Ni sésamo ni chía: la semilla ignorada en España llena de omega-3 y magnesio que reduce el colesterol y adelgaza
- Originarias de la región del Mediterráneo y Asia occidental, estas pequeñas semillas de color marrón o dorado son una fuente rica de nutrientes esenciales.
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El colesterol afecta al 39% de los adultos en todo el mundo, y en España el 22,8% de las personas sufre hipercolesterolemia según datos de la Fundación Española del Corazón (FEC). Esta sustancia grasa es esencial para el cuerpo y necesaria en la producción de hormonas; sin embargo, la verdadera problemática surge cuando los niveles están más elevados de lo normal.
La adopción de una dieta equilibrada se presenta como un pilar fundamental a la hora de disminuir estos niveles. La dieta mediterránea, por ejemplo, destaca por su riqueza en estos ácidos grasos saludables, provenientes de fuentes como el pescado, el aceite de oliva o las propias semillas, como la linaza.
Las semillas de lino, así como las semillas de chía, sésamo o girasol, han ido cobrando protagonismo recientemente como complemento alimenticio, dados sus llamativos beneficios para la salud, que van más allá de reducir los niveles de colesterol.
Los beneficios de las semillas de lino
Las semillas de lino, también conocidas como linaza, son un alimento milenario. Originarias de la región del Mediterráneo y Asia occidental, estas pequeñas semillas de color marrón o dorado son una fuente rica de nutrientes esenciales que han sido aprovechados durante siglos tanto en la medicina tradicional como en la dieta cotidiana.
Uno de los aspectos más notables de las semillas de lino es su alto contenido de ácidos grasos omega-3, particularmente en forma de ácido alfa-linolénico (ALA). Los omega-3 son ácidos grasos esenciales que el cuerpo no puede producir por sí solo, por lo que deben obtenerse a través de la dieta.
Estos nutrientes tienen propiedades antiinflamatorias que benefician la salud cardiovascular, ayudando a reducir la presión arterial, los niveles de colesterol LDL (el "malo") y el riesgo de enfermedades del corazón.
Además, las semillas de lino son una excelente fuente de fibra dietética, tanto soluble como insoluble. La fibra soluble ayuda a estabilizar los niveles de azúcar al ralentizar la digestión y la absorción de carbohidratos. Por otro lado, la fibra insoluble mejora la salud digestiva al promover el tránsito intestinal regular y prevenir el estreñimiento.
Otro componente destacado de estas semillas son los lignanos, unos compuestos vegetales con propiedades antioxidantes y efectos similares a los estrógenos. Han sido objeto de estudio por su posible papel en la prevención de ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de próstata. También pueden ayudar a equilibrar las hormonas en el cuerpo, lo que es especialmente beneficioso durante la menopausia.
Sus ventajas de cara a perder peso
Las semillas de linaza también cuentan con una gran cantidad de fibra, esto hace que nuestra sensación de saciedad sea mayor y, por lo tanto, ayuda a controlar el apetito evitando el clásico picoteo entre horas.
Esto es precisamente lo que las convierte en unas excelentes aliadas para aquellas personas que necesiten bajar unos kilos para conseguir llegar a un peso equilibrado y saludable.
Esta capacidad saciante puede ayudarnos a consumir menos calorías, gracias a esa menor sensación de apetito. Además, favorecen la digestión, evitan el estreñimiento ayudándonos a eliminar toxinas, evita la retención de líquidos y regula los niveles de colesterol, así como los niveles de azúcar.
Todo ello unido a que estas semillas también son una gran fuente de proteínas vegetales, así que su consumo ayudará también a recuperar la salud de nuestra piel, cabello y uñas, haciendo que estos se vean mucho más bonitos y en el caso del cabello y las uñas, más resistentes a la rotura.
Cómo añadir las semillas de lino a la rutina
En términos de uso culinario, las semillas de lino son increíblemente versátiles. Pueden añadirse enteras o molidas a una variedad de platos, desde batidos y yogures hasta panes y galletas. Sin embargo, existe una forma extremadamente beneficiosa para tomarlas, y es molerlas.
Las semillas cuentan con una cubierta externa especialmente complicada de romper y en muchas ocasiones salen igual que entran. Además, debido a su alto contenido en fibra, si consumimos semillas enteras en exceso, lo más posible es que suframos malestar estomacal o hinchazón.
Por todo ello, la mejor opción para consumirlas y disfrutar de sus beneficios es tomarlas molidas. En forma de harina podrás añadirla igualmente a yogures, salsas, boles con cereales de desayuno, ensaladas y a todo tipo de recetas saludables.
El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa de los Estados Unidos afirma que las semillas de lino suelen ser bien toleradas en cantidades limitadas; sin embargo, sugieren tener en cuenta algunas precauciones como evitar las semillas crudas, evitar su consumo durante el embarazo o beber mucha agua tras su consumo.