Soy nutricionista integrativa y estos son los remedios que ayudan a tu digestión tras una comida copiosa
- Si no has podido evitar caer en el exceso, estos remedios caseros revertirán la pesadez estomacal.
- Más información: La infusión para acabar con las digestiones pesadas y los gases que aconsejan los médicos en España
¡A quién no le ha pasado! Un día especial, una celebración o simplemente un antojo nos lleva a disfrutar de una comida más abundante de lo habitual. Aunque disfrutar de la gastronomía es maravilloso, esas comidas copiosas pueden pasar factura a nuestra digestión, dejándonos con sensación de pesadez, hinchazón o incluso dolor de cabeza y malestar general. Como nutricionista integrativa, siempre apuesto por prevenir estos episodios con una alimentación equilibrada y consciente. Pero, si ya has metido la pata, ¡tranquilidad! Aquí te comparto los mejores remedios naturales para ayudarte a sentirte ligera y equilibrada nuevamente.
Antes de entrar en los remedios, es importante recordar que nuestro cuerpo es increíblemente sabio. Aunque puede manejar excesos ocasionales, no debemos abusar. Practicar la moderación y hacer elecciones conscientes no solo evita malestares digestivos, sino que también te ayuda a disfrutar más de cada bocado.
Comer despacio, masticar bien y evitar distracciones mientras comemos puede ser tan efectivo como cualquier remedio natural. Dicho esto, ¡vamos con las soluciones!
Limón y agua tibia
Uno de los remedios más simples y efectivos es tomar un vaso de agua tibia con el zumo de medio limón después de una comida pesada. Esta bebida ayuda a estimular la producción de bilis, esencial para descomponer las grasas y facilitar la digestión. Además, el limón tiene un efecto alcalinizante que ayuda a equilibrar el pH del estómago y prevenir el reflujo.
Para prepararlo:
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Exprime el jugo de medio limón en un vaso de agua tibia. No puedes usar zumos ya exprimidos de los que venden en el supermercado.
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Tómalo lentamente unos 30 minutos después de comer.
Jengibre y menta
El jengibre es un gran antiinflamatorio y ayuda a fabricar más jugos gástricos. Por su parte, la menta alivia la hinchazón y los espasmos estomacales, convirtiéndose en el dúo perfecto para una digestión más ligera.
Cómo prepararla:
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Hierve una taza de agua y añade un centímetro de raíz de jengibre fresco rallado y unas hojas de menta fresca o una bolsita de menta seca.
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Deja reposar 10 minutos, cuela y bebe poco a poco.
Si sufres de reflujo, evita el jengibre en grandes cantidades, ya que puede ser demasiado estimulante.
Vinagre de manzana
El vinagre de manzana orgánico, rico en enzimas, puede ayudar a mejorar la digestión al estimular la producción de ácido clorhídrico en el estómago. Esto es especialmente útil si te sientes hinchada o pesada después de comer.
Cómo usarlo:
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Mezcla una cucharadita de vinagre de manzana en un vaso de agua y bébelo antes o después de una comida pesada.
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No excedas esta cantidad para evitar irritaciones en la mucosa gástrica.
Paseos moderados
Aunque no es un remedio "que se beba", caminar a paso suave durante 10-15 minutos después de comer puede hacer maravillas en tu digestión. Este hábito favorece el movimiento de los alimentos en el tracto digestivo y previene la sensación de pesadez.
Infusión de hinojo
El hinojo es una de mis hierbas favoritas para aliviar la hinchazón y los gases después de una comida copiosa. Sus compuestos naturales relajan los músculos del tracto digestivo y estimulan la motilidad intestinal por lo que agiliza la digestión.
Cómo prepararla:
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Tritura una cucharadita de semillas de hinojo y añádelas a una taza de agua hirviendo.
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Deja reposar 10 minutos, cuela y bebe lentamente.
Enzimas digestivas
Aunque las enzimas digestivas no son exactamente un remedio casero, son un recurso maravilloso para esas ocasiones en las que sabemos que vamos a consumir una comida más pesada de lo habitual. Puedes encontrar suplementos de enzimas que contienen lipasas, proteasas y amilasas para facilitar la digestión de grasas, proteínas y carbohidratos.
Aunque las enzimas pueden ser útiles, no olvides priorizar alimentos ricos en enzimas naturales como la papaya, la piña y el kiwi. Estos alimentos contienen bromelina y papaína, que facilitan la digestión de proteínas por lo que te beneficiarán especialmente en la digestión de carnes estofadas.
Hidrátate
Después de una comida abundante, evita caer en el error de beber grandes cantidades de agua justo al terminar. Esto puede diluir los jugos gástricos y dificultar la digestión. En su lugar, opta por sorbos de agua tibia o infusiones, como las que mencioné antes, para mantenerte hidratada sin interferir en el proceso digestivo.
Yoga y respiración
Ciertas posturas de yoga pueden aliviar la hinchazón y estimular el tránsito intestinal. Mis favoritas son la postura del niño o Balasana, donde el abdomen se relaja y facilita el flujo sanguíneo hacia los órganos digestivos; y la postura del viento o Pavanamuktasana, perfecta para liberar gases atrapados y aliviar la pesadez.
Acompaña estas posturas con respiraciones profundas y conscientes para activar tu sistema parasimpático, que favorece la digestión.
Escucha tu cuerpo
Finalmente, la mejor forma de evitar los malestares digestivos tras una comida copiosa es cultivar una conexión más profunda con tu cuerpo. Comer con atención plena, escuchando tus señales de hambre y saciedad, te ayudará a evitar excesos en el futuro.
¡Ojo! No se trata de castigarte ni de culparte por haber comido más de la cuenta. Se trata de entender que todo es un equilibrio, y que con pequeños ajustes y estos remedios naturales, tu cuerpo puede recuperar su balance rápidamente.