O se quieren o se odian, pero lo que no se puede negar es que las coles de Bruselas hacen mucho bien a quien las toma, especialmente a las mujeres: tienen mucho ácido fólico, fibra y vitaminas que las cuidarán y regularán por dentro.
En el año 1500 se descubrieron este tipo de coles de tamaño pequeño, como una nuez, en, como dice su nombre, Bruselas. Se mantuvieron en Bélgica durante siglos y se introdujeron en territorio norteamericano en 1812 gracias a Thomas Jefferson, el tercer presidente estadounidense de la historia. En cambio, el resto de Europa las descubrió un poco más tarde, durante la Primera Guerra Mundial.
Hoy en día las coles de Bruselas se cultivan sobre todo en Europa y en Estados Unidos, donde la mayor plantación tiene lugar en California, lejos del clima belga donde nacieron.
Beneficios para las mujeres
Tras el análisis científico que merecieron estas coles, a mediados del siglo pasado, éstas fueron clasificadas dentro de la familia de las crucíferas, como el brócoli, la col y la col kale, con los que comparte similitudes nutricionales.
Sin embargo, las coles de Bruselas son especialmente beneficiosas para la mujer por su alto contenido en ácido fólico, que las protegerá de la anemia, fatiga y estados depresivos, y por las siguientes propiedades:
1. Tienen un alto contenido de fibra, que ayudará a prevenir el cáncer de colon en las mujeres, les reducirá el apetito y las saciará más rápidamente. Por cada 100 gramos de coles de Bruselas, 3,8 son pura fibra en diferentes formas (celulosa, hemicelulosa, pectina...), lo que creará un buen ambiente bacteriano en los intestinos y promoverá una actividad regular intestinal.
2. Han sido estudiadas por la ciencia por sus propiedades anticancerígenas, ya que tienen fitoquímicos, como el glucosinolatos, que luchan contra infecciones, virus y contra la aparición o creación de células anormales.
3. Están cargadas de vitaminas y minerales. Además de destacar por el ácido fólico, están llenas de vitamina C, que ayudará a la mujer a asumir mejor el hierro; vitamina K, vital para el buen funcionamiento del hígado y para prevenir el excesivo sangrado menstrual; vitamina B6, que previene retención de agua, la caída del cabello y la hipoglucemia; y potasio, que colabora en el mantenimiento de una piel saludable.
4. El beta caroteno de las coles de Bruselas es el antioxidante principal que tienen estas coles, que nos protegerá de enfermedades cardiovasculares y del estrés oxidativo de nuestras células.
5. Apenas tienen calorías, con menos de 40 calorías por cada 100 gramos de coles de Bruselas.
Cómo prepararlas
Las coles de Bruselas forman parte de un estilo de vida saludable y con ellas podemos cocinar recetas sanas y fáciles en casa. Con estos consejos, aprenderás a sacar partido a este alimento tan beneficioso para nuestro cuerpo:
-Antes de cocinarlas, se recomienda lavarlas profundamente con agua y quitar las hojas descoloridas o amarillas.
-Se suelen cocinar enteras, pero para que se hagan más fácilmente se pueden partir por la mitad o hacer una "X" en el tallo inferior.
-Hay cuatro formas de añadirlas a nuestro día a día: crudas, hervidas, al vapor o al horno.
-Para disfrutarlas al máximo, se recomienda probarlas en sus diferentes texturas. Por ejemplo, crudas y deshojadas se pueden utilizar en ensaladas, pero también se pueden añadir hervidas o al horno.
-Son una buena opción para añadir en woks y salteados, en un plato de pasta o como acompañamiento a un plato principal.
-Para darles más sabor, las coles de Bruselas pueden acompañarse con tahini (crema de sésamo), cúrcuma, semillas, frutos secos o frutos disecados como pasas o bayas de goji.
Cualquiera de estas opciones es válida para no comer las coles de Bruselas solamente en los menús de Navidad, sino durante todo noviembre y diciembre, que son los meses en los que están de temporada.
***Cristina Román es periodista especializada en Nutrición por el Institute For Optimum Nutrition de Londres y editora de la web I Am Bio.