirtió en una condena, su marido la maltrataba, le pegaba y le golpeaba", sostiene San Sebastián.
"Pero Urraca—afirma la autora— no era una mujer que se dejara dominar. Era una Reina y así había sido educada. Se defendió toda su vida de esa agresión y de esa pretensión, y lo pagó muy caro, pero nunca se doblegó."
Y añade: "Evidentemente no sería la primera mujer maltratada, ni del pueblo, ni de la nobleza, pero aquello se llevaba en silencio, como una humillación. La humillada era la maltratada, no era el maltratador y en consecuencia, tener la valentía de denunciarlo y decirlo, rebelarse a través de una carta enviada a su primo Fernando, me parece muy admirable, y muy adelantado a su tiempo".
Mujer sexual y empoderada
"Fuera de los matrimonios de conveniencia, los hombres tenían su vida sentimental y sexual con sus amantes con quienes tenían hijos, a los que daban buenas posiciones y amaban. Los apetitos sexuales masculinos eran perfectamente comprensibles dada su naturaleza, pero, en cambio, una mujer con deseos sexuales era considerada poco menos que insaciable", asegura San Sebastián.
Y continúa: "La historiografía en su machismo y su misoginia absoluta, considera que Urraca tuvo amantes porque era una ninfómana y, por interés político, ellos tuvieron que medrar en la corte, y yo entiendo que no. Porque ella pudo amar y ser amada. La historia nos dice que tuvo al menos dos amantes y dos hijos con uno de ellos. Ella era la reina de León. Tenía poder y lo ejerció".
"Una mujer empoderada en el sentido literal de la palabra que no ha tenido ningún reconocimiento, al contrario, su biografía es absolutamente aséptica" afirma con rotundidad la autora.
De haber nacido varón se habría llamado el audaz, el valiente o el intrépido, pero aún haciendo las mismas cosas siendo mujer, es la asoladora del reino, la engañadora, y habría de llamarse “La Temeraria”.
"He creado el personaje de Muniadona para convertirme en testigo presencial de Doña Urraca, y recrear el personaje humano de carne y hueso. Devolverle su corazón, sus sentimientos, su piel, sus emociones. Todo aquello que la historia omite", reconoce San Sebastián.
Rodeada de enemigos
La autora afirma que Urraca: "Vivió rodeada de enemigos, su marido, su medio hermana, su hijo, los tutores de su hijo, sus nobles..."
"Olvidarnos del pasado o tratar de borrarlo es un grave error —manifiesta la autora— tenemos mucho que aprender, a veces pensamos que el feminismo lo hemos inventado hace 20 años o como mucho 100. Y no, España es una nación de mujeres fuertes, porque es tributaria del matriarcado Astur. Toda la repoblación inherente a la reconquista se hizo con mujeres como doña Urraca, o la reina Isabel de Castilla, que no se bajó de una nave espacial, venía de una tradición".
Y añade: "Cuando ahora las mujeres, pensamos que nos hemos liberado solas, sobre todo las más jóvenes, a mí, me da cierta rabia, convencida de que hasta su advenimiento las demás estábamos en casa con la pata quebrada. Y no, no éramos tontas, ni sumisas".
"Urraca fue la primera mujer que dictó un fuero donde se contemplaba la igualdad entre hombres y mujeres. Ella era muy consciente de que su condición de mujer no la hacía inferior a ningún hombre"
"Si el feminismo español tuviera una mentalidad un poco más abierta, no tan sectaria, y tuviera una concepción del feminismo un poco más amplia, reivindicaría a esta mujer, que encima murió el 8 de marzo, una fecha premonitoria del Día de la mujer", ratifica Isabel San Sebastián.
"Jamás he oído en ningún acto feminista reivindicar a la primera reina que hubo en España, a la primera mujer que plantó cara al maltrato", concluye.