Ángela Quintas: “Hoy se investiga Covid e intestino para ver por qué hay gente que no se contagia”
La autora de '¿Por qué me duele la tripa?' nos cuenta qué deberíamos quitar de nuestra dieta para sentirnos mejor y qué platos permiten adelgazar sin pasar hambre.
16 marzo, 2022 02:50Noticias relacionadas
La nutricionista Ángela Quintas, experta en el aparato digestivo, asegura que el intestino es nuestro segundo cerebro. “Hace poco que se ha descubierto que en el intestino hay neuronas, tantas como podría haber en el cerebro de un perro. En esta zona del cuerpo existen muchos neurotransmisores. También la serotonina, hormona de la felicidad y el placer, se fabrica en un 80% en el intestino, un órgano que no sólo trabaja para nutrirnos, sino que detrás hay mucho más”, asegura.
“Es un campo muy nuevo. En el caso de la Covid por ejemplo, ahora se está investigando su relación con la microbiota, y por qué unas personas se contagian y otras no, en contacto con positivos. También, por qué los síntomas son totalmente diferentes entre unas personas y otras, y se está estudiando la microbiota del intestino para ver si ahí podría estar la causa. Todo es muy novedoso y sabemos muy poco”, dice.
La autora del libro ¿Por qué me duele la tripa? (Editorial Planeta) es licenciada en Ciencias Químicas y máster en Dietética y Nutrición Humana. Desde hace más de 15 años dirige su propia consulta de nutrición e imparte clases de estudio de posgrado en la UNED.
Además, Quintas asesora en películas de cine. Ha trabajado con directores como Pedro Almodóvar, Amenábar, Sánchez Arévalo y Alberto Rodríguez.
“Nos atenemos a lo que exija el guion, ya sea ayudar a subir o bajar de peso a los actores. Para ello, hacemos un estudio previo con el objeto de confirmar que están preparados físicamente para hacer el cambio. En alguna ocasión, no se pudo realizar el cambio por el estado de salud o las patologías que sufría el actor”, afirma.
“Llevamos a los actores al peso que se necesita, pero siempre de manera saludable. Y esto a veces, les causa una gran decepción, sobre todo cuando tienen que subir de peso y piensan que van a comer todo lo que quieran… Después se dan cuentan de que no es así, ya que sus analíticas tienen que estar perfectas. Esta subida de peso se consigue aumentando la ingesta, pero sólo con alimentos saludables”, aclara la nutricionista.
“La última película destacada a la que he asesorado ha sido El fotógrafo de Mauthausen con Mario Casas. Mario tuvo que adelgazar un montón de kilos, y el problema es que tenía mucha masa muscular porque hacía mucho ejercicio. Tuvo que dejar de hacer deporte. ¡Se subía por las paredes! El deporte es su vía de escape y esto nos costó. Le restringimos calorías, y le dejamos caminar un poco, pero hacer pesas no...”.
Pregunta: ¿Por qué escribiste este libro?
Respuesta: Porque me di cuenta de que cada vez había más gente que no conseguía olvidarse de sus digestiones. Recibía en mi consulta cada día personas que me contaban problemas como "me inflo como un globo, tengo diarrea, tengo estreñimiento o he ido eliminando alimentos, pero sigo sin encontrarme bien". Son personas con un déficit nutricional porque están comiendo mal. No saben qué pueden comer, han probado de todo y no saben lo que les está pasando.
Cada vez hay más población con problemas digestivos, ¿a qué se debe?
A la alteración de la microbiota, que son las bacterias que tenemos en nuestro interior. Entre las cosas que más alteran esta microbiota destaca el estrés; el consumo de ciertos fármacos como antibióticos, corticoides y los antiinflamatorios como el ibuprofeno; el sobrepeso; y el consumo de alimentos ultraprocesados…
Cada vez, tenemos más de todo, y se producen estas alteraciones que muchas veces no sabemos de dónde vienen.
La microbiota es nuestro código de barras…
Efectivamente. Depende de cómo hayamos nacido, si ha sido por parto natural o por cesárea, cómo nos hayamos alimentado nada más nacer, si con lactancia materna o no, si hemos vivido con mascota o las enfermedades que hemos padecido. Todo eso hace que nuestra microbiota sea única. Se parece mucho a la de la madre si se nace por parto vaginal, pero es una marca personal de cada uno. A partir de los cuatro años comienzan a aparecer enfermedades que lo desequilibran y con ellas, los problemas.
Hay estudios centrados en que los niños que nacen por cesárea tienen una microbiota distinta a los niños que nacen por parto vaginal. Puede ser que por eso haya más niños con intolerancias a alimentos, porque cada vez hay más niños que nacen por cesáreas programadas. Es muy novedoso y apasionante.
Hay personas que acuden a su médico de confianza y vuelven a casa con un protector de estómago, ¿es difícil encontrar el problema que tiene cada persona?
Este tipo de medicamentos protectores, tipo omeoprazol, a veces son muy necesarios. El problema surge cuando el estómago deja de ser estanco y esa sustancia sube por el esófago. No tenemos preparado el esófago para enfrentarse a ese ácido.
En esos casos, el omeprazol es válido. Otra cosa, es que hagamos un mal uso de los medicamentos. Cuando pensamos por ejemplo, como voy a salir a comer y por si acaso, me lo tomo, y esto no es correcto.
Las pruebas más habituales son la colonoscopia y la gastroscopia, que permiten identificar los alimentos que pueden sentar mal a cada persona. Lo que ocurre, es que a veces las pruebas dan bien, porque lo que tiene el paciente es una alteración en la microbiota, y eso no se ve en este tipo de pruebas.
"Los niños que nacen por cesárea tienen una microbiota distinta a los niños que nacen por parto vaginal"
Además, si sufre de diarreas, estreñimiento o dolor abdominal, sabes claramente que el problema está en su aparato digestivo, pero en el caso de que tenga manchas en la piel, dolor en las articulaciones, o de cabeza… En estos casos, el origen también puede estar en el intestino. Podemos decir, que tenemos un intestino hiperpermeable que está dejando pasar moléculas al torrente sanguíneo, que no deberían pasar, y el cuerpo se defiende produciendo esta sintomatología.
Para arreglarlo, lo primero que hay que hacer es observar lo que comemos, y cómo lo estamos comiendo. También podemos utilizar cepas probióticas con las que podemos intentar reparar esa parte del intestino. Son bacterias que viven en simbiosis en el cuerpo, pero que dadas en una cantidad adecuada, producen beneficios. Y además, también los prebióticos que son reparadores de membrana y la comida de estas bacterias que introducimos.
¿Cuáles son las tres enfermedades más frecuentes del sistema digestivo?
La diverticulitis, la hernia de hiato y la cándida, entre otros. Los divertículos son pequeñas cavidades que se forman en el intestino y se infectan dando lugar a la diverticulitis. Frente a esto hay que tomar alimentos adecuados y de una forma concreta.
La hernia de hiato sucede cuando un trozo del estómago ha subido por encima del diafragma, de tal manera que el estómago no es estanco, y el alimento impregnado en ácido sube por el esófago. También hay una dieta concreta.
Y en el caso de las cándidas, cada vez hay más mujeres que la padecen, pero que no lo saben. Porque tiene una sintomalogía muy rara, como es ganas de comer dulce a todas horas, dolor en las articulaciones, cambios de humor, se encuentran fatal, incluso con sensación de resaca.
Todas las mujeres tenemos un reservorio de cándidas en la vagina, el problema es que esa cándida crece y coloniza otras zonas como intestino y boca. En ésta última es muy visible con llagas, pero en la intestinal no.
Dices que el 50% de la población tiene Helicobacter pylori, ¿cómo podemos saber si lo tenemos o no?
Hay una prueba sencilla, que es la del aliento, y si se detecta ureasa, hay un Helicobapter, aunque mucha gente es asintomática. Cuando está activo, los pacientes describen un dolor punzante muy agudo. El tratamiento son tres antibióticos diferentes.
¿Estos problemas digestivos no resueltos pueden desembocar en algo más grave?
En el caso de una gastritis no tratada, podemos llegar a tener esófago de Barrett, una afección que puede llegar a ser células precancerígenas. Es verdad que tiene que haber cierta predisposición...
¿Comemos mal?
Yo siempre digo, ¡vete al mercado, allí seguro que te puedes dejar las gafas de ver en casa! Allí no hay que leer etiquetas. Pescado, huevos, fruta, verdura, pan... Con esto, no estás tomando azúcares añadidos, ni aditivos, ni colorantes, ni conservantes.
Comemos bastante mal y hago hincapié en los niños con un exceso de obesidad y sobrepeso, y con enfermedades que antes sólo ocurrían en la edad adulta. La diabetes tipo 2 está apareciendo en edades más tempranas, y esto es porque comemos mal.
Las madres antes iban al mercado y cocinaban para toda la familia. Ahora con la incorporación de la mujer al trabajo estas tareas, que debían haberse repartido, siguen siendo de ellas. Vamos corriendo a todo, y estos alimentos procesados que compramos, que son muy palatables, es decir, están ricos y fácilmente accesibles para todos, no son nada buenos.
"Comemos bastante mal y hago hincapié en los niños con un exceso de obesidad y sobrepeso"
A la alimentación con procesados, también se suman algunos fármacos o el exceso de higiene...
El exceso de higiene hace que nuestra microbiota sea menos diversa. Ahora también nos preguntamos que va a pasar con el abuso de los geles hidroalcohólicos en niños pequeños, que no tienen microbiota formada...
Antes, los niños salían a la calle y se manchaban y no pasaba nada. Ahora vamos con las toallitas higiénicas a todos los lados, y el niño tiene que inmunizarse. Por ejemplo, con animales su microbiota está más enriquecida.
¿Qué alimentos nos consejas tomar para cuidar nuestra microbiota?
Los alimentos funcionales son los que tienen probióticos dentro como yogur, kéfir, té kombucha... ideales para seguir manteniendo la microbiota estable.
Pero cuando hay desequilibrio importante con sintomatología que indica que algo está funcionando mal, ahí hay que recurrir a cepas concretas de probióticos.
En Francia me formé sobre esto. En España tenemos muchos multicepas, pero lo ideal sería saber qué cepa necesitas, y en qué dosis.
¿Cuál es tu opinión acerca de las dietas como détox, ayuno intermitente o los milagros?
Estoy en contra de todo esto. Yo no podría hacer ayuno intermitente porque necesito desayunar. Es verdad que está bien tener una ventana de tiempo de unas horas, en las que el páncreas descanse, pero me encuentro con gente que está haciendo un mal uso de la dieta intermitente, porque lo justifican comiendo una sola vez al día lo que quieren... y esto es erróneo.
No necesitamos dietas detox, porque ya tenemos unos órganos que se encargan de detoxificar, siempre buscamos soluciones rápidas… Debemos aprender a mantener un peso saludable.
¿Cuál es la dieta ideal?
La dieta de control de insulina con la que se mantienen los niveles de azúcares constantes durante el día basada en cuatro reglas:
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Nunca debes tomar hidratos de carbono solo, siempre hay mezclarlos con proteínas. Los orientales lo hacen fenomenal, por ejemplo, arroz con pescado, noodles con pollo o cerdo. Nuestras madres lo hacían muy bien con un cacito y medio de lentejas, pero siempre con un segundo plato, que podía ser boquerones o cinta de lomo o huevo.
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Comer cada tres o cuatro horas, para no llegar con hambre a la comida siguiente.
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No debe pasar más de una hora desde que me levanto hasta que ingiero un alimento.
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Evitar todos los hidratos de carbono líquidos como zumos, gazpachos, etc., porque es mucho hidrato, que pasa directamente al torrente sanguíneo. El páncreas segrega insulina, y una parte del hidrato de carbono lo guarda en el hígado, otra parte lo guarda en el músculo, pero sigue habiendo mucho y activa una reacción llamada lipogénesis, que lo convierte en grasa. Tu cuerpo te está protegiendo para que no tengas un coma diabético y produce esta grasa.
¿Cómo es tu desayuno ideal?
Café con leche, rebanada de pan, algo de proteína en forma de queso de burgos, jamón cocido, serrano o huevos y una pieza de fruta.