La peligrosa técnica que usa tu pareja narcisista para manipularte en público: se llama 'silbato de perro'
- Identifica la herramienta de control que te hace parecer 'una loca' a los ojos de los demás.
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"Loca, loca, loca" cantaba Shakira; a Juana la apodaron 'La Loca'… Que a las mujeres se nos haya colgado el sambenito de no estar cuerdas a lo largo de la historia es algo tan asumido que cuando nuestra conducta lo confirma, no sorprende a nadie, pero ¿es esto cierto? ¿Somos nosotras las que tenemos algún tipo de problema que nos hace exacerbarnos y reaccionar como resortes ante aquello que no nos gusta? La psicología podría tener una explicación, con nombre propio, para ello.
Imagínate salir a cenar con tu pareja y un grupo de amigos. Esta persona, que te conoce al dedillo, lanza un comentario "al aire" sobre algo que sabe que te va a molestar. Por supuesto, tú no reaccionas de la mejor manera. Vuestros acompañantes se sorprenden y no entienden tal actitud por tu parte, mientras tu pareja se regocija por haberte hecho quedar "como una loca". Has sido manipulada.
Actuar para hacer quedar mal a tu pareja frente a un grupo de terceros puede ser "un trastorno de personalidad narcisista" apunta la psicóloga Raquel López, del centro Laura Jorge. Y el nombre que recibe la técnica es 'silbato de perro'.
'Silbato de perro': qué es
Si lees 'silbato de perro' seguro que viene a tu cabeza ese pequeño y alargado instrumento que utilizan los adiestradores y algunos dueños para condicionar el comportamiento de los cánidos. Su pitido tiene la capacidad de activar en el animal ciertos resortes para que actúe de una u otra forma. Un narcisista hace lo mismo, solo que a través de sus palabras, con la persona que tiene al lado, en este caso, su pareja.
"Es una técnica en la que la persona que manipula utiliza una palabra que desata la rabia en la otra persona" explica la psicóloga Deborah Murcia.
El éxito de esta técnica de manipulación narcisista reside en el desconocimiento de los terceros. La palabra empleada para detonar una reacción condicionada está ligada a una experiencia privada de la pareja y, a los ojos del resto, "la víctima acaba siendo verdugo".
"Se trata de una manipulación psicológica y las consecuencias en la autoestima son muy grandes" apunta López. Esta técnica no se da de manera aislada en la relación, sino en combinación de otras como el chantaje, gaslight o ley de hielo.
Visto desde fuera, el 'silbato de perro' es una técnica simple y muy obvia, pero no para quien la está recibiendo. Hay que entender que esta manipulación activa los resortes y las respuestas más primarias. El narcisista conoce la debilidad de su pareja y dónde atacar para causar la respuesta disruptiva deseada.
Señales de alerta
El primer paso para salir de una situación de manipulación mediante la técnica 'silbato de perro' es saber identificar las señales de alerta. Raquel López las detalla:
- Resulta difícil establecer límites. Cuando se hace, no se respetan
- No existe empatía en la convivencia
- Ante el conflicto, tiende a querer llevar siempre la razón, a cualquier precio
- Carece de responsabilidad afectiva
- Devalúa tus gustos y prioridades
- Suele ir a lo suyo o, por el contrario, muestra un apego desmedido
- Posee creencias irracionales en cuanto a lo que es una relación saludable como: "discutir es sano para la pareja"; "me encanta verte enfadada"
- Usa tu información personal en tu contra para hacer daño
Puerta de salida
Una vez conscientes de estar siendo víctimas de esta manipulación narcisista, es momento de salir de la relación y aunque puede resultar complicado, "ser tajante y expresar límites claros es fundamental" señala López.
Otro punto esencial es contar con una red de apoyo social fuerte. El acompañamiento profesional es crucial, "en especial si se ha extendido en el tiempo, ya que las secuelas pueden ser complejas".
Si bien la manipulación a través de la técnica 'silbato de perro' está asociada a personas narcisistas, estas no siempre son conscientes de estar imponiéndola. "La clave es que, sea consciente o no, está teniendo consecuencias" apunta la psicóloga López.
Una segunda oportunidad es posible, "solo en el caso de que se deje de llevar a cabo y que ambos se comprometan a una dinámica funcional" objeta Raquel López. La experta pone el peso en la terapia psicológica en pareja y de manera individual, no solo para reparar el daño en la relación, sino para que se produzca un cambio real en el vínculo.