En primer lugar cabe definir qué es una alergia primaveral: es el conjunto de síntomas y signos que presenta un paciente en primavera. Incluye rinitis, conjuntivitis –es decir, síntomas en nariz y ojos–, dificultad para respirar –asma bronquial o tos como equivalente asmático–, urticaria –ronchas o habones que se extienden por la superficie corporal– y, a veces, se asocian a estos pacientes alergias alimentarias en esta época del año. Es algo que cada vez vemos en la clínica con mayor frecuencia. De hecho, los pacientes con dermatitis atópica empeoran la piel.
Es, además, lo mismo que la alergia al polen, pero habría que especificar que se trata de pólenes de primavera. Otra de las dudas que se tienen en torno a las alergias es si son congénitas o pueden desarrollarse a edades avanzadas. ¿Qué factores pueden influir?
Pueden aparecer a cualquier edad, pero es muy frecuente en niños, jóvenes y adultos jóvenes. En edades extremas de la vida es menos habitual, aunque cada vez tenemos más pacientes afectados en esas edades “extremas”.
Está demostrada la predisposición genética en caso de afectación de los padres, sobre todo si la afectada es la madre. Es decir, que un niño con la madre afectada tiene más riesgo que si el afectado es el padre.
Por otro lado, sólo se necesita la predisposición y la exposición durante un tiempo a un determinado alérgeno. Otro factor determinante para desarrollar alergia es la contaminación. Por eso, cada vez vemos más patologías, reconociendo que la alergia es una enfermedad en general de las ciudades, no del campo.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
Los síntomas típicos son: picor ocular y/o nasal, estornudos en salvas –es decir, estornudar muchas veces seguidas–, lagrimeo y ojos llorosos, obstrucción nasal, moco líquido. En los niños pequeños es muy característico el “saludo alérgico”, que consiste en que se rascan la nariz con la palma de la mano abierta, aplastando la nariz, de forma que se les suele quedar una línea blanca en el dorso nasal en sentido transversal de tanto hacerlo.
Algunos pacientes, antes de empezar con los síntomas típicos, desarrollan urticaria generalizada coincidiendo con la dispersión del polen en el ambiente. Esto se repite durante dos o tres años, siempre en la misma estación y después debutan con la rinoconjuntivitis. Muchos de estos pacientes pueden asociar dermatitis atópica, que se considera una enfermedad base y de riesgo para después desarrollar alergia.
También pueden presentar asma bronquial. Son pacientes con dificultad para respirar, sensación de ahogo o fatiga, con tos seca repetitiva que se exacerba de noche y al estar tumbado o tras el ejercicio.
¿Cuándo debemos acudir a la consulta de alergología?
Es importante saber que, en cuanto sospechamos que hemos desarrollado esta patología, aunque sea leve, la alergia influye negativamente en la calidad de vida: mucho más de lo que nos imaginamos. Si es leve , se pone tratamiento; pero si los síntomas están entre un nivel moderado y de intensidad, hay que pensar en la inmunoterapia.
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Además los alergólogos realizamos por lo general un estudio amplio y descubrimos patología allá donde el paciente ni siquiera lo sospecha. Y, por supuesto, no hay que olvidar la prevención en caso de patologías leves para evitar que la enfermedad progrese.
Consejos para paliar los efectos de las alergias
Ventilar a primera y última hora de la mañana y después cerrar las ventanas es un gesto sencillo que puede contribuir a mitigar los efectos de la alergia. También viajar con las ventanillas del coche cerradas, usar filtros HEPA en los aspiradores, hacer limpiezas húmedas en las casas –es decir, sin remover el polvo–.
Si hemos estado en el exterior en días de viento, conviene ducharse al llegar a casa para eliminar los restos de palen que podamos llevar con nosotros; usar gafas de sol es muy recomendable y, en caso de altos niveles de polen, lo mejor es evitar salidas al parque y al campo. También, si es imprescindible para evitar episodios graves de reacción alérgica, se recomienda encarecidamente el uso de mascarilla.
¿Están relacionadas las alergias al polen con las alergias a los aires acondicionados?
No de forma directa. Lo que sí sucede es que el aire acondicionado actúa como irritante de las vías respiratorias, y por eso algunos pacientes con asma empeoran en ambientes mediados por el aire acondicionado.
La Dra. Gema García Sánchez es médico especialista de Sanitas en Alergología e Inmunología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja