Esto es lo que ocurre en la anatomía sexual femenina durante la excitación
¿Sabemos como funciona a nivel anatómico nuestro aparato reproductor?
10 enero, 2024 02:07El placer femenino ha ido evolucionando a lo largo de los años desprendiéndose de tabúes. La mayoría de nosotras crecimos en una sociedad donde hablar de masturbación femenina o del placer de las mujeres estaba mal visto.
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Afortunadamente, hoy en día son muchas las mujeres que hablan sin tapujos de sexualidad e incluso comparten con sus amigas y parejas experiencias en torno al placer. Pero, ¿sabemos como funciona a nivel anatómico nuestro aparato reproductor?
El aparato reproductor femenino se encuentra dentro de la pelvis y se pueden diferenciar los órganos reproductivos internos y externos (la vulva). La vulva es el conjunto de genitales femeninos que se encuentran afuera de tu cuerpo. Incluye los labios vaginales, el clítoris, la abertura vaginal y el orificio uretral.
Tanto la vulva, como la vagina (que pertenece a los órganos reproductivos internos) aumentan su tamaño durante la excitación o las relaciones sexuales.
Labios vaginales
Los labios vaginales son pliegues de piel alrededor de la abertura vaginal. Los labios mayores (labios externos) generalmente son carnosos y están cubiertos de vello púbico. Los labios menores (labios internos) están dentro de los externos. Empiezan en el clítoris y terminan debajo de la abertura vaginal.
Esta parte del aparato reproductor femenino cambian durante la excitación. La excitación provoca un mayor flujo de sangre hacia los labios vaginales, incrementando su tamaño con el fin de proteger al clítoris, la uretra y la abertura vaginal.
Durante la fase de excitación de la respuesta sexual humana, la sangre irriga los genitales y los labios se hinchan. ¿Alguna vez has sentido como una pesadez en esa zona durante el sexo? Pues eso es que están a tope de sangre, lo cual hace que se vuelvan muy sensibles.
La vagina
La vagina es un conducto (tubo) que conecta la vulva con el cuello uterino y con el útero. La vagina es un conducto muscular extremadamente flexible y elástica. Se expande durante la excitación sexual llegando a duplicar su tamaño.
“La vagina es básicamente una banda elástica muscular que se estira durante las relaciones sexuales y vuelve a su forma y tamaño original”, acota la ginecóloga Michelle Metz en La República.
Es decir, a pesar de que se agrande durante las relaciones sexuales, gracias a su flexibilidad citada anteriormente, regresa rápidamente a su medida original. De hecho, también tiene la capacidad de contraerse un 30% durante el orgasmo por la acción de los músculos de la vulva.
Durante la fase pre-orgásmica el suelo pélvico se va movilizando, al contraerse permite una compresión del clítoris que favorece su vascularización.
El hecho de la contracción del suelo pélvico ofrece a la mujer un aumento de sus sensaciones placenteras durante las relaciones, pero solo la relajación del suelo pélvico es la que permite llegar al orgasmo en sí.