Mujer echándose frutos secos en la mano.

Mujer echándose frutos secos en la mano. iStock

Salud y Bienestar

La farmacéutica Helena Rodero revela cuál es el mejor fruto seco para no engordar y retrasar el envejecimiento

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Los frutos secos son conocidos por sus beneficios nutricionales, pero también como un "picoteo" con un alto valor calórico que poco o nada se recomienda en rutinas alimenticias en las que no se quiere aumentar de peso. Sin embargo, esa fama se desmorona completamente ante las recomendaciones de una reconocida farmacéutica. 

Helena Rodero ensalza el poder de los anacardos, destacando por sus propiedades únicas. Reconocidos por su sabor suave y textura crujiente, este fruto seco no solo es delicioso, sino también una poderosa fuente de nutrientes esenciales.

Según la farmacéutica, los anacardos son el fruto seco más recomendable, ideal para incluir en dietas equilibradas. Además de deliciosos, se trata de un verdadero aliado para mejorar la salud, perder peso y retrasar los signos del envejecimiento.

Su alto contenido en magnesio, grasas saludables, fibra y antioxidantes lo convierte en una opción ideal para incluir en cualquier dieta equilibrada. Ya sea como snack o añadido a tus comidas, los anacardos te ayudarán a mantenerte saludable y radiante con el paso del tiempo.

Debes tener muy en cuenta que, aunque los anacardos son muy beneficiosos, es importante consumirlos con moderación, ya que son también ricos en calorías. La cantidad recomendada es de 30 gramos al día, lo que equivale a aproximadamente un puñado. Esta porción es suficiente para obtener los beneficios de los anacardos sin excederse en calorías.

Un superalimento rico en magnesio

El magnesio es un mineral esencial que interviene en más de 300 procesos bioquímicos del cuerpo, desde la producción de proteínas hasta la regulación de la presión arterial. Sin embargo, muchas personas no obtienen suficiente magnesio a través de su dieta.

Los anacardos son una fuente rica de este mineral, lo que los convierte en un alimento ideal para cubrir esta deficiencia. Según Helena Rodero, este fruto seco tiene la ventaja de ser "rico en magnesio y súper saciante".

Cuenco con anacardos.

Cuenco con anacardos. iStock

Un puñado de anacardos (aproximadamente 30 gramos) contiene alrededor de 83 mg de magnesio, que es una porción significativa de la cantidad diaria recomendada.

El magnesio no solo es vital para el buen funcionamiento del organismo, sino que también desempeña un papel fundamental en la regulación de la energía y el metabolismo. Un metabolismo optimizado puede ayudar a controlar el peso corporal, reduciendo la acumulación de grasa abdominal, lo que es clave para la pérdida de peso.

Anacardos para perder peso

A pesar de ser ricos en calorías, los anacardos pueden ser una herramienta eficaz en una dieta para perder peso, siempre y cuando se consuman con moderación. Según la farmacéutica, los anacardos tienen un alto contenido de grasas saludables, que incluyen ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.

Estos ácidos grasos son beneficiosos para la salud cardiovascular, pero también desempeñan un papel crucial en la saciedad. Esto significa que, al incluirlos en tu dieta, sentirás menos hambre, lo que puede ayudar a evitar el picoteo entre comidas.

Además, los anacardos contienen una cantidad significativa de fibra (0,9 gramos por cada 30 gramos), que es otro componente que ayuda a mantener la sensación de saciedad. Esto puede prevenir el consumo excesivo de alimentos, lo que, en última instancia, facilita el control del peso.

Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition reveló que incluir entre 30 y 60 gramos de frutos secos, como los anacardos, en la dieta diaria puede ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y mejorar la salud del corazón, algo fundamental en un plan para adelgazar.

Un 'snack' saludable para la salud cardiovascular

Además de ser una excelente opción para quienes buscan perder peso, los anacardos también tienen propiedades que protegen la salud cardiovascular. Como mencionó el Doctor José Ignacio Valls, experto en nutrición, los anacardos son ricos en ácidos grasos insaturados, que favorecen la reducción del colesterol LDL y aumentan el colesterol HDL (colesterol bueno).

Esto puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares. Además, mejora la circulación sanguínea y fortalece las paredes arteriales, lo que, en conjunto, reduce el riesgo de enfermedades del corazón.

Por otro lado, su contenido en magnesio contribuye a la regulación de la presión arterial, lo que es clave para mantener una buena salud cardiovascular.

Retraso de los signos del envejecimiento

Uno de los aspectos más interesantes de los anacardos es su capacidad para retrasar los signos del envejecimiento. Esto se debe a la combinación de antioxidantes y nutrientes esenciales que contiene este fruto seco.

Los anacardos son una excelente fuente de vitamina E, un antioxidante potente que combate el daño celular causado por los radicales libres. Este daño es uno de los principales factores que contribuye al envejecimiento prematuro de la piel.

Además, los anacardos son ricos en minerales como el zinc y el selenio, que son fundamentales para mantener una piel sana. Estos minerales ayudan a prevenir arrugas, mantener la elasticidad de la piel y promover la regeneración celular. Según el Doctor Valls, los anacardos pueden incluso ayudar a prevenir enfermedades relacionadas con la edad, como las cataratas, al proporcionar nutrientes esenciales para la salud ocular.

Incorporar anacardos en tu dieta diaria es fácil y delicioso. Puedes disfrutar de un puñado de anacardos como snack entre comidas, lo que te ayudará a mantenerte saciado y evitar los antojos.

Mujer comiendo tras hacer deporte.

Mujer comiendo tras hacer deporte. iStock

Pero también puedes añadirlos a ensaladas, batidos, yogures o incluso utilizarlos como base para recetas de postres saludables. Si lo prefieres, prueba hacer una crema de anacardo, que puedes untar en pan integral o usar como dip para verduras. También puedes hacer un té de anacardo, combinando anacardos triturados con agua caliente y un toque de miel o canela.