La menstruación es mucho más que un sangrado varios días al mes. El ciclo menstrual está presente cada mes e implica cambios constantes en el cuerpo de las mujeres, principalmente por los cambios hormonales. Xusa Sanz, enfermera y educadora sanitaria especializada en salud hormonal, destaca la importancia del llamado "ambiente hormonal", incluso cuando las mujeres no perciben esos cambios.
Pese a que la regla poco a poco está dejando de ser un tabú, Sanz es consciente de la falta de educación disponible sobre la salud hormonal y lleva años volcando sus conocimientos en las redes sociales. En Instagram, por ejemplo, ha acumulado más de 70 mil seguidores. Ahora lo reúne todo en su libro La revolución de la menstruación (Ediciones Martínez Roca), donde aborda cómo las hormonas varían durante el ciclo menstrual, sus formas de manifestarse y también consejos para aliviar los síntomas.
Y es que las alteraciones hormonales (principalmente de estrógenos y progesterona) a lo largo del mes pueden producir algo más que simples cambios de humor, teniendo una gran influencia en muchos de los trastornos menstruales como el síndrome de ovario poliquístico, síndrome premenstrual, amenorrea... Incluso otros problemas de salud deben ser abordados teniendo en cuenta las hormonas (aunque no solo eso). Por ejemplo, destaca su relación con el hígado o el sistema digestivo.
"Si te pasa algo, puede condicionar incluso la forma en la que se manifiestan síntomas. Imagínate que tienes un infarto, se sabe que en mujeres no se presenta igual que en hombres. Por ejemplo, se dice que se irradia al brazo izquierdo, pero en mujeres lo que se siente es más un peso retroesternal. Muchas mujeres se han ido a casa diagnosticadas de ansiedad y luego era un infarto. Por eso hay que trabajar con perspectiva de género y saber que las mujeres tienen esta particularidad", cuenta a MagasIN.
Sanz considera que hay que dejar atrás la patologización que se hace del ciclo menstrual y asumirlo como un "signo vital", aunque sin romantizarlo. "Lo trato como lo que es, una parte médica que hay que tener en cuenta. Si tú te conoces puedes poner muchos remedios a las alteraciones antes de lo que se viene haciendo. Hay mujeres que sufren dolor 10 años hasta que se les diagnostica endometriosis o problemas de coagulación. Si tú misma te identificas esos signos vitales puedes ir al médico con más conocimiento e intentar ponerle remedio de una mejor manera".
También apuesta por estudiar el ciclo menstrual de forma "extrarreproductiva", porque es algo que va a tener un efecto sobre la vida de las mujeres aunque no planeen ser madres. "Siempre se ve la menstruación con el enfoque de la fertilidad, pero no más allá. Al final lo que nos diferencia entre hombres y mujeres, hablando en términos binarios, es la cantidad de hormonas que tenemos".
Aunque no hay una forma mágica para aliviar los síntomas de salud hormonal el estilo de vida es fundamental porque "va a marcar en gran medida estos niveles hormonales". "Si comes bien, haces deporte y duermes bien, aunque tengas un problema de base, seguramente vas a estar mejor".
"Sí que es verdad que no todo se puede solucionar con el estilo de vida y a veces tenemos que recurrir a medicamentos ya sea la píldora u otro tipo de intervenciones. Pero por ejemplo, para el síndrome metabólico y el síndrome premenstrual, el estilo de vida es de lo primero que se analiza, sabiendo hasta dónde se puede llegar con ello".
La revolución
¿Por qué ahora parece que las mujeres tienen tantos problemas con el ciclo menstrual? ¿Algo ha cambiado en la forma de vivirlo o es simplemente que antes no se le prestaba atención a los cambios hormonales? Xusa Sanz opina que es un poco de ambas cosas.
"Yo siempre pongo el contexto evolutivo del que venimos. Estamos en un momento en el que la mujer nunca había tenido tantos ciclos menstruales como ahora. ¿Por qué? Ancestralmente nuestras abuelas -no hace falta irse a la Prehistoria-, la que no tenía cinco hijos tenía siete. Es decir, hemos pasado de tener una media de 40 ciclos menstruales a casi 400. Por lo tanto, esto tiene un impacto hormonal muy grande y de aquí emanan muchos problemas como el síndrome premenstrual, la endometriosis… Creo que igual estamos activando un mecanismo que no estamos ‘diseñadas’ para que siempre esté", explica.
Por otra parte, es cierto que el acceso a la información y la facilidad para compartir experiencias y conocimientos en las redes sociales está ayudando a dejar de ver la menstruación como un tabú y dejar de normalizar síntomas como el dolor.
"Yo creo que sí que hemos iniciado la revolución de la menstruación. Me instalé Instagram porque estaba aprendiendo cosas muy chulas y las quería compartir. Fue como un 'bum' y la gente empezó a pedirme consulta, había una carencia, no había prácticamente nadie con este enfoque. El feminismo ha traído esta parte esta más revolucionaria a nivel de salud".
"Somos muchas compañeras las que estamos metiendo caña con esto, a pesar de que ya había muchas mujeres anteriormente que lo estaban haciendo profesionales como Carme Valls o Enriqueta Barranco. Queda mucho por hacer, pero pienso que sí que hay un despertar, las redes sociales son un altavoz salvaje. De hecho, llevo tres años trabajando de esto únicamente con Instagram, así que imagínate".